martes, 18 de junio de 2019

Radiohead y el vestíbulo del infierno








Los conjurados



Ricardo Sigala


Escucho “2+2=5”, la canción de la banda británica Radiohead. Sí, el título de la canción es extraño, ilógico, pero no es sólo eso lo que me llama la atención. Me gustan las canciones que dialogan con otras canciones, con el cine o con la literatura, y este es uno de esos casos. “2+2=5”, recuerda al filósofo británico Bertrand Russel, él usó esta expresión para ejemplificar cómo cualquier conclusión puede derivar de una proposición contradictoria. Pero también el “2+2=5” me hace pensar en el novelista George Orwell, en su popular libro 1984. En la novela, Orwell usa la expresión como ejemplo de los dogmas impuestos por el Gran Hermano (Big Brother). En esta sociedad imaginaria existe un Ministerio (o secretaría de Estado) de la Verdad y es justamente el Estado quien establece qué es verdad sin importar qué tan ilógica resulte. De hecho, en la tercera parte del libro un torturador alecciona al protagonista asegurando que no sólo “2+2=5”, sino que a veces es 3, y en ocasiones es 4, 5 y 3 simultáneamente.

            El protagonista de la canción de Radiohead se pregunta si es tan soñador como para cambiar el mundo, pero ante la realidad que lo acosa decide quedarse para siempre encerrado en su casa y aceptar que “2+2=5”. Todas las canciones del álbum Hail to the thief tienen un nombre alternativo, en el caso de “2+2=5” se trata de “The Lukewarm”, que se traduce como tibio, indiferente, desinteresado, poco entusiasta. Thom Yorke, declaró que ese título alternativo tiene relación con la obra de Dante Alighieri. Y en efecto, la Divnina comedia tiene un lugar para los lukewarm o los tibios, el vestíbulo del infierno albera a aquellos “que vivieron sin merecer alabanza ni vituperio”, “que no fueron rebeldes ni fieles”, los “que sólo vivieron para sí”. El castigo que se le impone a estos pecadores de la indiferencia es un dolor que los hace lamentarse eternamente porque su vida fue inútil y nadie los recuerda ni los recordará nunca, además agrega Dante, “estos no esperan morir, y su ceguera es tanta, que se muestran envidiosos de cualquier otra suerte”.





            Esto quizás explica por qué el sujeto de la canción se encierra en su casa para siempre, eternamente, “forever”, quizás él se encunetra ya en el vestíbulo del infierno. En la tercera estrofa agrega: “Es el estilo del diablo y no hay escapatoria, puedes gritar y puedes chillar, pero ahora es demasiado tarde”. Esto también explica y justifica los gritos y reclamos cierran la canción.

            Escucho “2 +2=5” de Radiohead y hago un recorrido por la cultura occidental, de la distopía de 1984 y su sociedad controlada al infierno que le proporciona Dante a los que no se comprometen con causa alguna, pasando por la lógica matemática de Bertrand Russel. He dicho en alguna otra parte que yo llegué a la literatura por el camino del rock. Una canción también es un camino.



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