lunes, 7 de septiembre de 2020

40 años de ser maestro

                                       



Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán

 

Agradeciendo la amistad y buena relación que hay con el maestro Pedro Mariscal, así como la información que me proporcionó acerca de su aniversario número 40 como egresado del Centro Regional de Educación Normal (CREN) de Ciudad Guzmán, me permito transcribir parte de lo comentado por él sobre el tema, considerando que si bien son datos muy personales, dan cuenta de lo que en el pasado fue y en la actualidad es, por fortuna, este importante centro de formación de educadores desde su apertura como tal.



            Pedro Mariscal formó parte de la Generación 1976/1980, que inicialmente la conformaron 300 alumnos de los cuales sólo 280 concluyeron su carrera pues, en el camino y por diversos motivos, 20 de ellos dimitieron; en cuya formación se incluía su capacitación en mecanografía para que estuvieran a la altura de aquellos tiempos, sin celular y sin computadoras, para poder redactar oficios, solicitudes de apoyo para los alumnos o las escuelas ante las autoridades civiles o educativas, eran tiempos de mística magisterial y de entrega a las comunidades a las que se les destinaba.


            Y era, en esos tiempos, el ir a impartir sus conocimientos al medio rural, al que se trasladaban como podían, a veces a pie cubriendo grandes distancia, a lomo de burro o caballo y, cuando bien les iba, en vehículos; tractores o camionetas de redilas, al lado o sobre botes con leche o pacas de alimento para el ganado, recorridos que a veces les tomaba 7 u 8 horas, llegando incluso a montarse en los vehículos que extraían madera de los bosques conocidos como “lanzas”, incluso sobre los mismos troncos con los riesgos que ello implicaba, pero lo importante era ir y estar cumpliendo con la encomienda de educar.


            Aparte, estar en el medio rural, con todas las carencias e incomodidades, eran retos aleccionadores para el maestro, quienes aguantaban los primeros tres días, luego los tres meses y por último los tres primeros años haciendo su misión en estas condiciones, ya la hacían, es decir se quedaban como maestros, pero muchos prefirieron emigrar hacia los Estados Unidos de América, entre un cinco y diez por ciento de los egresados, porque aparte el salario que les pagaban era, en mucho, inferior a lo que ganaba un cortador de caña y ya no se diga con empleado de la entonces cementera Tolteca de Zapotiltic.





            “En aquellos tiempos nos pagaban unos 35 mil pesos quincenales, pero se pagaban rentas de 5 mil o más, no rendía el dinero para nada. Fue hasta que se implantó la Carrera Magisterial, por mediación de la maestra Elba Esther Gordillo, cuando mejor le fue al maestro, mejores salarios que le permitieron comprar una casa, un coche, lográbamos plaza inicial a los tres años en categoría “A”, a los seis; categoría “B”, realizábamos exámenes anuales, sosteníamos reuniones con los padres de familia, los mismos compañeros nos evaluaban y con ello ir mejorando,  la maestra Elba Esther hizo buenos acuerdos, aunque había quienes no la quería, lo que se mantuvo de 1992 al 2012, pero, con el gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto, todo se vino abajo, se le dio fin al programa de la Carrera Magisterial”, dijo Pedro Mariscal.

 

            PLANTA DE MAESTROS
MUY QUERIDA

 

            Entre otros buenos recuerdos, Pedro Mariscal señaló que la planta de maestros que les tocó a las generaciones de las cuales formó parte, era muy querida y respetada por sus alumnos, de hecho fueron de los fundadores del CREN, maestros comprometidos con sus alumnos y sus carreras, cuya entrega se recuerda con cariño, cuando la institución era parte de la comunidad, no sólo de Ciudad Guzmán, sino en la Región sur, con su rondalla amenizando eventos sociales, sin paga; “pagábamos porque nos alquilaran”-dijo Pedro Mariscal-, equipos de fútbol y su ballet folclórico, de buena fama. “Eran tiempos de gloria, de sanas y duraderas amistades, jóvenes de entre 15 y 18 años de edad, algunos que se unieron en matrimonios sólidos que todavía se mantienen juntos, amistades que perduran pese al tiempo”, agregó.


            Como anécdota destacada, entre otras muchas cosas que vivió, Pedro Mariscal señaló que pisó la cárcel de Ciudad Guzmán en diciembre de 1980. Resulta que, por meter orden, él y otro compañero fue detenido y gaseado por la policía. “En esa fecha hubo dos celebraciones, porque no se pusieron de acuerdo, por un lado, el baile de los maestros y por el otro de los egresados, éste se llevó a cabo en el Club Zaro. Cuando detuvieron a un compañero y lo subieron a la perrera, yo intervine preguntado el por qué se le detenía, y sin más me subieron también y nos llevan al tambo. Los alumnos pararon el baile y en grupo se manifestaron afuera de la presidencia pidiendo nuestra liberación, por la mediación de la maestra Celia Rangel (qepd), ante el entonces Secretario General del Ayuntamiento, profesor Andrés Ruiz Mojica, nos dejaron el libertad un hora y media después de haber sido detenidos, por lo que posteriormente fuimos a la casa de la maestra, ya en la madrugada, para agradecerle su intervención, la cual nos mandó a dormir porque ya era de madrugada”, agregó el maestro Pedro Mariscal.

           

            

2 comentarios:

  1. Muy importante compartir... gracias a maestros así,se sembró la idea de la importancia de la docencia

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  2. Muy importante compartir... gracias a maestros así,se sembró la idea de la importancia de la docencia

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