martes, 6 de octubre de 2020

La Escuela Multinivel, caso #1. COVID-19

 





 

Sandra Gómez

 

 

Estimado lector, en tiempos de clases virtuales, creo que algunos desconocen que en nuestro país México, existen escuelas con grupos multinivel; esto quiere decir que una maestra atiende más de un grado escolar; o incluso llega a atender de primero a sexto grado (seis grados).



 Citare algunos ejemplos de escuelas multinivel en Primarias, pero no es privativo de la escuela elemental, esa organización la trabajamos con éxito en una Universidad Privada con alumnos listos para egresar, que en esta entrega no citare. Déjenme decirles por anticipado que a las maestras(os) quienes desempeñan esta labor les admiro; y cuando usted reflexione sobre las historias que le presento me gustaría me dejara sus comentarios al final, y tal vez esté de acuerdo conmigo en que son únicas. Le recuerdo que algunos de los propósitos de los artículos de opinión que escribo publicados en el Diario El Volcán tienen como meta (autor) formar una legión que nos permita valorar el quehacer docente y el trabajo que desempeñan los padres de familia en la EDUCACIÓN.


 Caso #1. La profesora Margarita, tuvo a su cargo el grupo multinivel de quinto y sexto grado; 20 alumnos en el mismo espacio físico, una persona con vocación docente quien después de una práctica repetida con grupos así, se organizó de tal suerte que sus pupilos salían adelante.


            Antecedente del Colegio Salesiano Don Bosco. La escuela nació como una necesidad de que los niños de la región se ocuparan con actividades educativas, físicas y recreativas a la vez que tuvieran una biblioteca y se involucraran en el cuidado de su “oratorio” viéndole como capilla de oración, casa, escuela y patio.


 Ventajas: la profesora tenía la admiración y respeto de sus alumnos, ellos eran vecinos; es decir la maestra; también vivía cercana al domicilio de sus familias, lo que hacía que conociera y conviviera con las madres y/o padres de los niños. Incluso había trabajado con algunos de sus hermanos y “sabia con quién contaba”. La escuela además incluía un horario diario extendido y con un grupo de apoyo de voluntarios salesianos. La función de los colaboradores era reproducir las prácticas deportivas, organizar paseos, dar clases de inglés y computación. Asimismo, el Colegio contaba con el espacio necesario para la recreación. Una virtud más de la profesora Margarita era y es la vocación de servicio que se veía reflejado en su activa participación no únicamente como maestra de primaria, sino que atendía a adultos en los grupos de alfabetización, primaria y secundaria abierta.


 Desventajas: la Profesora no tenía formación académica-didáctica, es decir no estudio para maestra y fue evidente cuando algunos de los alumnos requerían apoyo académico puntual ella no tenía las habilidades para ayudarles; era común escucharla decir al niño y a los padres: ¡échale ganas, tú puedes!


En el quehacer docente hace falta más que buena voluntad para atender a un grupo de estudiantes.


 En la escuela virtual no se considera al maestro de primaria multinivel, en el caso puntual los alumnos en sus casas no tienen internet, e incluso unos pocos no tienen energía eléctrica. La función del Oratorio es cubrir esas necesidades, pero cuando desde el gobierno se pide que ¡NO ABRAN!, la instrucción debe acatar la orden y los alumnos no tienen clases.


            Para quienes no son educadores, es fácil criticar a los maestros y culpar a la pandemia del atraso académico. Los niños requieren de personas capaces de enseñarles a “aprender por su cuenta”; esta es una competencia del siglo XXI, y con clases virtuales es mucho más relevante el desarrollo de la habilidad unida a los conocimientos de cómo lograrlo. Los docentes atienden seres humanos y dentro del aula pueden leer actitudes (conductas) que se salen del “lente”; esto quiere decir, que una parte del proceso de enseñanza- aprendizaje se trunca. Para aprender el niño requiere estar motivado, se debe captar su interés y además debe “sentir que puede alcanzar la meta”. Alguien quien no es docente no reflexiona sobre su quehacer, y “pide muy poco o demasiado”; y esto genera estados de ánimo que impiden que el alumno avance académicamente.





 Si usted padre de familia que tiene más de un hijo en primaria se siente estresado por asistir o supervisar a tres o cuatro hijos en diferentes grados de primaria, solo imaginé a la maestra que tiene 20 niños y debe preparar clase para todos; ¿Es o no admirable un maestro así?


 Existen maestros quienes han aprovechado la oportunidad para demostrar sus talentos como editores de contenidos. He tenido la oportunidad de revisar algunos trabajos y solo digo ¡bravo!; me gustaría sugerir de nueva cuenta que los compartan para que otros maestros no tengan que empezar de cero. Aun así, la presencia del maestro-guía y evaluador son necesarias. Recuerde ofrecer a su alumno reglas claras en su forma de evaluar a la vez que mantenga una estrecha relación con los tutores del menor.


            CONSTRUYA, con contenidos clave… en otras palabras evite el exceso de información que desvirtué el objetivo-meta. MENOS, ES MÁS; ¡menos tareas, más cercanía y acompañamiento!


 Hasta la siguiente historia con grupos multinivel. Dra. Sandra Gómez Patiño.

 

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