Juan
José Ríos Ríos
Por la
situación que guardan y las decisiones cupulares que se están dando para la
designación de candidatos a cargos de elección popular, cuando menos en algunos
Municipios del Distrito 19, se aprecia que se les está haciendo bolas el
engrudo a algunos de los partidos políticos reconocidos y que entrarán en
contienda para la elección del primero de julio, causando descontento,
desilusión y hasta deserción entre sus militantes y simpatizantes.
Y este fenómeno político que se
registra en la Región sur, sin duda alguna se replica en otras partes del
estado y hasta nivel nacional, producto de la efervescencia generada por el
líder MORENA, Andrés Manuel López Obrador, el manifiesto hartazgo ciudadano por
la forma como se gobierna por los partidos de siempre, y cuando los que han
detentado el poder dan muestras claras de su miedo a una derrota, lo que muchos
oportunistas y aventureros políticos están aprovechando para cambian sus convicciones
y preferencias para sumarse a lo que creen se dará, desplazando a los de casa
para que, como dice el refrán: A río revuelto….
A esto hay que sumar los yerros o
tomas de decisiones cupulares, que están siendo cuestionadas por militantes y
simpatizantes de los partidos, de lo que tampoco escapa MORENA, porque en
algunos Municipios ya se impuso candidato, violentado incluso convocatorias
emitidas por la dirigencia estatal, o bien, sin éstas, quienes aspiran ser
considerados precandidatos respetando y cumpliendo las reglas de su partido,
sienten y lo más seguro es que se dará, que también se les impondrá el
candidato, sin tomar en cuenta a la base.
Y aunque aún les queda tiempo a los
partidos políticos y a sus dirigentes para definir quiénes serán sus candidatos,
ya se ha sembrado el descontento, el desánimo, la merma en la credibilidad y el
retiro o deserción de gente que, por años, ha militado, trabajado, simpatizado
y ha apoyado a su partido, en la espera de ser tomado en cuenta, las decisiones
de la cúpula se imponen, le pese a quien le pese y, lo más seguro, es que el
resultado lo verán el día de las elecciones y una vez que hayan sido concluidos
los trabajos del cómputo de los votos.
De todo esto se puede concluir de
que no hay, de parte de los partidos políticos y de algunos buscadores de
chamba que salen airosos de este desorden, respeto ni a sus reglas y mucho
menos para sus militantes y simpatizantes, no se aprecia el ánimo de hacer
política con sentido de servir a los demás, con los mejores hombres y mujeres, sino
de aferrarse al poder y seguir realizando las prácticas corruptas de siempre,
de lo que el pueblo está harto y lo que parece que, ni a los partidos ni a los
políticos, les importa, lamentablemente muchos de ese pueblo se prestan al juego,
siguen sumisos y acatan las decisiones de sus cúpulas, el manoseo de los bienes
de todos, algunos por tortas, gorras o despensas, otros, con un hueso, aunque
sea de diputado.
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