miércoles, 18 de septiembre de 2019

Paisanos ajenos





Fernanda Larios Jacobo

“La lengua muere con la última persona que la habla
 y no hay lenguas sin pueblos.”



La asamblea general de la ONU proclamó el 2019 como el año internacional de las lenguas indígenas, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad y fomentar el reconocimiento de los idiomas originarios, su importancia y aporte cultural; y es que, a pesar de que los pueblos indígenas son herederos de una gran variedad cultural y lingüística, así como de tradiciones ancestrales y costumbres, corren un gran peligro en la época actual, donde la tecnología avanza a pasos agigantados y cada día surgen necesidades, atractivos e intereses distintos que hacen que las personas miren en todas direcciones excepto en lo que tienen de frente.




Siendo México un país multicultural, donde el 10% de su población total habla una lengua indígena, cuenta con un total de 364 variantes lingüísticas, agrupadas en 68 grupos y 11 familias, se estima que cada día puede desaparecer una de ellas. Es un dato alarmante pero cierto, pues la lengua muere con la última persona que la habla y no hay lenguas sin pueblos, además no es para nada una mentira que a pesar de la cantidad de dialectos que existen en nuestro país y que casi 25 millones de personas se consideran indígenas, los medios de comunicación, las actividades sociales cotidianas e incluso la educación solo se enfocan en difundirse a través del castellano.

Para que exista un verdadero dialogo intercultural, tiene que haber equidad e inclusión, algo que los pobladores indígenas han buscado defender a través de casi quinientos años de lucha a partir de la conquista española pues aunque se sabe que con el paso del tiempo la forma de hablar y comunicarse evoluciona, lo que muchas veces ocasiona la desaparición de ciertos dialectos, idiomas o maneras de expresarse, el problema surge cuando esto se inclina de alguna manera hacia el racismo dejando a un lado el valor histórico e impacto social actual en los que intervienen estos grupos.

Los pueblos étnicos de nuestro país tienen mucho que decir sobre los problemas sociales en el tema de la democracia, de la justicia y la distribución de recursos, aportes culturales y cívicos pero siguen siendo invisibles, sin ser tomados en cuenta y  siendo ignorados por la ciudadanía, quien tiene la responsabilidad para replantearse como sociedad y ver cómo están distribuidos los beneficios y privilegios de las personas que hablan una lengua indígena y de las que no, debe haber una proyección de las culturas indígenas como algo rico en conocimiento y que es importante para la identidad y población de México, recordar las raíces que nos han formado y de las cuales conservamos rasgos tanto físicos como espirituales, ser partícipes del fomento de los derechos equitativos a través de su práctica y difusión.


 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Popular Posts