martes, 25 de junio de 2019

Dos hechos históricos








Un momento por favor

J. Jesús Juárez Martín



La Historia como el tiempo, corre con libertad como aire por la pradera entre frondas de los bosques, o jugueteando con montañas que la elevan o desvían mientras golpea sus faldas y entrañas... recordar 1938 marca para México una larga etapa de sentimiento nacionalista solidario del pueblo con su gobierno a un promisorio desarrollo nacional, el crecimiento de la empresa mexicana presentó síntomas de contaminación, algunos vaticinaban corrupción, sin embargo su desarrollo vigoroso, distrajo manejos turbios de corrupción y de hechos apátridas y de los más comprometidos a la lealtad. Una vez más los malos resultados, mostraron los frutos corruptos porque el tiempo todo lo muestra, ahora, la tergiversada trayectoria requiere cirugía comprometida, profiláctica y genial intervención, para regresarla a sus objetivos iniciales...

Lo importante fue demostrar y celebrar la fuerza de voluntad de nuestros ascendientes y progenitores mexicanos que dejaron para la historia una página brillante de comportamiento sociopolítico solidario. La Expropiación Petrolera, produjo una honda impresión en todo el país; este acontecimiento se llevó a cabo el viernes 18 de marzo de 1938, y rápidamente se fue advirtiendo el apoyo de la opinión pública. El 23 de marzo hubo en la ciudad de México una enorme manifestación como se encuentra en escritos de la época.

De igual forma, el 12 de abril hubo una manifestación muy peculiar frente al Palacio de las Bellas Artes. Millares de mexicanos de todas las clases sociales llevaron su cooperación para pagar la deuda petrolera, en especial mujeres.

           Las aportaciones iban desde gallinas hasta joyas valiosas. La expropiación fue consecuencia de una serie de hechos que habían puesto en entredicho la soberanía del país, por ello esta decisión llenó de júbilo al pueblo de México y al mismo Gobierno, porque tal vez era expresión del Pueblo.


Cada mexicano por su experiencia y perfil nacionalista recordó o celebró el pasado año la Expropiación Petrolera, de un singular momento de crisis mundial en la antesala del inicio de la destructora Segunda Guerra Mundial que se manifestó en el año de 1939 después de la Invasión de Polonia por el Ejército de Rusia y enfrentando las ideologías del Totalitarismo y la defensa de los principios del Capitalismo, con la capa de la Democracia. Los poderes capitalistas enquistados en Inglaterra y Estados Unidos, tuvieron que aceptar la decisión del Presidente Lázaro Cárdenas del Río, no por razonables, porque las condiciones críticas restaron posibilidades de enfrentamiento violento exitoso...  




Un segundo suceso notable, transformador en la administración del Gral. Lazaron Cárdenas, fue la aceptación de refugiados españoles en el año de 1939, después de la “Guerra Civil 1936 a 1939”, entre partidarios fervientes Monarquistas y Republicanos donde los republicanos fueron vencidos. En las guerras civiles por el poder, por más ideología contradictoria, no se puede ignorar la dignidad, el respeto, la buena fe de los contendientes que como extraños se desconocen y luchan hasta morir o vencer, enarbolando una ideología desconocida, no experimentada, que al aplicarse puede estar contra los más elevados valores y que el discurso  y las señales no son nítidas cuando hay encono, contradicción.

Las fuerzas antagónicas, luciéndose en la política se disputaban el poder en España desde antes del conflicto y ¿cuáles eran sus objetivos? Los Falangistas de tendencia fascista y comandados por el general Francisco Franco, tenían como objetivo eliminar el creciente movimiento comunista en España, con los apoyos de sectores tradicionales y conservadores de la sociedad española en asociaciones como la Iglesia, Ejército y grandes propietarios rurales, con apoyos militares de los nazis alemanes, su tendencia era establecer un gobierno donde la autoridad fuerte.

El Frente Popular de tendencia izquierdista, apoyado de sindicatos, partidos políticos de y defensores de la democracia. Luchaban por combatir el nazi-fascismo, que aumentaba en España y otros países europeos, apoyando al Gobierno Republicano y con la injerencia externa de la Unión Soviética.

Parecía definida la ruta republicana a pesar de la lucha de oposición de los monarquistas  desde antes a las elecciones de 1931 inicio de la Segunda República de Trabajadores”,  proclamada en 1931 y el fin de la monarquía española hasta 1936. Ese período de la historia española fue marcado por la fuerte polarización política y el Rey Alfonso XIII fue obligado a exiliarse.

Los grupos conservadores se movilizaron para derrocar al segundo presidente electo, Manuel Azaña Díaz, y a su primer ministro socialista. La movilización de la derecha política española llevado a la aparición del Movimiento Nacional que lideró el General Francisco Franco, llevó a cabo un golpe de estado en España.

Este golpe llevó al inicio de la Guerra Civil Española cuando las fuerzas de la izquierda se movilizaron en defensa de la República. Desde el inicio del siglo XX, España vivía sumida en crisis políticas y sociales. El gobierno monárquico fue incapaz de resolver las dificultades generadas por el atraso económico que reprimía movimientos populares, sindicatos y partidos de izquierda.
Después de la proclamación de la República, los conflictos entre las fuerzas de derecha e izquierda se agudizaron. El programa de reformas políticas y sociales iniciado por el gobierno republicano preveía, entre otros puntos, la amnistía y la reforma agraria.

La reforma amedrentó a las élites conservadoras, que estaban compuestas por propietarios,  burguesía y miembros del ejército y del clero, se unieron al partido de extrema derecha. La organización fue nombrada Falange y su objetivo era evitar las reformas que consideradas comunistas.

            La guerra civil provocó miles de muertos, destrucción, persecuciones y ejecuciones por ambos lados, en unos días, España fue dividida en dos partes, una en manos nacionalistas, la otra con el control republicano, de las regiones más prosperas.

Al final  de su lucha fratricida el Gral. Francisco Franco el 1 de abril de 1939 firma un breve texto manuscrito por el General:
“En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado.

El Generalísimo Franco
Burgos, 1° de abril de 1939.



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