Salvador Encarnación
“Desayuna como rey, come como príncipe y cena como esclavo”, sostiene una vieja conseja popular para conservar una vida, y figura, sana. Así que, si usted amanece sin apetito, desayunar en el restaurante Paramo, es una buena opción si atiende las siguientes instrucciones: inicie su caminar en la puerta de catedral. Tome la calle Ramón Corona hasta Ocampo. De vuelta hacia Las Peñas, y cuesta arriba camine ocho cuadras. Cruce la avenida don Serafín y siga una cuadra más. De vuelta a la derecha por la calle Peñón y tome Donato Guerra dos cuadras más rumbo al cerro. Todo a paso rápido. Después de media hora (el tiempo de caminata diaria que recomiendan los médicos del Seguro) usted llegará con un hambre de león al Páramo.