lunes, 13 de septiembre de 2021

Patético quebranto panista


 

Pedro Vargas Avalos

 

 

El Partido Acción Nacional (PAN) se fundó por Manuel Gómez Morín en 1939 y según el afamado Enrique Krause se inspiró en Action Française (Acción Francesa), organización fundada en 1898 y simpatizante de la monarquía, con tendencia antisemítica, carácter antirrevolucionario y, sobre todo, decidida a combatir el comunismo: es pues la rancia derecha nacionalista y racista. Sigue diciendo el intelectual exorgánico Krause: “Su alianza actual con Vox lo devuelve a ese origen detestable”.



Como quiera que sea, el panismo fue por varias décadas un instituto político, ubicado en la derecha, pero muy perseverante, auspiciador del humanismo católico y defensor de la democracia clásica. Incluso, nunca aceptó arreglos por debajo de la mesa ni favores oficiales económicos para subsistir: cuotas voluntarias de partidarios, sorteos dirigidos al público y donaciones de empresarios simpatizantes, los ayudaba a cubrir sus gastos.


Ese perfil se perdió cuando, además de insertarse grupos de extrema derecha (como el Yunque), se apoderaron de la dirigencia del partido los políticos arribistas conocidos como los “bárbaros del norte”. Con tal motivo valiosos exdirigentes y militantes, se salieron de la organización. Así se gestaron las componendas en lo oscurito, la aceptación de apoyos disfrazados y la adopción del pragmatismo convenenciero, lo cual descarriló su ideología básica, y por tanto dejó puesto el mantel para que surgiese el prianismo, que rigió por una veintena de años.


El desplome tanto del PRI, como del PAN, en las elecciones de 2018, junto al desmoronamiento del PRD, hizo que, ante el surgimiento asombroso de MORENA, se unieran en una alianza otrora impensable, y así compitieran en los comicios de junio pasado. Y aunque sus logros no fueron los esperados, anunciaron que perseverarían en su liga con intenciones de encarar, en lo que resta del sexenio obradorista, al gobierno de la Cuatro T.





Sin embargo, nos cuenta Héctor Aguilar Camín (otro distinguido pensador exorgánico) en su artículo Penosa Oposición: “… un grupo de senadores panistas, junto con dos priistas, tuvo la iniciativa de acercamiento político más inoportuna y torpe de que se tenga memoria. El coordinador de los senadores del PAN, Julen Rementería, decidió invitar al Senado al líder de Vox, la impresentable formación ultraconservadora de la política española, para firmar con él una carta en defensa de la democracia y para la contención del comunismo. No logró con eso sino regresar al PAN a la celda del fantasma que lo persigue, que es llevar en su seno, escondido y camuflado, un contingente de extrema derecha, ultraconservador, misógino y arcaico, eco del sinarquismo mexicano, del franquismo español y del fascismo francés, afluentes históricos de la creación del PAN hace 90 años.” (milenio/6 de sept.).


Los senadores panistas organizadores de ese encuentro, para el cual indolentemente utilizaron instalaciones del Senado y papel oficial de su bancada, publicaron: “Por la defensa de la democracia, la libertad y la propiedad privada, hoy 2 de septiembre, firmamos la Carta de Madrid, para detener el avance del comunismo. México nunca será comunista, nunca. Muchas gracias a Santi Abascal por su visita a México”. A confesión de parte, relevo de pruebas.


Ante tal hecho, el PRI del anodino Alejandro Moreno “Alito”, se deslindó de cualquier participación o supuesto acuerdo con el ultraderechista partido español Vox, buscando con ello evitar se le relacione con el fundamentalista Santiago Abascal, presidente del susodicho germen del neofranquismo hispano. En un comunicado, la descolorida dirigencia nacional del partido tricolor, precisó que, de haber participado algún militante, “se trataría de una decisión a título personal, y no representaría ni la postura ni la voluntad de nuestro instituto político”.





Ni tardo ni perezoso, el presidente Andrés Manuel López Obrador, expresó el 3 de sept: “…ayer vinieron unos extremistas de España, del Vox. Se unieron con el PAN, porque son lo mismo, nada más que simulaban los del PAN y otros de que eran demócratas y no, son conservadores y ultras conservadores, casi fascistas, y está retoñando todo eso en España. Muy lamentable, porque el pueblo español es un pueblo liberal, progresista, muy trabajador, muy honesto, y esto que está retoñando es lo peor, son los más autoritarios, clasistas, racistas, corruptos”. Amlo agregó después, que ese movimiento, “como los hay en todo el mundo y aquí”, está a favor de la discriminación y son por definición corruptos, pero que fue muy buena su venida y reunión, porque sirvió para sacar del clóset a los radicales del panismo. En consecuencia, para el mandatario, “Conservadurismo casi es sinónimo de corrupción”, recordando que varias empresas españolas que vinieron recientemente a México, hicieron impúdicos y muy jugosos negocios al amparo del poder.


El semanario PROCESO con fecha 3 de septiembre, subrayó que la firma de la carta de Madrid en contra del “avance del comunismo”, suscrita por el coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Senado, Julen Rementería y sus concolegas de Cámara, con el ultraderechista partido español Vox, “ahondó la crisis interna en el seno del panismo justo en medio de su proceso interno para elegir a su nueva dirección nacional”. Recordemos que actualmente se abrió el procedimiento interno panista para elegir su comité nacional, fase en que dicen sus propios militantes (como el gobernador Francisco Domínguez de Querétaro) que no participan porque faltan condiciones democráticas para ello: Marko “marquitito” Cortés (presidente con licencia) todo lo tiene confeccionado para reelegirse, lástima que como enfatiza Alejo Sánchez Cano, “Al líder panista le ha faltado visión y liderazgo”. (El Financiero,8-VIII-21).


Personajes como Gustavo Madero, Roberto Gil Zuarth y Xóchitl Gálvez, (panistas prominentes) censuraron el multicitado acuerdo contraído por los senadores con Vox. Incluso el expresidente Felipe Calderón, cuya esposa Margarita Zavala es señalada como integrante del ultraderechista grupo “El Yunque”, (según cables de Wikileaks difundidos recientemente), también fustigó dicha liga y de paso, a su escuálida dirigencia.


Tajante, Xóchitl Gálvez declaró: “Yo con VOX…ni a la esquina”. Y con motivo de la discordante reunión, apuntó que “desde la izquierda, la Cuatro T y el presidente nos han dado hasta con la cubeta”. (El Octágono de Hernán Gómez).





Para capear el temporal, el coordinador de la bancada del PAN, Julen Rementería, dio una insípida disculpa, diciendo “Lamentamos las interpretaciones equivocadas que se hayan podido hacer a este evento en donde no se suscribió ningún acuerdo político…”. Claro que a nadie convenció. Empero, buscando algún chivo expiatorio, lo hallaron en Christian Camacho (operador del área de redes sociales de la bancada senatorial panista), a quien despidieron. Entonces este sacrificado activista de la derecha escribió: “La libertad, la familia, la patria, la propiedad privada, y la democracia, se defienden al precio que sea. Uno nunca debe arrepentirse de hacer lo correcto”. (Twitter, 7 de sept.).


El argentino cofrade del cesado Camacho, Agustín Laje, ripostó: “Este hombre será una pieza fundamental para la construcción de un partido político de Nueva Derecha en México. Los cobardes del PAN lo cesaron por organizar un acto con Santi Abascal, y gracias a eso evidenció que la dirigencia del PAN está arrodillada a la agenda izquierdista”.


Con esa declaración surgen dos presunciones: se busca fundar un partido ultraderechista, y cosa inaudita, el panismo está arrodillado ante la izquierda de la Cuatro T (¿?).


Alejandro Páez Varela, director del portal digital “Sin Embargo”, el 7 de septiembre comentó en el programa “Los Periodistas”: Suena cada vez más que se fundará un partido de derecha.


El jalisciense Álvaro Delgado, conocedor profundo de la historia panista y los grupos de derecha, agregó en la emisión televisiva antedicha: Pero no todo el Yunque o grupos derechistas se irán a ese nuevo partido, cuyo embrión sería una Asociación Civil, luego una Agrupación Política Nacional y llegado el momento, proponerse registrarse como partido en el INE. 


Por todo lo anterior, es que la democracia mexicana se estremeció, porque innegablemente el PAN era verdadero partido de oposición actual; pero ahora resulta que se extravió y casi sofocó sus opciones, al menos en lo que resta de este sexenio. Y de paso puso en predicamento su alianza con priistas y perredistas, que, si bien no garantiza ni su permanencia ni algún hipotético triunfo en el 2024, al menos significaba clara opción política y daba en que pensar a la vigente Cuatro T.


Con cuánta razón discurrió la Licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM, además de ser Especialista en Estudios de la Mujer, Ivonne Acuña Murillo: “…para llorar la actuación de un partido político que se ubica como segunda fuerza nacional pero…aunque duela, muy lejos de la primera, y que no acaba de constituirse en una oposición seria, creíble, votable y potable, y un así pretende erigirse en la opción que salve a México ¡del comunismo! Por eso a veces me dan ganas de reír, pero me acuerdo del PAN y se me pasan.”

 

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