viernes, 4 de enero de 2019

Vivimos en un constante peligro: vecina




>Los olvidados de Bustamante.
Primera parte






Milton Iván Peralta

El Volcán/Guzmán



Desde hace varios años, ha visto el cómo su casa se ha ido agrietando poco a poco. Como esas líneas delgadas se van haciendo gruesas. Esas rayas en las paredes blancas comienzan a dejar pasar los rayos del sol, y con el paso de las semanas, el agua. Cada línea, se convierte en grieta, cada grieta debilita la estructura de una casa, poniendo en peligro a una familia, sienten miedo donde deberían estar seguros, en su propio hogar. 


“Hace tres años me hicieron una valoración del riesgo en la que estaba en mi casa, hasta el momento me entregaron jun papel, no me dieron ningún apoyo ni nada, ni se han dirigido conmigo para ver qué es lo que vamos hacer, por la situación en la que estaré apoyada por ellos, a mi y a mis vecinos nos urge proceder a ver qué se va hacer en esta situación”, dijo una de las damnificadas de la calle Bustamante 121, la maestra Aracely López Chacón.


“Si ustedes miran mi casa se darán cuenta que mi casa está toda cuarteada, de un solo lado, pero vivo en situación de riesgo, no puedo hacer nada por ordenes del mismo ayuntamiento, el me dice que no puedo reconstruir mi casa, quise hacerlo en el 2013 y no me dejaron, porque estoy a trece metros del abra que pasa aquí por la calle Bustamante”.

Aracely es maestra de profesión, trabaja para sacar adelante a sus hijos. Su vida ha cambiado desde hace varios años, y el temor es latente por el peligro de algo que acecha desde las sombras, el abra que esta debajo de sus pies. “Yo le pregunto al presidente qué puede proceder aquí, no nomás yo, sino mis vecinos que tienen sus casas dañadas, espero ahora sí tener una respuesta favorable, no puedo construir, si hubo personas que se les apoyó con construcción de casas, no sé de qué manera nos puedan ayudar, pero necesitamos ayuda”.



LA HISTORIA DE LA GRIETA



La maestra Aracely ha vivido la mayor parte de su vida en esa casa, era de sus padres, esas pequeñas líneas han ido apareciendo con el paso de los años, pero ha habido dos momentos claves para esto “en el temblor de 1985 se cuarteo poco, en ese tiempo mis padres no tuvieron para reconstruirla, pero era poco. Pero en los últimos años, con los hundimientos (2012) que tuvimos después se dañó más, no tengo a dónde ir, no puedo hacer más, tengo que estar aquí. Como toda persona, requerimos tener seguridad en el hogar, pido que el ayuntamiento me apoye”.

Pero la casa marcado con el 121, de Bustamante no es la única, su vecino de al lado tiene la casa destruida por completo, la de enfrente de dos pisos se está ladeando. 

Recordemos que el 21 de septiembre de 2012, la falla geológica se volvió hacer presente, dañando las casas de la calle Ignacio Mejía, Manuel M. Dieguez, Municipio Libre y la calzada Madero y Carranza, también estuvieron los de la calle Bustamante, pero nadie habló de ellos. 

“Se abrió incluso el pavimento de la calle, de ahí se comenzaron a reventar los conductos del agua, comenzó a brotar el agua, vinieron y taparon, así solucionaron, pero después se ha vuelto a abrir, si se fijan la inclinación de la calle es cada día más, la casa del otro lado se va hacía un lado, la de enfrente es lo mismo, nosotros somos los afectados, los demás no”, dice la maestra entre lágrimas. 

Dice que cada vez que tiembla se escucha un gran sonido debajo de la tierra, “nadie viene y nos pregunta a ver si estamos bien, es una situación de riesgo que vivimos permanentemente”. 




EL OFICIO




Al documento al que ella se refiere es el oficio: J238/2016, de la unidad de Protección Civil y Bomberos de Zapotlán el Grande, bajo el asunto: Informe de Análisis y Determinación de Riesgo, fechado el 16 de junio de 2016. En el comentan que se hizo una “verificación, análisis y determinación, con el objetivo de realizar una sensorial y levantamiento de campo, para emitir la determinación que resulte”. El oficio dice que conforme al atlas de riesgos naturales 2015, tiene el peligro de: huracanes, velocidad del viento isotaca, peligro por aceleración teórica, por deposito de cenizas, por fallas, por zona sísmica y hundimiento, todos en categoría “Muy alto”. Pero el oficio dice que “se necesita apuntalar el techo y el muro para evitar el colapso”, así termina firmado por Ricardo Lozada Padilla, coordinador administrativo de la unidad de Protección Civil y Bomberos de Zapotlán. 


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