miércoles, 7 de noviembre de 2018

Condicionan beneficios a adultos mayores








Juan José Ríos Ríos



Personas que por su edad se registraron ante el Instituto Nacional de las Personas Adultos Mayores y que recibieron a cambio la Tarjeta INAPAM de SEDESOL, a fin de gozar de los beneficios que se obtienen por esta razón y que constituye hasta un 50 por ciento de descuento en determinados servicios públicos, como el transporte de pasaje foráneo, en la central camionera de Ciudad Guzmán y en determinadas líneas de este tipo que operan en ella, condicionan el beneficio al derechohabiente.

            Este condicionamiento va desde un determinado número de asientos para los adultos mayores, que según las encargadas de la atención del pasajero en la central de autobuses y muy concretamente en Ómnibus de México y Primera Plus, son de seis, que si ya están “vendidos”, ya no otorgan espacio para más solicitantes, o bien ofertan un descuento del 25 por ciento cuando viajan dos personas, a una el descuento completo, al acompañante un 25 por ciento del valor o costo del pasaje o ruta que se quiere tomar.

            Es muy cierto que las empresas tienen el derecho de cuidar sus intereses, en este caso las de transporte de pasaje foráneo, pero también las personas gozan de derechos y es denigrante que por su condición de edad o por querer hacer uso de una tarjeta oficial que les otorga este tipo de beneficios, se le haga perder un traslado, un tiempo y que tengan que buscar, en otras empresas de transporte de pasaje, el poder hacer efectivo su descuento, máxime si éste queda a criterio del empleado encargado de la venta de boletos en ésta u otras central de autobuses.

            Si la disposición de la empresa de otorgar sólo seis espacios para los adultos mayores con credencial del INAPAM está de acuerdo al programa implementado por el Gobierno Federal, en este caso a través de la SEDESOL, y así debe ser, cuando menos las líneas de pasaje deberían de anunciar en sus tableros electrónicos si disponen o no de espacio para otorgarlo con el descuento, para que así la persona adulta mayor no se vea en la necesidad de hacer fila para la compra del boleto y luego le digan que no hay, y así lo hagan en la taquilla de otra empresa de pasaje foráneo que cubra la necesidad.

            En cambio, si no hay nada oficial para limitar el número de asientos en todas las líneas del transporte de pasaje foráneo hacia los adultos mayores con credencial del INAPAM, y sólo sea una disposición interna o capricho de las encargadas de las taquillas, se corrija esta desatención a las personas, nadie puede ni debe darse el lujo de violentar los derechos de las personas, mucho menos de las que por su edad tienen la condición de adulto mayor, y si poco se hace por ellos, que cuando menos no se les coarte lo poco que oficialmente se les ha otorgado para su beneficio.
           
           

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