martes, 31 de octubre de 2017

Realizarán encuentro de danzas

Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Tuxpan


El próximo domingo cinco de noviembre en Tuxpan se realizará el Encuentro de Danzas Autóctonas provenientes de varios estados del país y de la Región sur, con la muy posible presencia de la Premio Novel de la Paz Rigoberta Menchú.

            En este festival, que tiene más de dos décadas de llevarse a cabo, participará la Danza Los Arribeños de Zapotlán el Grande, cuyo representante, Porfirio de la Cruz, reconoce que el personaje de El Sonajero y por lo tanto la danza surgió de este centenario Pueblo de la Fiesta Eterna.


            El encuentro iniciará a las cuatro de la tarde en la explanada del Templo del Señor del Perdón para luego hacer un recorrido por las principales calles de la ciudad, concluyendo en el templete que exprofeso se instalará para una exhibición de 15 minutos por cada danza de sonajeros.

            “Son danzas de toda la República, sobre todo de Colima, Nayarit, Oaxaca, San Andrés Ixtlán con Los Paixtles y Zapotlán con Los Arribeños, también de Ciudad Guzmán van La Cualli y Los Josefinos, va estar bien bonito, va a cumplir 21 años de llevarse a cabo y nosotros hemos participado desde el inicio”, comentó Porfirio de la Cruz.

            Agregó que en Ciudad Guzmán también se han hecho dos encuentros de danzas de sonajeros con la esperanza de que el próximo año, en el marco de la feria, también se logre llevar a cabo uno más, para lo cual busca el apoyo del Gobierno Municipal, trayendo danzas de otros países como Japón, de donde tienen solicitud.

            IMPORTANCIA DE LOS SONAJEROS

            A la pregunta de la importancia de las danzas dijo que: “Para nosotros los indígenas tiene mucha relevancia, sobre todo dar a conocer lo que es nuestra Región sur de Jalisco, sus costumbres, la gastronomía, las tradiciones y más al sonajero, personaje milenario, de la historia que he rescatado Tuxpan es la cuna y de aquí se trajo a Zapotlán en 1894, siendo Tlayacán mi bisabuelo Ignacio de la Cruz, que formó una danza de Arribeños y otra de Abajeños, que se han mantenido de generación en generación.

            Se dijo orgulloso de estar sosteniendo una tradición que es la herencia viva del pasado, eso a pesar de los desdenes que en años anteriores se tenía para El Sonajero. “Cuando estaba en la secundaria era muy pobre la participación, me trataban de indio, de pozolero y al pasar el tiempo nos ha llevado a recapacitar y poder llevar muy en alto el nombre de Zapotlán, he estado en Bellas Artes enseñando lo que es el sonajero y cómo es el baile, para mí es un orgullo ser parte de esta tradición”, abundó.


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