¿De patente o genérica?

 

 

Juan José Ríos Ríos

 

 

Por considerar que muchas de las iniciativas nuevas o para reformar disposiciones legales promovidas por los diputados en el Congreso de la Unión, pasan desapercibidas por los ciudadanos a los que presunta o realmente quieren apoyar o ayudar en su economía y, en este caso, es en materia de salud de la población, reproducimos parte de una reforma más que según los diputados garantizará adquirir medicamentos a mejor precio.

            La nueva reforma, que el pleno de la Cámara de Diputados aprobó con 482 votos a favor, dos en contra y una abstención, la Ley General de Salud establecerá como obligación del personal médico prescribir en sus recetas los medicamentos por denominación genérica. Adicionalmente, si el emisor de la receta así lo desea, podrá indicar la denominación distintiva (marca comercial) de su preferencia, pero informando al paciente sobre las opciones terapéuticas.

            Según los diputados, con esta reforma se estará evitando que se prescriban únicamente de patente, cuyo costo es más elevado y, además promoverá la competitividad en la industria farmacéutica para beneficio de la sociedad. El proyecto de decreto fue turnado al Ejecutivo para su publicación y entrada en vigor, considerando que esta acción reducirá el gasto que se realiza en materia de salud y a la vez se promoverá la competitividad en la industria farmacéutica para beneficio de la sociedad.

            Salomón Chertorivski, secretario de la comisión dictaminadora, subrayó que existe una clara diferencia en el precio de los medicamentos genéricos y los de patente, pues los primeros cuestan menos de mitad que los de marca comercial. Si bien hoy entre ocho o nueve de cada diez medicamentos que se compran con genéricos en una farmacia disminuye a menos de la mitad. Todavía muchas doctoras y doctores recetan la marca de patente, cuando ya existen los genéricos. Celebro que podamos votar por consenso esta iniciativa que realmente impacta en el bolsillo de los mexicanos”, dijo.

            En su turno, Xavier González Zirión indicó que el gasto de bolsillo para salud de los mexicanos ha subido de manera proporcional con el costo de los medicamentos. Remarcó que la reforma es muy importante para combatir los monopolios farmacéuticos y reducir los precios de los medicamentos.

            “Es primordial hacerle saber que, en productos con el mismo contenido y la misma calidad comprobada por medio de múltiples pruebas, incluyendo pruebas de biodisponibilidad y bioequivalencia, existen precios muy dispares. En algunos casos varían hasta mil por ciento, una marca costando diez pesos, inclusive menos, y otra con el mismo contenido y la misma calidad, arriba de los mil pesos”, acusó.

            El dictamen aprobado establece que los medicamentos, para su uso, prescripción médica y comercialización serán identificados por sus denominaciones genérica y distintiva. “El emisor de la receta médica prescribirá los medicamentos en su denominación genérica y, si lo desea, podrá indicar la denominación distintiva de su preferencia informando al paciente sobre las opciones terapéuticas”, puntualiza.

            En la práctica, y nos consta, sí hay médicos que tras atender a sus pacientes por alguna enfermedad o padecimiento, informan que éstos tienen la opción de adquirir medicamentos de patente o genéricos, máxime que ahora muchas de las grandes empresas farmacéuticas han optado por ofrecer al público la consulta médica a un costo muy bajo, entre los 30, 40 o 50 pesos, mientras que en un consultorio “normal” o en clínicas o centros privados donde diferentes especialistas ofrecen sus servicios al público en general, el promedio por consulta oscila entre los 800 y  los mil y mil 500 pesos, una gran diferencia, sin duda.

            Entre las farmacias o empresas que ofrecen consultas por médicos titulados a costos extremadamente bajos, la receta emitida es para que los medicamentos prescritos se surtan por el paciente en la farmacia a la que acudió al servicio médico, entre los cuales se ofertan los denominados genéricos, pero también de patente, que son los más costosos por lo general. El asunto es, una realidad palpable, que muchas personas no les tienen confianza, porque no dan los mismos resultados los genéricos que los de patente, sugestión o realidad, pero así ocurre.

            Ante ello y para que los diputados hagan un trabajo legislativo más allá de las cuatro paredes del Congreso de la Unión, si es que no lo hicieron antes, debieran de informarse y apoyarse en sus decisiones con hechos comprobados en la realidad, es decir, que los medicamentos genéricos tengan la misma calidad y efectividad que los de patente, porque la creencia generalizada es que no lo son. Así, además de fomentar la competitividad comercial y apoyar la economía de los destinatarios de este tipo de reformas, tenga la certeza de que lo que pueda comprar tienen garantía, más tratándose de su salud, así se destruyen mitos y todo mundo saldrá ganando.