jueves, 6 de agosto de 2020

¿Cuál es tu mayor pérdida? COVID-19


 



Sandra Gómez

 

 

Estimado lector, en esta entrega hablaremos del termino contingencia y de las perdidas. La presencia del virus COVID-19 es un hecho, lo que nos trae son: ¿pérdidas y ganancias?


 La pregunta como título tiene la función de llamar su atención. La mayoría de nosotros llamamos perdida cuando un ser querido fallece; también llamamos perdida cuando jugamos, apostamos y “perdemos”, y así podría seguir citando ejemplos.


 De algunas de estas pérdidas nos recuperamos y otras simplemente las pasamos a un baúl de recuerdos. Cada persona es diferente, pero la mayoría tenemos apegos en mayor o menor medida a las personas u objetos.


                                  


            Hoy comparto un par de frases de Gabriel García Márquez que en mi opinión debemos tener presentes:


1.“No llores porque se terminó… sonríe porque sucedió”; 2. La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y como la recuerda para contarla”.


            Ahora recordemos que significado tiene la palabra “contingencia”; “una forma de entender la noción de contingencia es como un acontecimiento cuya realización no está prevista. Una contingencia en este sentido, puede ser espontanea o estar provocada (revisado el 24 de julio 2020 Https://definicion.de/contingencia).


 En otras palabras, hablamos de contingencia para señalar a un suceso que puede o no suceder. Desde luego hablamos de riesgo.


            Las frases muestran dos de los aspectos que nos distinguen como humanos, nuestra forma de almacenar recuerdos y el impacto emocional que nos marca.  La contingencia sanitaria es una realidad y ha impactado en mayor o menor medida a nuestra comunidad. La suerte es que todavía existe una oportunidad para recordarla de la mejor manera, si todos hacemos la parte que nos toca; esto es cuidarnos a nosotros mismos y a los demás siguiendo las indicaciones de los expertos en enfermedades infecciosas.


 En alguna ocasión mi amiga Lupita Camberos me dijo, “el dinero es redondo para rodar; y de papel para volar”. ¡Oh Dios!; ella conoció de primera mano lo que es vivir con lo mínimo, y tengo la certeza de que es una persona congruente con lo que dice y hace.




 No nos gusta escuchar que todo lo material que hemos acumulado lo hemos perdido, como si de un juego de apuestas se tratara, y tampoco nos gusta saber que alguien querido murió y no pudimos hacer nada por el o ella. 

 Recordemos la palabra contingencia que escuchamos una y otra vez, debemos cambiar nuestra forma de entenderla y actuar en consecuencia. El COVID-19 puede o no infectarnos a corto plazo. Lo que si podemos hacer es ser en extremo precavidos. Si ya leíste mi artículo anterior en donde presentaba la similitud con el humo del cigarro, podrás imaginar al virus en el aire y es una “cuestión de suerte” que te afecte en mayor o menor grado.

            Las pérdidas económicas y la recuperación serán aprendizajes para las nuevas generaciones en donde la educación financiera debe formar parte de sus vidas. Las pérdidas humanas se pueden prevenir o minimizar siguiendo las indicaciones de higiene. El jabón las “encapsula” y permite que “no se queden” con nosotros; por otra parte, las que están en el aire las podemos inhalar y anteponer una “barrera” es importante, esto se hace con el cubre-bocas y las cortinas en casa; manténgase en casa, comuníquese por video llamadas y haga grupos de apoyo para los más vulnerables, acercándoles alimento y educación.

             Cuídese mucho es responsabilidad de todos, que el virus que no vemos ni olemos no se multiplique.  Hasta la próxima historia de vida su maestra Dra. Sandra Gómez Patiño.



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