lunes, 20 de abril de 2020

Brotan peticiones y necesidades









Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán


Que se sepa, nunca antes hubo tanto interés y exigencia para el gobierno, de los tres niveles, como se está manifestando ahora ante la situación creada por la pandemia por el COVID 19. Hay muchas voces que reclaman, que critican, que señalan con índice de fuego lo que, siempre ha existido pero que, ahora con lo que se padece, se toma como bandera para exigir se atienda y resuelva, que si bien es bueno se corrijan las carencias y deficiencias que existan, tampoco se pueden resolver de la noche a la mañana, máxime cuando se está comprobando lo mal organizados e impuestos que hemos estado tiempo atrás.

            Uno de los grandes problemas sociales que se tienen en el país, es la corrupción imperante en el sistema judicial, cuando las cárceles están llenas de presos, muchos de los cuales no han sido sujetos de un proceso que los deje en libertad o los condene a purgar una pena por el delito que hayan cometido, sistema carcelario donde priva la corrupción, el hacinamiento, el no respeto de sus derechos humanos y personales, donde se les abusa todos los días y donde, lamentablemente también, conviven miembros de una persona que está recluida purgando una pena, situación no nueva, que siempre ha existido, pero que ahora aflora como mal a resolver.




             En este tema, llama la atención la postura tomada por el organismo denominado Reinserta, que solicita, a los tres órdenes de gobierno, crear espacios dignos para madres, niñas y niños y mujeres embarazadas en conflicto con la ley frente a la pandemia de Covid19. Exhorta a que se implementen medidas estrictas de sanitización y control extremo del personal penitenciario facultado para ingresar a dichas áreas; mismos que no podrá transitar por otras zonas, ni interactuar con personas diversas a las del área de referencia.
            Exponen que, en centros de reclusión de Mérida, Yucatán y el estado de México se dieron los primeros contagios de Covid19, lo que cuestiona las medidas de prevención implementadas en el sistema penitenciario nacional, y sobre la conciencia real en torno a las consecuencias derivadas de no atender la situación de manera eficaz y asertiva.

            Considera que no se debe perder de vista la especial situación de las y los niños que viven dentro de prisión con sus madres, así como a las mujeres embarazadas, por lo que, desde Reinserta, urgimos a implementar medidas contundentes para la protección de su integridad, proponiendo lo siguiente: Crear espacios dignos, completamente separados del resto de la población penitenciaria para las mujeres madres y sus hijas e hijos, así como mujeres embarazadas, en los que se implementen medidas estrictas de sanitización y control extremo del personal penitenciario facultado para ingresar a dicha área; mismo que no podrá transitar por otras zonas, ni interactuar con personas diversas a las del área de referencia.




            En medida de lo posible, reducir el número de niñas y niños que habitan dentro de reclusión, buscando derivarlos con familiares en el exterior. En este sentido será indispensable la coadyuvancia de las distintas autoridades encargadas de la tutela de la niñez (sistemas de protección, procuradurías de la niñez, DIF), de los tres órdenes de gobierno, para garantizar el bienestar integral de las y los niños derivados. En el caso de las mujeres y sus hijas e hijos en etapa de lactancia, ubicarlos en zonas de protección especial con acceso restringido y controlado.

            Implementar medidas de política penitenciaria (previstas en el artículo 146 de la Ley Nacional de Ejecución Penal) tendientes a la liberación anticipada de mujeres en mayores condiciones de riesgo; tomando en consideración el tipo de delito, la pena, la existencia de enfermedades graves o crónicas, estado de gravidez o edad. Esta medida tiene la finalidad de brindar una protección especial, pero también de descongestionar el sistema penitenciario, lo que permitirá la mejor implementación y focalización de acciones pertinentes.

            Es fundamental dotar de recursos necesarios para el cuidado y atención del personal penitenciario y de seguridad y custodia, a efecto de mantener la gobernabilidad en los centros de reclusión. Finalmente, hace un llamado a la sociedad para mantener la empatía, la solidaridad y la fortaleza comunitaria, pues éstas constituyen el mejor camino ante una situación de importantes retos y cambios como la que atraviesa no sólo nuestro México, sino el mundo entero, concluye Reinserta.

            Ojalá y se tomen medidas en beneficio de sus destinatarios, y que, como éste caso, todo se vaya mejorando y atendiendo para que, de la crisis, surja una mejor sociedad, una mayor y mejor relación, menos injusticias, una sociedad más comprometida y exigente en el respeto de los derechos de todos los ciudadanos, que no vayan a ser posturas de temporada, con la sola intención de ejercer presión y sacar raja o provecho para sus causas particulares, todo es posible en la medida de cada quien haga su parte, es tiempo de cambios y para bien.


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