jueves, 28 de noviembre de 2019

A propósito de revolución









Un momento por favor


J. Jesús Juárez Martín





La celebración del “Aniversario 109° del Inicio de la Revolución Mexicana” se rememoró con el Desfile Deportivo Escolar del día 20 de noviembre en Ciudad Guzmán,  entusiastas, alegres, numerosos contingentes disciplinados con personajes históricos de la lucha revolucionaria, la mayoría adecuados y encuadrados al momento histórico, fondos musicales con  canciones de aquel tiempo, aunque no faltaron regatoneadas y una que otra perreada, afortunados simulacros de lucha, tablas gimnásticas, bailables que destilaban juventud,  contingentes de escuelas primarias, secundarias, Colegios, bachilleres, presentes instituciones militarizadas, Águilas de México y muchos otros contingentes;  cerraron el desfile personal del Pentatlón, los Servicios Municipales como la ameritada Cruz Roja, el Cuerpo de Bomberos, tuvo destellos de elegancia que contrastaban con algunos materiales preciosos de artesanía huichol  “Los ojos de Dios” que una primaria orgullosa los mostraba en su marcha y  movimientos, que con música adecuada, simplemente un acierto; los deportistas destacados de Zapotlán lucían su medallas como si fueran racimos de uvas sobre sus henchidos pechos... tal vez un desfile largo y con espacios grandes entre algunos contingentes que dedicaban en diversos lugares su actuación. Considero que la convocatoria del Desfile tuvo buena respuesta entre los involucrados y tal vez la ausencia de niños como público se debió  a l cuidado y seguridad de ellos que en su contagiosa alegría podrían haber protagonizado algún problema, pero a ellos es el mensaje histórico,  de fomentar el amor a la patria , de conocer sus luchas históricas, los valores que forjan patria y que  se pretende trasmitir como esencia de nuestra identidad nacional, lo importante es el amor a la patria, respeto, cuidado y educación a las nuevas generaciones.

Hablando del desfile de la Ciudad de México que admiramos una buena parte a través de la caja electrónica de la T. V., grandioso, excelente organización y estupenda realización en un marco de un público que reconoció y aplaudió la presentación del contingente militar, las acrobacias, la marcialidad, la disciplina y la temeridad en algunos eventos presentados y con uno que otro incidente para que no faltara la emoción, corporaciones, grupos de  deportistas,  caballería, charros, instituciones escolares y de diferentes  rangos de ocupaciones en la diversidad de participantes, alegorías nacionalistas, de lucha,  pero sobre todo las actuaciones individuales colectivas que muestran el material humano de la juventud mexicana cuando construye y se concentra en la superación personal y colectiva, con respeto  apoyo y apertura, mostrando los valores forjados que ya poseen.




Copados los riesgos por la Guardia Nacional, de alterar la celebración por parte de campesinos, que tal vez en el momento actual se presentan como protagonistas de reclamos por un México más plural y con mayor equidad para todos, pero que los riesgos de violencia son caldo de cultivo para luchas tantas veces regresivas, sangrientas y no soluciones.

No festejamos la Revolución Mexicana como antología de violencia de tantos grupos, sino el anhelo de construir  un México más humano,  incluyente, menos injusto, con visión y anhelo de producir y ganar lo necesario para una vida digna, colectiva y personal con respeto y tolerancia a los pequeños desvíos de obnubilación  de buena fe, vivir trabajando y en paz, dispuesto al diálogo sin descalificar  porque se piense diferente, buscando la justicia en los quebrantamientos a las leyes con capacidad jurídica y rectitud  de los juzgadores.




En fin son enunciados que invita a la reflexión que concientice y apertura el indispensable diálogo y acciones conducentes, ante la diversidad de acciones, pensamientos, objetivos con humanidad y respeto a los demás y sin violencias que dañen o desaparezcan personas o grupos que se interesen por la superación del país.

Las reflexiones nos lleven a desear, querer, idealizar un régimen  realizable con ribetes de utópico  para un país de los más altos valores humanistas y trato respetuoso entre los diversos grupos en las relaciones diversas de convivencia, trabajo, gobierno,  espiritualidad constante respetuosa y fluida... y tal vez esa sea el dinámica de la humanidad que nunca ha tenido ni la fórmula y ni la aceptación universal de un sistema de gobierno  u organización social.

Lo real es que vivimos, viendo caer pedazos de nuestra patria, vidas humanas, como individuos, grupos sin seguridad social, una constante guerrilla entre organizaciones fuera de la ley, militares y guardia nacional, desplazamiento de los lugares de origen por la pobreza o falta de condiciones para vivir en paz y trabajo y todos esos bienes son parte del patrimonio que llamamos Patria, por eso se asegura que el país parece caer en pedazos , porque hasta de una fuerza poderosa se carece , porque si la hubiera tal vez ya estaríamos en la absoluta tiranía de grupo o de personas. 



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