jueves, 8 de febrero de 2018

Tradiciones, identidad regional: Gabriel Velasco

 



Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Tuxpan


El próximo sábado diez de febrero en la vecina ciudad de Tuxpan habrá de celebrarse el VII Coloquio regional de crónica, historia y narrativa, “fiestas, tradiciones y devociones populares en los estados de Colima, Jalisco y Michoacán”, con la participación de cronistas de esas ciudades que se reunirán en la casa de la cultura del pueblo de la fiesta eterna.



            “La parte más importante para la identidad de un pueblo es su lenguaje, sus tradiciones y sus costumbres… es importante conocer, entender y disfrutar de otras culturas, pero sin abandonar la propia”, dijo al respecto el licenciado Gabriel Velasco Larios, cronista de Tecomán, mismo que participará en dicho coloquio con el tema: Tecomán y la Virgen de la Candelaria”.

            Explicó que Tecomán, palabra de origen náhuatl, de cuya raíz y significado muchos tecomenses y extraños no nos enteramos, la componen los vocablos: tecolo tecolli-abuelo y man- lugar, cuya significado es “el lugar de nuestros abuelos” este asentamiento humano fue fundado a dos leguas de Caxitlan en 1523 según consta en el archivo general de la nación (apuntes Flores Galicia Antonio).

            Tecomán es referente importante para disfrutar la historia de Colima y también para tratar de entenderla, muchos autores la han abordado desde Miguel Galindo en su texto “Historia de Colima”, hasta nuestra época más reciente en las investigaciones documentales del presbítero y Licenciado Roberto Urzúa Orozco (1926 - 2008), en sus primeros trabajos publicados desde 1970, cuyo texto “Coliman, Caxitlan y Tecomán nos aportan muchas noticias sobre estas tierras del occidente de México y seguidamente la obra de José Miguel Romero de Solís, Breve historia de Colima, y desde luego el texto “mitos y realidades de la conquista y fundación de Colima (2006) de José Abelardo Ahumada González.

            Historia: Tecomán fue asiento de la Villa de Colima y funda en Caxitlan el 25 de julio de 1523, Gonzalo de Sandoval al arribar a estas tierras. Posteriormente el 20 de enero de 1527 se cambia al sitio que hoy representa un gran desarrollo urbano y cultural, cuya mixtura conurbada entre la ciudad capital y Villa de Álvarez, en los años recientes, era insospechado su crecimiento.

Seguido de este preámbulo histórico, el cual es imprescindible desligarlo de la Virgen de la Candelaria, cuya imagen es venerada cada 2 de febrero, encontramos en ese símbolo un gran arrastre popular ya que éste está presente desde 1528, cuando llego a este valle de Tecomán por el puerto de San Juan de Alima (Flores Galicia Antonio).

Es interesante observar que en la cronología de estos pueblos está presente la Virgen de la Candelaria: Caxitlan 1523, en donde calamidades como sismos, peste y un incendio que destruyó su templo, obligan su traslado a Santo Santiago de Tecomán en 1800; antes también fue venerada en Valenzuela fundado este pueblo en 1778 y habitado predominantemente por españoles. De manera que ambos pueblos Valenzuela y Santiago de Tecomán ya veneraban a la Virgen, pues se sabe que practicaban procesiones desde 1800, ida y vuelta entre Santiago de Tecomán hasta esta comunidad (Valenzuela) desaparecida en 1847 a causa de una epidemia y unos sismos el 2 de octubre de 1847.

            Según el estudioso literato e historiador, Antonio Flores Galicia, es en 1876 cuando los fieles de Santo Santiago empezaron la tradición: sacar a la Virgen el 2 de febrero de cada año, tradición que se conserva a la fecha, interrumpiéndose esta práctica por la Guerra Cristera de 1926 a 1940.

            En fin, este 2 de febrero del 2018, nuevamente los tecomenses, pobres, ricos, creyentes y no creyentes, autoridades civiles y religiosas y cúpula empresarial, vitorean a la Virgen de la Candelaria, la cual es cargada en “andas” por alrededor de 80 personas, cuyo número se incrementa hasta 200 hombres por los momentos de relevos.


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