jueves, 30 de enero de 2020

Compra tu boleto









Samuel Gómez Patiño


En uno de mis artículos anteriores escribí sobre el libro “México Bizarro” de los autores Alejandro Rosas y Julio Patán, con temas interesantes sobre nuestro México, sus historias, leyendas y mitos que hemos creído, mentiras que han generado una cultura e idiosincrasia especial en el colectivo mexicano.

También escribí sobre Andrés Manuel López Obrador, recién era electo presidente de México, pero que a muchos le pareciera el “Mesías” que cambiaría de la noche a la mañana nuestro país convirtiéndolo en el “Más feliz del mundo”. Por cierto, en esa ocasión les pedí disculpas por tratar asuntos de política y les mencione que no era seguidor de Morena y aún tengo mis reservas ante el nuevo gobierno, que como una vez dijo un empresario “gano tanto, hasta para que me roben mis empleados”, bueno AMLO (la marca número uno de 2018) ve en cada mexicano (excepto a él) una persona corrupta y en cada acto (menos las de sus seguidores) corrupción.

Como prueba, cierra las guarderías porque todas roban, distribuye la gasolina en carros porque todos son huachicoleros, cambia la construcción del nuevo aeropuerto porque se licito mal, en fin, en cada decisión, todos estamos mal, menos él. Que levanten la mano quienes dicen que si al jefe sin pensarlo.






No digo que no exista la corrupción, pero tampoco creo que todos seamos corruptos y que sea imposible acabar con estos actos. Sus decisiones afectan a los corruptos, pero también a quienes lo hacen bien, personas honestas, trabajadoras y conscientes de hacer algo mejor con su vida.

En días pasados escuche las noticias y, no sabía si reírme, llorar o cambiar de país. Hay de puntadas a puntadas. Todos sabemos que es visceral para tomar decisiones, pero rifar el avión. Me parece que ahora si “se le va el avión”.

El avión es un símbolo de la corrupción de los gobiernos pasados, pero al final de cuentas ya está y me suena más a capricho que a una verdadera estrategia de recabar fondos, según él (porque no muestra pruebas) de haber mal gastado del erario el anterior presidente. En un país, donde sembrar la desconfianza es un gran negocio, AMLO lo practica muy bien.

Ahora, el problema no es vender boletos de $500.00 pesos cada número, sino qué pasa con el que se lo gane. ¿Cuántos boletos se tendrían que vender para recuperar el valor del avión? Aparte de lo que se ha gastado por mantenerlo inactivo y rentando un hangar donde seguramente no solo cuesta el espacio, sino también el mantenimiento y movilidad.

Hay que reconocer el haber unido al país en una dirección: “Memes contra la rifa del avión”. ¿Cuántos se aparecieron en tu Facebook, Instagram, Twitter y cualquier otra red social? Desde el que vende su “Vocho” para tener donde estacionarlo hasta el que lo quiere para ir por las tortillas.





“Abrazos no balazos”, es mejor morir de amor que por los agujeros que las balas de los “que se portan mal”, “que les den trabajo a las abuelas”, al fin y al cabo, ya no tienen nada que hacer. En su gabinete y partido no hay Bartlet que sea corrupto, tampoco Bonilla’s que traten la ley a su antojo.
Hasta para decir un chiste hay que tener gracia, y el señor presidente no la tiene.

Sus otros datos no le permiten ver que en su primer año completo hubo más asesinatos, más inseguridad y que él con toda seguridad nos dice que la guardia nacional está cumpliendo con su objetivo, ¿Por qué no da la cara a los padres y familiares de los desaparecidos, secuestrados y muertos por todo lo largo y ancho del país?

Los niños con cáncer son víctimas de sus arcaicas ideas, solo él tiene la razón y los desabastos de medicamentos son por culpa de farmacéuticas corruptas, están equivocados los padres de los niños que hoy sufren y en algunos casos morirán por falta de medicamentos y tratamientos.  ¿Me pregunto cómo estará su conciencia?

Alguna vez comento que México sería el país más feliz del mundo durante su mandato, los ciudadanos responsables no debemos ser comparsas de estas mentiras y empecemos a exigir desde nuestras trincheras, más seriedad señor presidente, deje las mañaneras para marearnos y de verdad, que alguien le diga que no es ningún Mesías, si es que sabe quién fue.

Ya estoy leyendo el segundo libro del “México Bizarro” y estoy convencido que se van a publicar más historias con un “México Bizarro después de AMLO”.

Por lo pronto, ya tengo mi boleto…

Me gustaría leer tú opinión, puedes escribirme al correo samuelgomez@uabc.edu.mx o en Facebook: Samuel Gómez Patiño

*Director del Área 1 y
Miembro del Club Toastmasters Ejecutivo de Tijuana
Licenciado y Maestro en Administración de Empresas
Catedrático en la Facultad de Contaduría y Administración, en Tijuana
Universidad Autónoma de Baja California



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