Primer
Futbolista tecalitlense que jugo a nivel profesional
René
Chávez Deníz*
Don
Chilo, como se lo conocía cariñosamente entre los tecalitlenses, nació el 22 de
noviembre de 1933, hijo del reconocido músico Silvestre Vargas Vázquez. Se casó
con Ángela Montes de oca con quien procreó siete hijos.
“Desde
niño mi inquietud fue jugar de portero, posteriormente ya en mi adolescencia
fui admirador de Jesús Chávez Najar “El mantecas”, guardameta en ese entonces
del equipo Atlas local, yo me colocaba atrás de su portería para observar sus
movimientos y me decía para mis adentros <algún día lo voy a desbancar>”.
El
tiempo siguió su marcha y llegó la oportunidad deseada para “Chilo” Vargas, “una
noche de sábado iba a entrar al cine cuando Macario Ramírez, presidente del
Atlas me dijo… no te vayas a desvelar porque mañana vas a jugar en la primera,
el mantecas anda en malas condiciones de salud, se imaginan el gusto que me
dio, que recogí mis centavos y deje el boleto en la taquilla para irme a
descansar y estar listo para mi debut, esa noche no pude dormir, se me hacía
imposible que mi sueño se hiciera realidad, la oportunidad de desbancar a mi
ídolo, a partir de ese día me mantuve en la primera del Atlas, después me pase
al Boschetto”.
En
sus deseos de superarse se fue a radicar a la población de Armería, Colima, de
ahí Pepín González lo llevó al Tecomán, ahí conoció a Edwin Cubero, jugador
costarricense del Atlas de la primera división profesional y lo invitó a
enrolarse a las filas del Atlas del Guadalajara, lo cual Chilo tuvo miedo, y
aceptó mejor la oferta del Pepín González de irse a la laguna de Torreón de la
Segunda División, al año siguiente que estuvo en ese equipo subió a la Primera
División Profesional, y desafortunadamente ya no pudo seguir debido a que
contra el Nacional de Guadalajara se lastimó un hombro, y ya no pudo seguir en
el nivel futbolístico profesional.
Don
Chilo Vargas, amo la música de mariachi como su papá, Silvestre Vargas Vázquez,
pero también el deporte, especialmente el futbol, su pasión posterior a su
retiro se dedicó por mucho tiempo a ser entrenador de porteros, gracias a su
tenacidad y disciplina logró dejar huella en muchas generaciones de jovencitos
que les gustaba la posición de portero.
¡En paz
descanse Don Cecilio Vargas Jiménez “Chilo”!
*Cronista
Municipal de Tecalitlán.
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