lunes, 18 de noviembre de 2019

Se pierde arbolado


Juan José Ríos Ríos

El Volcán/Guzmán



La plaza principal de Ciudad Guzmán, conocida por su nombre como Jardín Cinco de Mayo, es la cara principal de la ciudad y sede de muchas actividades sociales, comerciales y de otro tipo, pero, sobre todo, es el centro de reunión de familias, el lugar ideal para disfrutar la tarde o de los raros eventos que se organizan y presenta en el Foro Luis Guzmán, por lo cual es un espacio público sujeto a una gran presión humana, del paso del tiempo y de plagas, más que nada en sus áreas verdes o arboladas.



            No es nomás víctima de esta influencia las zonas empastadas, incluso hasta el mobilario, que es de metal, también ha sufrido el embate de conductores distraídos que han destruido parte del patrimonio que posee la plaza principal, siendo sin duda el arbolado el que requiere de una mayor atención en su saneamiento o reposición por las especies que se han venido perdiendo, las más por enfermedades y más de una por la edad. Y ahí están los ejemplos, se conservan como árboles muertos de los que no se sabe si representan algún peligro para las personas.

            En una de las cuatro áreas verdes en las que se encuentra dividida la plaza principal de Ciudad Guzmán, localizada frente al edificio del Palacio Municipal, lado norte, existen dos especies de árboles que han muerto, dicho tal vez más apropiadamente, están secos. Uno de ellos presenta pocos restos y es el más antiguo de la plaza y el primero en morir. El segundo no tiene mucho tiempo de tener la calidad de seco y el que ha venido sido objeto de cortas en sus ramas, seguramente en previsión de un accidente, para que no se caigan encima de la gente.





            El primero de estos árboles, fue objeto de un reconocimiento, mediante la colocación de una placa, por parte de los integrantes del ayuntamiento 1998/2000, es decir hace casi ya dos décadas, en donde se plasma el dato de que es el árbol más antiguo de la ciudad, cuando menos en la plaza pública. Se trata de los restos de un cedro blanco, que fue plantado el 3 de agosto de 1813, teniendo en esa fecha 187 años. Han pasado 19 más, pero ya en calidad de recuerdo, como árbol que pasó a otro estado. Dicha placa establece que fue Regidor el señor Manuel Palafox Lozano, tal vez quien lo sembró.

            Pero, en otras áreas de la plaza principal, también existen árboles infectados, algunos han sido derribados y hasta el momento no se ha visto la intención de reponerlos, lo que sería deseable para que esos espacios no se queden vacíos, para que no se pierdan más árboles y los que están con plagas o enfermos se les trate y cure. Algo que llama la atención ciudadana es el trabajo de poda que se practica en los árboles considerados patrimonio de la ciudad o parte de las áreas verdes.

            Consideran, algunas personas que observan las labores de poda, que éstas se hacen de una manera extrema, que se va más porque luzcan estéticos a que presten sobra a las personas, incluso a los vehículos que se estacionan alrededor de la plaza principal o por calle de Reforma, exponen que está muy bien de que se mantengan controlado el arbolado para que luzcan un buen aspecto y con ello se hermoseé la plaza principal, pero que su desrame o poda no llegue a eliminar la poca o mucha sombra que dan, máxime ahora que lo que más se necesita es protección en contra de las inclemencias del sol, tomando en cuenta que es el Jardín Cinco de Mayo el punto de reunión familiar y sitio de descanso o espera de muchas personas, y por ellas y para evitar su ausencia por falta de sombra o por el riesgo de insolación, que el tratamiento al arbolado no sea tan riguroso.
           

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