miércoles, 2 de marzo de 2022

Laguna, tesoro en peligro


 

Juan José Ríos Ríos

 

 

Muy poco eco o efectividad han tenido las alertas, los llamados que han hecho investigadores e instituciones educativas de nivel superior, como la Universidad de Guadalajara y el Centro Universitario del Sur, para que se valore, se proteja y se haga un saneamiento de la Laguna Zapotlán. Este vaso de agua, es ahora un tema que se maneja como problema debido a los desbordamientos de sus aguas que cubren 800 o más hectáreas de tierras dedicadas a la actividad agrícola o ganadera.



            Promesas van y vienen pero no se cumplen nunca, cuando menos hasta la fecha, por los efectos que presenta la laguna se derivan, principalmente por el cambio constante y creciente de uso de suelo, el calentamiento global y el cambio climático, no lo digo yo, sino quienes se han dedicado a su estudio e investigación, como el biólogo Jesús Espinosa Arias y J. Guadalupe Michel Parra, entre otros, pero que en la realidad no han producido los efectos deseados, no se ha visto algo real y efectivo por parte de los gobiernos federal y estatal, eso lo digo yo.


            Según datos obtenidos, la Laguna Zapotlán está considerada dentro de las 26 más importantes de nuestro país, se ubica en una cuenca cerrada a mil 498 metros sobre el nivel del mar, con una capacidad de 27 millones de metros cúbicos y un espejo de agua calculado en mil 508 hectáreas. Se le considera como corredor de aves migratorias de un total de 127 especies, 57 acuáticas y 70 terrestres, 40 especies de mamíferos, 13 de reptiles, seis de anfibios y siete peces, algunos endémicos y en peligro de extinción.





            Dicho esto, es conveniente definir si este depósito de agua es lago o laguna. Al respecto estas son las definiciones que encontramos sobre el tema y que deben de servir como base para referirnos al respecto. Los lagos son cuerpos de agua, en su mayoría dulces, que pueden tener una gran extensión y que están separados del mar. El agua de los lagos, puede provenir tanto de ríos y rieras, como de aguas subterráneas o la lluvia. Pero no solo tienen una entrada de agua, también tienen salidas en forma de ríos o salidas al mar, por lo que el agua nunca está estancada, sino que hay corriente, aunque muchas veces no sea perceptible.


            Cabe remarcar que aquellos lagos muy grandes que no tienen salida al mar también se pueden conocer como mar cerrado, un ejemplo clásico es el del mar Caspio, que en realidad es un lago. Por otro lado, las lagunas son depósitos naturales de agua separados del mar, de poca profundidad y cuyas aguas suelen ser saladas o salobres. A consecuencia de su escasa profundidad y de su sedimentación, las lagunas suelen ser sitios donde crece mucha vegetación y albergan una gran fauna. A diferencia de los lagos, donde solo crecen plantas en los márgenes, la laguna puede contener plantas con raíces en toda su extensión.





            Reproduzco parte de lo publicado y que está a disposición de los interesados, producto del interés y la dedicación de los investigadores arriba señalados, que indican. “El Lago está altamente amenazado y en peligro por ser una cuenca cerrada, ha tenido cambios fuertes en el uso de suelo y en sus zonas de amortiguamiento; esto debido al cultivo de cosechas de frutos alrededor de la Laguna y al establecimiento de una población flotante y fija de alrededor de 140,000 personas, compuesta por una población indígena, rural y comunidades urbanas. El Lago y su sub-cuenca presentan una alta contaminación de aguas negras, desechos industriales de agroquímicos, ganado, silvicultura y desechos naturales, así como volcánicos. Se lleva a cabo control manual, mecánico y biológico por la invasión de lirio y tule. También se aplica tratamiento secundario al agua urbana.


            Existe aún mucha falta de conocimiento local sobre la importancia del ecosistema del Lago, por esto fue necesario complementar y fortalecer programas existentes de educación ambiental formal e informal a través de alianzas locales y gobernanza con las instituciones regionales que realizan actividades relacionadas con la Laguna, gracias a este esfuerzo en 2018 se integra una Agenda Ambiental Municipal con actividades dirigidas a diferentes grupos poblacionales. Esto para restaurar y manejar para conservación, especies de flora y fauna así como sus hábitats.


            El Lago tiene una entidad legalmente constituida que es la Comisión de Cuenca del Lago Zapotlán. También existe un Comité Estatal de Protección Ambiental de los Humedales de Jalisco que va de la mano con la declaración del Lago Zapotlán como Sitio Ramsar desde 2005. Es relevante por su biodiversidad. La Convención de Ramsar ha otorgado dos distinciones al lago por: manejo sostenible de los lagos en 2010 y por turismo en humedales en 2012; el lago alberga juegos de deportes acuáticos nacionales e internacionales. Fue la sub-sección de los Juegos Panamericanos, Guadalajara 2011. Desde marzo del 2018 el Lago es miembro del programa ambiental reconocido por la ONU "Living Lakes Network" de la Fundación alemana Global Nature Fund, donde se participa activamente en proyectos internacionales.


            Con tanta legalidad en su favor, ¿cabe cuestionar por qué nuestra laguna sigue siendo un depósito de todo? Esperamos que ahora los afectados, directamente, se han agrupado en una Asociación Civil, sus necesidades y las de la laguna sean atendidas no solamente con la prontitud que merecen, principalmente para ya comenzar a poner orden en la cuenca, tarea que ellos no pueden hacer, pero sí gestionar y hasta hacer presión, para que las entidades federal, estatal y municipal, vuelquen su interés por este tesoro tan a la vista de todos, pero como todo lo útil y lo que disponemos como humanos, sólo ha estado, hasta ahorita, como un sitio que algunos ven como riesgo y no como lo que realmente es.




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