jueves, 27 de agosto de 2020

Una Ventana de Oportunidad para la Educación, Neurociencias con Facundo Manes

 



 

 

Sandra Gómez 

 

 

Estimado lector, los estudios del cerebro han aportado información valiosa de su funcionamiento y en consecuencia esos conocimientos se aplican al proceso de aprendizaje.  A través de la siguiente lectura le presento una introducción al tema que le permita contar con un hilo conductor entre ¿Cómo se aprende?, ¿Cómo mejorar la salud del cerebro?, la felicidad y su efecto en la educación.


En publicaciones anteriores se ha tocado el tema de la felicidad y que esta se puede lograr a través de la psicología positiva, se ha hablado que es un constructo, y que no tiene precio “Ser Feliz”; asimismo, se ha mencionado con antelación que los estados emocionales positivos ayudan a la atención y mejoran la memoria.


El médico Hipócrates (460-369 a.C) “describe al cerebro como la sede de la experiencia y de la inteligencia. Gracias al cerebro de manera especial adquirimos sabiduría y conocimientos y vemos y oímos, distinguimos entre lo repugnante y lo bello, lo malo y lo bueno, lo dulce y lo insípido. Los hombres deben saber que el cerebro es el responsable de las alegrías, los placeres, la risa, la diversión y de la pena, el desaliento, entre otras experiencias”.


Por otra parte, las neurociencias es un campo de la ciencia que estudia el sistema nervioso y todos sus aspectos; como podría ser su estructura, función, desarrollo ontogénico y filogénico, bioquímica, farmacología y patología, y de cómo sus diferentes elementos interactúan, dando lugar a las bases bilógicas de la cognición y la conducta. Siendo la conducta o el comportamiento en términos de la psicología, el conjunto de respuestas que según la circunstancia afectan a la persona de manera consciente o inconsciente en relación con su entorno.


Con las descripciones anteriores no tenemos duda de la importancia del estudio del cerebro y la oportunidad que representan esas investigaciones para mejorar nuestro entendimiento de ¿Cómo aprendemos?


El cerebro se desarrolla a lo largo de toda la vida, pero como hemos acotado en publicaciones anteriores (NEE), existen “portales enormes” de oportunidad en la infancia para el aprendizaje acelerado y en la adolescencia existe otra “puerta” para aprender, sin olvidar que a lo largo de toda la vida existen ventanas para hacerlo.


Ahora se sabe que un catalizador para el aprendizaje es el “sentido del humor” con este pequeño impulso se mejora la atención y puede llegarse a la concentración. Por eso captar la atención utilizando como estrategia didáctica el narrar la historia del científico es efectiva.


Los pensamientos y las emociones ocupan un lugar en el espacio físico del cerebro; para que aprendamos necesitamos que los impulsos nerviosos sean eficientes y esto se logra a través de la generación consciente de emociones que permiten “fijar” los conocimientos.


De acuerdo con el neurocientífico Dr. Facundo Manes, los siguientes seis consejos te ayudan a cuidar la salud de tu cerebro: 1.Socializar; 2.Optimismo; 3.Ejercicio; 4.Seguir aprendiendo; 5.Comer sano; 6.Manejar el estrés. 





Ahora expliquemos cada uno de los seis consejos y aprendamos a cuidar nuestro cerebro; asimismo, veamos que estos consejos son muy semejantes a los caminos encontrados por los científicos para alcanzar la felicidad.


Socializar, los seres humanos nacemos en grupo y necesitamos de las personas a nuestro alrededor para poder desarrollar nuestras capacidades en su máxima expresión, a este proceso le llamamos socialización. Los vínculos entre humanos es lo que nos hace “HUMANOS”. Aprendemos unos de otros y con otros y a través de otros.


Optimismo, la psicología positiva tiene mucho que ofrecer en este punto. Aprende a ser feliz.


Ejercicio Físico. Los seres humanos requerimos del movimiento para fijar los conocimientos, hay niños por ejemplo con TDAH, que deben estar en movimiento si realmente queremos que “aprendan la lección”.  En cualquier persona se generan miles de conexiones nerviosas después de someter al cuerpo al ejercicio cardiovascular, y su efecto en la memoria tiene un gran impacto. En otras palabras, el ejercicio físico nos trae bienestar.


No dejar de aprender, ser inquieto, perseverante, aprender cosas nuevas; logran que en nuestro cerebro se genere un “conflicto” que permita un reacomodo de información y se agregue otra; modificando la propia estructura del cerebro.





La dieta saludable, agregar agua recordando que nuestro cuerpo es mayormente agua y que el cerebro la necesita; ingerir alimentos ricos en Omega 3, ingerir: pescado, fruta, vegetales, semillas, granos de manera balanceada y en cantidades adecuadas (menos es mejor, el extra se elimina por la orina).


Manejar el estrés. Dormir lo que necesitamos, un sueño reparador es excelente para el cerebro; diferenciar los hechos de la realidad es una estrategia para manejar el estrés. El estrés en una cantidad razonable es saludable; si se tiene en exceso y por mucho tiempo es NOCIVO para el cerebro. La realidad es lo que creamos en la mente, así que diferenciarla de los hechos ayuda a mantener a raya lo que podemos o no cambiar.


Mejorando la salud del cerebro a través de la práctica de los seis consejos anteriores, seguramente te permitirá aprender mejor y ser feliz en el trayecto de tu transformación a un ser humano pleno y con éxito.


Sé feliz, no te cuesta; cuida tu cerebro que el cuidara de ti; no dejes de moverte; comer sano, descansar y seguir aprendiendo sin olvidar seguir socializando. Hasta la siguiente historia de vida, Dra. Sandra Gómez Patiño.

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