martes, 22 de septiembre de 2020

Dios da el agua, pero…

 



 



Juan José Ríos Ríos

 

Ya se hizo el cambio oficial en la dirección del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Zapotlán (SAPAZA), deja el cargo quien ocupa la titularidad del OPD en Ciudad Guzmán, doctor Alfonso Delgado Briseño, sustituido por el ahora ex jefe de gabinete y coordinador de Cultura, Juan Manuel Figueroa Barajas.


            Este movimiento, es el cambio más notorio e importante que el Gobierno Municipal de Zapotlán el Grande que encabeza José de Jesús Guerrero Zúñiga, ha hecho en lo que va de su administración, dada precisamente la importancia que representa el OPD SAPAZA, en donde Delgado Briseño desempeñó un buen trabajo, tanto en lo administrativo como en el cumplimiento de otorgamiento del servicio hacia la población.


            Durante la gestión de Delgado Briseño se conoció, por primera vez, el estado que guarda el sistema que le fue confiado, cuando se conoció la gran cantidad de morosos que medran del servicio y no lo pagan, generando una deuda acumulada que supera los $100 millones de pesos. Además, pese a recibir un sistema con muchas deficiencias en cuanto al abasto del agua, logró una mejora muy sustancial en el servicio, cuando no ha hecho falta el vital líquido, salvo cuando se llegaron a dañar los pozos del sistema.


            También, siempre operó con números negros, es decir, hubo dinero para cubrir salarios, prestaciones, compras de equipos e insumos, incluso mejoró el equipamiento para potabilizar el agua que se entrega a las personas en sus hogares, fortaleció el programa de Cultura del Agua, en resumen; se puede decir que, por mala administración de recursos, por reclamos por la falta de agua como ocurría antes, o por ineficacia de su administración, Delgado Briseño no deja el cargo, lo retiran.


            Tal parece que el pecado cometido por Alfonso Delgado Briseño fue su actitud de insumiso, al actuar en su manera muy personal como responsable de un sistema de servicio público, viciado por las omisiones cometidas por anteriores administraciones que tienen al SAPAZA con un rezago muy grande en sus finanzas, cuando los morosos adeudan más de cien millones de pesos, muchos de los cuales sin duda son parte de los detractores de su persona y actuación como funcionario, no quieren, no aceptan con los metan al orden, y esto no se logra con blanduras o con omisiones.





            Otro detalle que se le achaca es su falta de sensibilidad hacia el personal bajo sus órdenes y hacia usuarios del sistema. El colocar medidores del servicio y la forma como lo hacían los empleados, también fue una constante de reclamos, de rechazos, bajo los argumentos de que el aparato medidor se cobra sobrevaluado y para pagarlo lo más pronto posible por parte del usuario, pero en esta tarea mucho dejan qué desear los empleados que hacen el trabajo, al destruir y no reparar las banquetas o espacios donde colocan los aparatos de medición.


            El hacer bien el trabajo, el cumplir con una responsabilidad, requiere capacidad, carácter, decisión y precisión, más cuando, por ejemplo, SAPAZA, es un organismo que cumple una función social al otorgar un servicio público, cuando la gente paga más la renta de un servicio de telecable, telefonía o de energía eléctrica, que, si no cumple en tiempo y forma, les privan y hasta les cobran reinstalación del servicio. En cambio, SAPAZA, pese a que le deben, tiene que otorgar agua, el derecho humano a recibirla es inviolable, no puede cortar el servicio, así le deban años de la prestación, la gente se olvida que Dios da el agua, pero no la entuba, y hacerla llegar a los hogares tiene un costo que muchos no pagan.


            El relevo en el cargo queda en “buenas manos”, Juan Manuel Figueroa Barajas ha demostrado capacidad y, sobre todo, es un gran conciliador, tiene buena imagen en la sociedad de Zapotlán, es un hombre de resultados metido a servidor público, que ha destacado en donde se le ha colocado en las funciones de la administración municipal, por lo que sin duda habrá de mantener y mejorar la operatividad y eficacia del SAPAZA, a Delgado Briseño se le deja fuera del área, más que por falta de competencia, por insumiso y porque, en política y quienes tienen el poder de tomar decisiones, hay quienes cuidan más la forma, que el fondo.

           

           

           

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