domingo, 2 de agosto de 2020

Escuela para Padres 2.1. COVID-19


 

Sandra Gómez

 

 

Estimado Lector, en artículos anteriores, presentaba a escuela para padres #2 como una serie de conferencias para formar a los padres de familia, otorgadas generalmente desde la propia escuela de nuestros hijos.  Hoy lo que les presento es una idea para que todos contribuyamos a la mejora de las condiciones de seguridad e higiene de nuestras familias y en consecuencia de nuestra comunidad.


  Preparándome para dar inicio a mis publicaciones, encontré en You-tube una entrevista que llamo mi atención del experto en aerosoles atmosférico, de la Universidad de Colorado en Boulder (E.U), químico físico: José Luis Jiménez, subida por imagen Radio el 22 de julio 2020.  Esta información la puedes revisar con esos datos. Ahora permítame explicarle la relación que encuentro con escuela para padres 2.1


            Cuando los maestros y/o directivos preparamos conferencias es porque “diagnosticamos” la necesidad de dar alguna información, más allá de la trasmisión de conocimientos del tema, también nos preparamos para brindar apoyo emocional a las familias de víctimas, nos basados en evidencias científicas para con ello “abrir los ojos” de nuestra comunidad educativa.


            Recuerdan que en numerosas ocasiones les he compartido el proverbio africano: “para educar a un niño hace falta una tribu”; esta no es la excepción. Los maestros debemos tener la información veraz y oportuna para “permearla a la comunidad” y esta es una maravillosa oportunidad.




            El video señalado presenta un parangón entre el humo del cigarro y el virus del COVID-19, la comparación es para explicar la forma en que los aerosoles viajan y se propagan en el aire; desde luego todavía no hay un estudio con rigor científico para llamarlo ciencia, sin embargo los hechos a los que se les ha dado seguimiento dejan claro que la mayor concentración de “humo de tabaco” se da en espacios cerrados, con poca ventilación, y con un mayor número de personas “fumando”; a diferencia de un fumador que se encuentra alejado de nosotros y en un lugar abierto.  Si el virus que se “va” con el viento, es como el olor del humo del cigarro, podemos señalar con claridad que, en un espacio abierto, la impregnación del olor a cigarro será prácticamente imperceptible, mientras que si vamos a un “bar-discoteca” llegaremos a casa aun sin fumar oliendo a cigarro.


            Ese puede y debe ser un punto de partida para sensibilizar a los padres de familia y a los alumnos de que aun sin poder verlo u olerlo, el virus está presente en el aire y es necesario proteger las vías respiratorias expuestas: la nariz y la boca. Es particularmente importante usar las mascarillas de manera correcta, cubriendo perfectamente el rostro de tal manera que no sirven aquellos cubre bocas que no se ajustan adecuadamente, como complemento se usan las “pantallas/ caretas” o cubre rostro, que de igual forma deben usarse de acuerdo a las indicaciones del producto.


 Protégete, quédate en casa si te es posible, si eres maestro difunde esta publicación.  Recuerda compañero maestro y padre de familia, que primero debes protegerte tú para poder ayudar a los demás, si tú te enfermas quedaran desprotegidos tus hijos y/o alumnos.


 Hasta la próxima historia de vida, su maestra Dra. Sandra Gómez Patiño.




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