domingo, 22 de diciembre de 2019

Recordando a don Gonzalo Salvador Ochoa de la Mora







Tecalitlán en la historia





René Chávez Deníz*


A continuación, les comparto algunas anécdotas de la vida y personalidad contadas por el Señor Gonzalo Ochoa al Señor Ramiro Martínez Negrete, persona que estuvo cerca de Gonzalo por muchos años, ya que empezó a trabajar en 1954 como bodeguero en el ingenio “La Guadalupe” propiedad de Don Gonzalo y posteriormente como empleador de confianza.

            Don Ramiro se remonta a fines del siglo XIX a principios del siglo XX tiempo en que se casaron los padres de don Gonzalo Ochoa, Don Leopoldo Ochoa Rodríguez y Ma. Dolores de la Mora quienes tuvieron seis miembros de familia Gonzalo Salvador, José, Edmundo, Esperanza, Dolores y Flavia.

            Don Leopoldo comenzó a elaborar piloncillo en una hacienda ubicada a la orilla de la población de Tecalitlán como buen visionario empezó a agrandar el trapiche, comenzó a elaborar azúcar en marqueta y alcohol, todo marchaba bien, pero… el Sr. Leopoldo Ochoa a causa de la revolución tuvo que salir de Tecalitlán, emigrando al estado de Michoacán trabajando en un ingenio como tachero y encargado de elaborar azúcar.

             Y bien… volviendo con Don Gonzálo Ochoa, después de estar un tiempo fuera de aquí regresa para hacerse cargo del ingenio que andaba mal. Luego el Sr. Gonzalo se casó con la Señorita Ana María Hinojosa, tuvieron 4 hijos le sobreviven Yolanda y Jaime Ramón, tiempo después encuentra su segunda esposa la Señora Elizondo.

            En sus traslados de Tecalitlán a Zapotlán hoy Cd. Guzmán, en uno de estos fue interceptado en el cruce de la vía del tren, cerca de la puerta de  Cárdenas, siendo secuestrado por unos bandidos, Don Gonzalo llevaba de chofer a Don Aureliano Cisneros quien se mostraba muy asustado, el Sr. Ochoa de la Mora le decía “MANO” no tengas miedo, al que quieren es a mí, caminaron buen tramo por la via del tren donde el Sr. Ochoa iba dejando pistas por donde lo llevaban, tiro un pañuelo con su nombre grabado, luego una pluma fuente, su corbata y así sucesivamente, lo ocultaron en una cueva del volcán, el Sr. Ochoa no les demostró miedo, varias veces amenazaron con colgarlo, Don Aureliano su chofer lloraba de miedo,  los bandidos se llevaban a Don Aureliano a sus andanzas en donde veía que les quitaban los almuerzos a la gente trabajadora, si se resistían los ahorcaban, después de varios meses le hicieron llegar a la señora Elizondo una petición en los que los bandidos le pedían $5000.00 cinco mil pesos en oro.

            Contaba Don Gonzalo que por la mañana le daban de comer tacos y por las noches solo tortillas remojadas en agua, se llegó el plazo de entregar el dinero ¡Ah! Pero antes de eso, una hermana del Sr. Gonzalo Ochoa de la Mora estaba casada con el Sr. Francisco de la Torre un Español que explotaba la Sierra de Tapalpa, extraía la trementina de los pinos la procesaba y la trasformaba en Colofinia que exportaba a Estados unidos de Norteamérica, una hermana de Don Francisco era la esposa del presidente de la Republica el Gral. Manuel Ávila Camacho, entonces el Sr. Ávila Camacho ordeno que el ejército peinara todas las faldas del volcán, en Zapotlán la Sra. Elizondo reunió los 5 mil  pesos en oro, el portador de dicho dinero fue el Sr. Aureliano Cisneros, salió rumbo al volcán en una yegua blanca, era la clave para que el ejército no le disparara,  todos los caminos que conducían al volcán, en las labores en cada “MONO” de hoja se escondía un soldado, la yegua blanca los llevo a donde se encontraba el Sr. Ochoa secuestrado, entonces el ejército abrió fuego muchos de los bandidos murieron y otros escaparon porque conocían todos los atajos y caminos del volcán, el jefe de los bandidos escapo con el dinero, el Sr. Cisneros monto su yegua blanca, se regresó y duro tres días escondido en el panteón de Zapotlán, salvo su vida porque el ejército tenía órdenes de no disparar al jinete de la yegua blanca, gracias a Dios este episodio amargo llego a su fin, Don Gonzalo llego sano y salvo a su hogar con sus seres queridos cerrándose así una página de la vida de este gran hombre.

            Retomando datos proporcionados por Don Ramiro Martínez Negrete acerca del ingenio “LA GUADALUPE” nos comenta que Don Gonzalo contaba con muy buenos elementos, los obreros dirigidos por los señores Emilio y Alfredo Rebolledo, el campo por el Sr. Salvador Rodríguez y en las oficinas los señores Macario Ramírez torres, Don José María Cantero. Las oficinas de los ingenios “La Guadalupe” y “Santiago” se ubicaban en la calle Miguel Pérez Ponce de León #90.

            En 1972 Don Gonzalo Ochoa sufrió una embolia y en septiembre de ese año el final de su vida llego, Tecalitlán se ponía de luto al perder a uno de sus hijos predilectos.


*Cronista Municipal de Tecalitlán.



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