domingo, 10 de junio de 2018

Migrantes indígenas en la urbe de Guadalajara





En la Zona Metropolitana de Guadalajara habitan un número considerable de indígenas migrantes, de diversos grupos étnicos, cuyas vidas se han modificado al realizar un viaje a la capital de Jalisco en busca de una vida mejor, en este reportaje se detallan algunos datos, se describen sus formas de vida, pero sobre todo se analizan detalles de las comunidades indígenas en la ciudad y su área metropolitana5





Después de estudiar la secundaria y la preparatoria en San Cristóbal de las Casas, Miguel Gómez Pérez, indígena perteneciente al pueblo tzeltal, decidió abandonar su trabajo que había sostenido a lo largo de tres años con un ingeniero chiapaneco que tenía una empresa dedicada a la construcción de infraestructura para la energía eléctrica, decidió salir a seguir estudiando a otra parte del país.

            Lo único que sabía en el momento que tomó la decisión era que tenía dos destinos: Monterrey o Guadalajara. Pero el azar de la fortuna hizo que sucediera lo siguiente. “Llegué a las 7 de la mañana a la Ciudad de México —dice— y lo que quería era seguir. Y había una salida a las 7:30 a Guadalajara y fue que me vine para acá”.

Llegó a la ciudad y buscó un cuarto dónde dormir. Encontró. Buscó trabajo y comenzó a trabajar. Lo que siguió fue que indagó sobre las escuelas donde impartían la carrera de Derecho y se inscribió.

—Estudié en una escuela incorporada a la Universidad de Guadalajara la carrera de Derecho, y en agosto del año pasado terminamos Ciencia de la Educación Familiar.

En San Cristóbal de las Casas intentó estudiar como profesor bilingüe, “pero nunca aprobé mi entrada, hice también dos veces exámenes para entrar a la facultad de Derecho, y tampoco aprobé. Yo trabajaba entonces con un ingeniero. Pero me desesperé. Mi objetivo al salir de mi comunidad era seguir estudiando. Pero con ese trabajo no podía estudiar: salíamos con mucha frecuencia a las comunidades y no estaba establecido en ninguna parte, entonces a los tres años me desesperé de eso y me dije: yo me voy de aquí. No sabía a dónde. De por sí cuando salí de mi comunidad no conocía a nadie, mi primer contacto y estancia en una ciudad fue San Cristóbal de las Casas. Fue allí que estuve y sin ningún objetivo.

Durante su estancia en la licenciatura —dice— había parte del grupo en el que mi persona de origen indígena tenía aceptación, sin embargo había otra parte, otro sector, en el cual no era aceptado, yo siempre los acepté y respeté. Mi filosofía siempre ha sido: el que quiera ser mi amigo, soy su amigo; y quien no, lo respeto amablemente.

Ahora Miguel Gómez Pérez es el responsable del área de Indígenas migrantes residentes de la Unidad de Apoyo a Comunidades Indígenas (UACI) de la Universidad de Guadalajara.


La población indígena migrante

De acuerdo con las estadísticas del INEGI, en México hasta el año pasado (2017), la población indígena sumaba 11 millones, lo que es un diez por ciento del total de los habitantes en el territorio nacional; algunas cifras oficiales hablan de que en Jalisco, siguiendo los datos de la Encuesta Intercensal del INEGI, en 2015 se registraron en Jalisco 7 millones 427 mil 770 personas de 3 años y más en viviendas particulares habitadas, de los cuales, 56 mil 938 (0.77%) hablaban alguna lengua indígena; mientras que 7 millones 352 mil 547 (98.99%) no lo hacían (http://www.iieg.gob.mx/contenido/noticias170221-lengua-materna.pdf ).

Afirma Miguel Gómez Pérez: en Guadalajara y su zona metropolitana (ZMG) hay grupos indígenas migrantes de varias las etnias, pero predominan los mixtecos, purépechas, otomíes, triquis, wixáricas, mazahuas, zapotecos y tzoziles.

Aduce que no hay un motivo único para que las comunidades indígenas migren a ciudades como Guadalajara, si no “que cada grupo tiene diferentes motivos” de acuerdo a las zonas de donde provengan; en el caso particular de Miguel Gómez Pérez, quien llegó de Chiapas, fue porque en su comunidad no había “dónde estudiar” y las que había “estaban muy alejadas”. Ese es uno de los motivos que embarga a Miguel, sin embargo no en todos fue igual, pero prevalece una idea: se migra a las grandes ciudades porque la vida se ha vuelto complicado en sus comunidades, y ya no pueden crecer y trabajar.

“De ahí que se busquen nuevas oportunidades”.
En el caso de la etnia wixáricas, muchos han abandonado su territorio al norte de Jalisco, porque el trabajo escaseaba por diversos motivos, uno de ellos es que se vive en una “zona desértica”; algo similar pasa con los otomíes: ellos migran debido a que su territorio es semidesértico y poco fértil.

Hace dos años que algunas personas de la UACI —narra Miguel— fuimos a Santiago Mexquititán (en el estado de Querétaro) y lo que encontramos fue que no había modo de hacer producir las tierras; entonces a la comunidad hizo su éxodo hacia Guadalajara. Otro motivo, y fuerte, es que han sido expulsados por la religión.

Aunque no ha sido el caso de la gente que se ha acercado a la UACI, hay en Chiapas, en la zona San Juan Chamula, donde “ahí existe el priismo y el catolicismo: es la religión que se debe profesar y el partido al que se debe afiliar”, y la comunidad es muy “cerrada”. Es sólo un caso, ya que en la actualidad en otros municipios y regiones indígenas del país existe la libre elección religiosa y partidista.

La diversidad cultural en la actualidad viven la mayoría de las comunidades étnicas permiten que haya en un mismo grupo diferentes pensamientos y adiciones a partidos políticos y una libre elección religiosa, lago que hace más rica a la comunidad y a las personas que la conforman.   

Los grupos migrantes indígenas ya establecidos en la Zona Metropolitana de Guadalajara, no profesan una sola religión, ya que, de acuerdo con las palabras de Miguel Gómez Pérez “hay una diversidad, ya hay una diversidad. En los tiempos recientes algunos ya han cambiado de religión y no ha sido un problema con su comunidad, hace poco un compañero de mi comunidad se integró a la Iglesia del Séptimo Día, pero hay casos como los purépechas que siguen al pie de la letra, tal vez por la cercanía a su tierra sin cambiar sus usos y costumbres y su religión”.

Guadalajara es una ciudad que siempre acoge a muchas personas; quizás muchos dirán que es un estado muy conservador y muy racista “y respecto esa opinión”, sin embargo “en mi caso y el caso de los grupos con los que hemos entablado una charla, han mencionado que aquí han crecido, como comunidad y como personas, creo que han aceptado lo que el estado de Jalisco les ha dado y ellos se han adaptado bien a lo que hay aquí”.

Las barreras que enfrentan los migrantes

Uno de los principales problemas que enfrentan las familias al llegar a la ZMG es que “muchos lamentablemente no tienen estudios escolares: no ha terminado su educación, la secundaría y la preparatoria, y casi nadie cuenta con una licenciatura. Básicamente la mayoría son agricultores y, al insertarse a la vida de la ciudad, en cualquier empresa, tienda o industria, exigen estudios básico y ellos no cuentan, en su mayoría, con ellos, creo es uno de los principales conflictos; y en casos particulares como el de los mixtecos (entre otros), que se dedican a la producción de su artesanía es encontrar el espacio para vender sus productos”, Miguel sabe que existe la Ley General de los Derechos de los pueblos indígenas del Estado de Jalisco,  donde se dice en que el Estado está obligado a defender, difundir y conservar la cultura, “pero no dice cómo”.

Los grupos indígenas que ya se establecieron en la ZMG se han asentado en los diferentes municipios del Área Metropolitana de Guadalajara como: Las colonias Constancio Hernández, en La Ferrocarril, Felipe Ángeles, Cerro del Cuatro y Polanco (en Guadalajara), Lomas de la Primavera, Miramar, El Fortín (en Zapopan);; Tateposco, Las Pintitas, El Rosario y Centro de Tonalá; La Duraznera, Francisco I. Madero, Buenos Aires (primera y segunda sección en Tlaquepaque), y acorde con los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su censo, advierte que hay en el Área Metropolitana 42 mil indígenas y es el grupo étnico de los wixáricas el más numeroso, y aunque es fiable la cifra porque se ha realizado el censo, Miguel sospecha que el número de personas indígenas en la zona metropolitana es mayor, ya que “sabemos que si alguien va a preguntarle a estas comunidades si pertenece a alguna comunidad indígena, la gente siempre dirá que no…”.

—¿y cuál es la razón por la que responde que no?

—Porque invariablemente se toma como morbo y la gente de las comunidades se da cuenta…

Algunos grupos se han conformado como asociaciones que están constituidas legamente, ya tienen una figura jurídica. Son los casos de la etnia de los triquis: Fondo Regional de Indígenas Migrantes de la ZMG (Guadalajara), los wixáricas artesanos (Guadalajara), el Fondo Nacional De Indígenas (Zapopan), Triquis Unidos (en Chapala están), y los grupos de las familias nañú en la colonia Francisco I. Madero.

—¿Las autoridades cómo atienden las necesidades de ustedes como grupos indígenas migrantes?

—Hay una situación que me parece un poco curiosa. Hace dos años, cuando nos acercamos a las autoridades de Tlaquepaque para registrar una cooperativa de mujeres, de la familia ñanú, y ellos nos dijeron —extrañados— que no existían grupos indígenas en su jurisdicción. A lo que les dijimos que sí, que sí había, que éramos nosotros. Y se volvieron a sorprender las autoridades. Y nos dimos cuenta de dos cosas: 1) nosotros como indígenas no lo hemos visibilizado ante las autoridades, y 2) las autoridades no han visibilizado que existimos, que somos de otras regiones del país y que estamos viviendo aquí, en la Zona Metropolitana de Guadalajara.


LOS RECURSOS PARA LOS MIGRANTES INDÍGENAS RESIDENTES
EN LA ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA


A pesar de que en Guadalajara hay un considerable número de indígenas migrantes residentes, el Consejo encargado para atenderlos no tiene presupuesto directo para brindarles un apoyo, pero sí en cambio auxilia a los interesados en estudiar a conseguir becas que otorga el Gobierno Federal. De acuerdo a Felipa Reyes Jiménez, la Promotora Regional de Indígenas Urbanos de la Comisión Estatal Indígena (CEI), en Jalisco hay una población de aproximadamente un millón de personas y el 40 por ciento de ese total vive en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

“Yo soy purépecha, vivo en Guadalajara desde hace treinta años y mi nombre es Felipa Reyes Jiménez”, así se presenta quien es la actual Promotora Regional de Indígenas Urbanos de la Comisión Estatal Indígena (CEI).

—¿Actualmente dónde vives?
—En el municipio de Tonalá.

A pregunta expresa, a Felipa Reyes Jiménez, la Promotora Regional de Indígenas Urbanos de la Comisión Estatal Indígena (CEI), de si la CEI tiene un presupuesto asignado para la población migrante urbana de la Zona Metropolitana de Guadalajara responde.

“La Comisión Estatal Indígena no tiene un presupuesto asignado para las comunidades indígenas específicamente, ya que la Comisión no lleva acabo, ni tiene programas sociales o de infraestructura donde destine recursos específicamente para comunidades indígenas ya sea originarias o migrantes residentes. Lo que nosotros hacemos es, precisamente, ver las cuestiones de los recursos que hay en otras instancias y qué parte de esos recursos se pueden destinar a la población indígena.

”Por ejemplo, el programa de becas indígenas que no es de nosotros pero es de nuestra cabeza de sector, que es la Secretaría de Desarrollo de Integración Social, ahí es donde nosotros incidimos para que ese presupuesto, que en un principio era de 5 millones y ahora es de once millones de pesos actualmente y es para toda la población estudiantil que sea indígena de cualquier comunidad del estado y fuera del estado, pero que vivan aquí”.

—¿Y cómo es que ustedes administran los recursos de otras instituciones?

—Nosotros no administramos nada. Directamente nosotros no ejercemos ni un recursos, lo que sí es que de las diferentes instancias, por ejemplo el que tiene el Programa Prospera, nosotros lo que hacemos es que efectivamente llegue a la comunidad; y que en el presupuesto que está destinado, entre efectivamente beneficiarios de las poblaciones indígenas.

Nosotros, entonces, lo que hacemos es promocionar los programas, ya que muchas veces lo que ocurre es que existe es desconocimiento sobre las formas y requisitos de ingresar, y es ahí donde nosotros intervenimos.

—¿Y es suficiente o insuficiente el presupuesto que se otorga a las comunidades indígenas migrantes urbanas?
—Ha aumentado sustancialmente, sin embargo no tenemos cifras exactas lo que se destina a cada programa.

De acuerdo a las cifras que ofrece Felipa Reyes Jiménez, en la actualidad son un millón de personas en las comunidades indígenas en todo el estado, y en las distintas regiones. “En la Zona Metropolitana de Guadalajara somos un cuarenta por ciento de ese total”, a las que se debe atender, dice.

La sociedad y las comunidades migrantes

“Yo creo que es importantes lo que piense la sociedad y también lo que nosotros sentimos, creo que todo va de la mano, ya que a veces nos sentimos agredimos cuando alguien que no es de nuestra comunidad nos mira “raro” porque vestimos diferente, o nos escucha hablar en nuestra lengua a lo mejor esa pequeña diferencia que notan las personas que nos son de las comunidades indígenas, a nosotros se nos hace como un acto de discriminación. Y eso encadena muchas cosas: tanto que nosotros mismo nos oprimimos en algún momento, de hablar o de vestir, y es cuando vamos perdiendo parte de nuestra esencia de la cultura a la que pertenecemos. Yo llegué a Guadalajara muy chica, tenía aproximadamente dos años, cuando mi mamá llegó con nosotros aquí a la ciudad. En lo personal yo he tenido suerte, a mí no me tocó ningún acto de discriminación, pero yo he escuchado de mis hermanos que sí tuvieron, ya que en las escuelas a las que entraron, nuestras mamás iban con nuestra indumentaria a las reuniones de padres de familia. Entonces, sí, mis hermanos fueron foco y punto de lo que ahora se le llama buying escolar por la cuestión de que veníamos de una comunidad indígena. A mí en lo personal en la primaria me tocó sólo un poco, pero como nosotros como migrantes viajamos en grupos, cuando yo ya me incluí en la educación primaria, ya la gente de la colonia nos conocía más, ya estaban familiarizados, entonces cuando yo llegué a las aulas, ya no nos veían tan raro. Yo, entonces, no sufrí la discriminación tan fuerte, a diferencia de mis hermanos y mis familiares que llegaron y sí fue mucho el impacto de que la gente los viera de manera permanente, porque antes íbamos y veníamos. Hasta que vinimos para establecernos definitivamente.”


INDÍGENAS RESIDENTES EN LA ZMG ESTUDIANDO EN LA UDEG


Entrevista a la académica Tanya Flores de la Torre de la Unidad de Apoyo a Comunidades Indígenas (UACI) de la Universidad de Guadalajara sobre los apoyos a la comunidad indígena migrante establecida en la ZMG para su educación media y superior en la UDG


Apoyos académicos y acompañamiento en sus estudios universitarios

Tanya Flores de la Torre, trabaja en el Programa de Apoyo Académico a estudiantes Indígenas del área de Educación Intercultural Nivel Superior de la Universidad de Guadalajara que es parte de la Unidad de Apoyo a Comunidades Indígenas (UACI), para conocer más sobre las comunidades indígenas residentes en la ZMG, se realizó la siguiente entrevista.

¿Existen recursos oficiales para los migrantes indígenas de la Zona Metropolitana de Guadalajara?

Las instituciones que trabajan en la Zona Metropolitana de Guadalajara con las comunidades indígenas son el Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) que es Federal, la Comisión Estatal Indígena (CEI), que es estatal que tiene pocos recursos, está la UACI, que es de la Universidad de Guadalajara y algunas otras que son ONG, y en específico nosotros como Unidad de Apoyo a Comunidades Indígenas, no depende de presupuesto federal directamente, quien más podría tener un presupuesto sería el CDI por ser una entidad de orden federal.

¿Entonces la UACI, que no tiene apoyos federales económicos, como es que apoyan a la comunidad indígena de la ZMG?

En realidad la misión de la UACI es apoyar a las comunidades indígenas en asuntos de autonomía cultural, sus tradiciones. En el caso concreto de mi trabajo, que es sobre educación, entonces el apoyo que brido desde mi área es más bien hacia adentro: con los estudiantes.

¿Cuántos estudiantes indígenas alberga la Universidad de Guadalajara en sus aulas?

En el nivel superior hay alrededor de 800; en nivel medio superior hay —sin ser exacta— más de mil estudiantes indígenas.


¿Cuáles son las carreras que ellos prefieren?

Últimamente ya se ha diversificado. Por ejemplo en la zona Norte, legaban a Colotlán y ahí empezaban a estudiar sólo Derecho y Enfermería, eso fue en un principio. Hoy ya estudian Administración, Agronegocios, Nutrición, Psicología. Igual ocurre en las zonas Sur y Costa Sur, que es donde están las comunidades nahuas, también allá hay carreras que tienen que ver con asuntos agropecuarios. En el caso de la Zona Metropolitana de Guadalajara, generalmente son chavos que vienen de otros estados, al principio entraban a las carreras administrativas o contables, sin embargo en la actualidad ya ingresan más a las carreras de humanidades, a las áreas de la saludo, en las cuales hubo un tiempo en que no entraba ni uno solo a salud, y, también están entrando muchísimo a ingenierías-

¿Más hombres o más mujeres?

Todavía hay un poquito más hombre que mujeres… 

¿Se les apoya con dinero para que los jóvenes estudiantes solventes asuntos de sus vidas o no?

No. Ahora hay un recurso federal que llega para becas, tal cual y de manera directa a los estudiantes para sus estudios.

¿Y en la ZMG cuál es la comunidad indígena de mayor número?

Son los purépechas y los mixtecos, también están los huicholes y nahuas, pero los más numerosos son los mixtecos.

¿Y cuáles son sus oficios en su vida normal?
Muchos son carpinteros, sin embargo es el comercio informal lo que predomina.

¿Y las comunidades migrantes residentes en la ZMG a qué aspiran?
Aspiran, sobre todo, a tener una vida digna en la ciudad- A ser ciudadanos como cualquier otro y que se les reconozca y respeten sus derechos. Aspiran a tener un lugar dónde vivir, a tener atenciones médicas, educación y tener la libertad de ser quienes son…

¿Hay muchos egresados de la UDG?
Hay bastantes egresados, pero no muchos titulados…


FUENTES Y CRÉDITOS





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