jueves, 30 de enero de 2020

La resolución de conflictos en el ámbito escolar








Leticia López del Toro*


En un centro escolar se articulan múltiples elementos que generan una dinámica concreta en su interior. Aspectos tales como el nivel estructural, el funcionamiento y las relaciones que se establecen entre los miembros de la comunidad escolar, dan la pauta para que se genere, entre otras cosas, una buena o mala convivencia. En este sentido, se considera que la escuela es una institución que debe educar para la vida y, en la vida hay que saber convivir; por lo tanto, se destaca la idea de que la escuela, además de transmitir determinados contenidos científicos y culturales, debe manifestar un especial interés en educar para la convivencia. Favorecer la convivencia en el contexto escolar es un factor clave para propiciar la coexistencia pacífica de los miembros de la comunidad educativa, independiente del rol que desempeñen.

Pero, es innegable que donde hay personas van a existir conflictos, y la escuela no es precisamente una excepción. Hay múltiples situaciones conflictivas que todos los que estamos inmersos en un centro educativo hemos vivido y seguiremos viviendo. Se suscitan por ejemplo conflictos entre profesores, entre profesores y alumnos, entre profesores y padres de familia, conflictos entre profesores y directivos, conflictos entre alumnos, entre padres de familia o conflictos entre toda la comunidad escolar. Como se puede observar, convivir en la diversidad implica conflicto, pero como expresa Cascón Soriano (2001), éste no equivale a violencia, ya que se puede dar una mejor transformación a los mismos. Vayamos pues a considerar el conflicto como algo positivo.

Al modificar nuestras estructuras conceptuales y actitudinales, se ve el conflicto desde una perspectiva positiva, al considerar la diversidad y la diferencia como un valor, como una fuente de crecimiento y enriquecimiento mutuo; como la principal palanca de transformación social. El reto es entonces, aprender a enfrentar y resolver los conflictos de una manera constructiva; implica a su vez comprender qué es el conflicto y conocer sus componentes, así como desarrollar actitudes y estrategias para resolverlo donde las dos partes ganan y ninguna pierde.

Educar en el conflicto al interior de la escuela, implica buscar espacios en los que tanto profesores y alumnos nos preparemos desarrollando herramientas que nos permitan abordar y resolver los conflictos con mayor creatividad y satisfacción. Al respecto, Cascón (2001), propone la mediación como una herramienta para solucionar los conflictos y expresa a la vez, que debería estar incluida dentro de un programa de educación en el conflicto, en el que el objetivo fundamental fuera educar y proporcionar las herramientas necesarias para que todo el mundo pudiera ser capaz de resolver los conflictos por sí mismo.

Para finalizar, puntualizo que al integrar un proceso de formación en resolución de conflictos, se potencializan las capacidades y competencias de todos los integrantes de la comunidad escolar para la transformación de conflictos en la educación, así mismo saber actuar de forma anticipada, saber qué pasos se deben tomar y que actos se deben realizar con el fin de lograr el cambio de paradigma del conflicto y empezar a entenderlo como una parte natural de la convivencia humana.

Referencia
Cascón S. (2001) ¿Qué es bueno saber sobre el conflicto? Editado por la UNESCO, Escola de Cultura de pau.

*Asesor académico CAM Cd. Guzmán.





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