domingo, 4 de agosto de 2019

Apuntes para la presentación del libro de poemas Enredo




Pedro Mariscal



ENREDO: de Víctor Manuel Pazarín, ( Ediciones del Archivo Histórico Municipal de Zapotlán el Grande), tiene 7 apartados: Retorno  que es el (Prólogo), un bello poema que abre el libro, que te introduce a las palabras y conceptos y juegos de palabras  y de objetos que son el motivo mismo del hacer poético, de nombrar las cosas de otro modo, a los sujetos, a los objetos, a los sentimientos, dejando en el asombro al lector, dejando al lector con interrogantes, pero con un rico sabor de sensaciones y de imágenes insospechadas.




Ciertamente el lenguaje no es rebuscado, es sencillo, pero con una sintaxis en un exquisito enredo.

En la parte primera, planta Víctor Manuel sus versos de LA MEDIDA, una recopilación de poemas del periodo que va entre 1988- 1996, poemas que me remiten un poco al recuerdo de Federico García Lorca: <Cantar de pájaro herido/ sonido sobre sonido/ sobre sonido la muerte/, anota Víctor en su poema Pájaro.>

La poesía es lectura, es influencia de lecturas, es recreación de lecturas, es creación propia y singular y  Víctor Manuel Pazarín ha encontrado su voz poética, porque en esto ha trabajado toda su vida, no desde hace treinta años, toda su vida ha pulido su verbo y lo ha hecho  con el rigor que solo la disciplina puede dar.

Y Víctor sabe trabajar con maestría la medida de los versos:

<NOCHE MEXICACANA                                     
Hiende en la noche el cuchillo
El ay es el mal herido,
El amor ya confundido
Refleja solo este brillo
—en la herida está la muerte.
En el aire está la brisa,
En el coraje la muerte.
Temblorosa está la suerte:
Pues fue la muerte precisa>


  
Uno de los primeros poemas que leí de Víctor Manuel y que me encantó es :
<CASA DE EJERCICIOS.
Un patio, un gran patio
(El viento era una astilla dura).
Un patio, un gran patio
—no había árboles—,
Allí logré, un día,
Sentir tu presencia,
Señor.> 

EN MILAGROS SENCILLOS, Víctor Manuel nos regala la construcción del poema llamado Haiku.

<1.-
Torre de viento
Que mira la mirada
Es monumento.


2.-
Sale la luna
La sombra de los pinos
Ya es solo una.

3.-
Pájaro quieto,
Dentro de su jaula
Es movimiento

4
En el jardín
Una estrella de agua,
Brilla sin fin.>

En esta primera parte Víctor Manuel nos muestra su dominio de la técnica en la construcción  de las formas clásicas del verso. Sabe manejar con maestría el octosílabo y el haiku y pergeña, en su poema ENREDO,  y en  PAISAJE CON BICICLETAS, lo que posteriormente será su propia poética, una rica poesía en prosa  plagada de recursos nemotécnicos, imágenes, metáforas y construcciones sintácticas frescas y novedosas.

En la parte II, TRABAJAO EN EL TERRENO, Pazarín reúne su producción más preciada de los años  1995- 1996. En esta parte destaco el breve poema

<AGUA NUEVA
Hay algo, algo que de ti fluye
—¿ cómo y para qué—:
como en un caracol fluye,
como en un caracol
en el que te escondieras>

 En la parte III, presenta el Bardo  zapotlense su CANTAR, ( 1995). Esta parte, al igual que la anterior, es muy breve. Víctor Manuel ha dicho que: “en poesía, menos es más” y así parece demostrarlo cuando escribe su brevísimo poema:

<POÉTICA
En el poema,
Imaginación
y realidad,
                nunca mienten.

La arquitectura
 del poema:
elevación  y pozo.

Lo erótico
— como en todo poema—
Crea su intimidad

              Y su silencio> 

En la parte 1V, Pazarín nos habla de LOS DONES MATINALES, (1996- 1999), prosa poética labrada con rigor y  pulcritud, prosa poética encantada de simbolismos que nos arroja de la oscuridad a la luz; de los divino a lo profano; del pensamiento al sentimiento:

<HISTORIA MEDIEVAL
…¿Y quiénes cantan?
Canta la voz del oscurantista, canta el santo  y su devoción, el musulmán y el orate, el príncipe de la Iglesia , el Judas redivivo, el Cristo moribundo, la bruja y la monja, la santa que sostiene El Libro de la Sabiduría y de todos los males.
Los leñadores solo saben de la mirada bondadosa y sabia del búho,
que allí posado,  se confabula con el Mal ;
saben del cuervo que condujo a Poe a lo más alto de su pensamiento>

Ya en la parte V del poemario ENREDO, incluye Pazarín una plaqueta que le
 publicaron  en Buenos Aires, Argentina— ARDENTÍA— (1999-2000), que es quizás la parte más sólida de su producción poética  y que define con mayor nitidez el estilo de nuestro autor:

<LA CIRCULACIÓN DE LA SANGRE
La ceremonia del vino, el Ritual de la sangre ¿ recuerdas?
Sellamos nuestro pacto abriéndonos las venas: la circulación de la sangre hizo de nosotros —el cuerpo, nuestra carne—una sola unidad. Espíritu. Espíritu>

En la sexta parte Víctor Manuel planta sus HIMNOS,  (2001-2002), posiblemente sea este apartado  el que contenga las frases más finamente labradas de un erotismo sublime y exquisito:

<MIENTRAS LLORA, postrada en el lecho, siento el temblor de su cuerpo unido al mío: veo entonces en sus ojos el temor, el frágil y fino cristal de la melancolía.
Descubro en sus labios una palabra, que no logra proferir.
El llanto la inunda, luego su boca se cierra por un tiempo casi interminable….
¿Perdura el amor lo que dura un silencio?>  

En la séptima y última parte de ENREDO, que Pazarín titula CADA VEZ QUE EL AIRE (2016) — que en sí misma es  brevísima— Víctor Manuel se despide dejando en el lector una sensación de continuidad, un sentimiento de ¿qué sigue?
El recorrido que hemos dado por la poética de Pazarín nos  ha dejado  un grato sabor de labios, una esperanzadora idea  de que  habrá más de esta  poética que nos saca de quicio, que nos presenta otra dinámica en su tratamiento morfológico y sintáctico, que nos ha colmado de imágenes y metáforas de una factura insospechada y fresca, que nos hace pensar y sentir de otro modo el latir siempre interminable de la poesía que se vive y se descubre en cada frase y en cada instante y en cada flor y en cada viento y en cada gota de agua que recorre nuestros  ojos. 
< Toqué, entonces, su espalda levantando su ropa. Lo que ella hizo fue cerrar los ojos y arquear su cuerpo como una gatita>…

La poesía de Víctor Manuel Pazarín, nos remite al amor, al amor en todas sus formas, con  todos sus goces, con todas sus pasiones, con  todos sus sufrimientos, con todos sus sentidos, al amor que es dolor, que es desprendimiento, que es añoranza, que es deseo. Víctor Manuel  explora los sentimientos de la condición humana y los lleva a la profundidad: el silencio, la bruma, la muerte, el bosque, el mar, el agua  el viento, el erotismo. Ese erotismo que recorre suavemente este libro de ENREDO y que nos deja la sensación de asombro, de deleite, de manjar degustado. Y con el deseo de volver al texto, se sentir el texto. Hay que dejarse fluir, dejar que las palabras naveguen libremente en nuestros ojos, que resuenen como un suave tambor de fiesta en nuestros corazones.

Si hay que mencionar algunas  características de la poesía Pazarina, esa es el rigor con que la escribe, la pulcritud y la sencillez, la economía de palabras y los conceptos, la exploración de los sentimientos y sus construcciones sintácticas. El recurso de otorgar vida propia a los fenómenos naturales, como la noche, el viento, el sonido:

<LA NOCHE EN LA CAVERNA
Entonces caminaron por el desierto. Nadaron en arenas que formaban cielos nebulosos y fantásticos. Cielos de arenas que contaban historias. Que narraban mundos pasados y futuros, Voces distintas y lenguas desconocidas llegaron a sus oídos y no escucharon a nadie. A ninguna sombra que por su lado cruzó. Todos eran nadie. Pasó el señor X no les habló. La señora muerte y ni una mueca. Ninguna palabra porque no era necesaria. Solo ellos existían. Y la arena dorada y tibia del desierto. Se perdieron unos instantes. Él en sus ojos y en su boca.>

La poesía es el arte de nombrar las cosas, decíamos ayer en el programa Alasletras, es la facultad de otorgarles a las cosas  y a los elementos otra dimensión, la dimensión verbal de la poesía que transforma el entorno. Hacer poesía es apropiarse de las palabras, apropiarse de un lenguaje y construir otra realidad. Es verbalizar nuestro ser, verbalizar el sentimiento para encontrarle un sentido distinto a las cosas, para transformarlas, para  trastocarlas en belleza, para que las cosas y los elementos y los sentimientos sean lo que el poeta quiere que sean para él y — por añadidura— para otros….para otros que quieran y sepan encontrar el sentido poético en las palabras. No todos tenemos esa facultad. Se necesita sensibilidad y entrenamiento.

<DECLARACIÓN Y PROMESAS
— No quiero perderte
 —“El que yo me vaya no quiere decir que no estarás  conmigo”
— ¿Qué haré cuando tú no estés?
—“Donde quiera que yo esté, tendré un lugar para ti”
—Te amo tanto
—“Lo sé”
—Quiero viajar contigo
—“Tenemos muchos viajes por hacer”
-- Te invito a mi bosque
—“El mío es más bonito”
—Quiero verte 
—“Te llamo después para confirmar”
—Te estoy llamando
— Silencio>

Celebro la presentación de este libro ENREDO. Viene a enriquecer la visión poética del Sur de Jalisco y  de la producción literaria del propio estado de Jalisco. Celebro la amistad con Víctor Manuel, celebro la presencia y el tiempo de todos los que aquí nos dimos la oportunidad de coincidir en este espacio cultural José Clemente Orozco.  Celebro, sobre todo, que la poesía se haga presente y vigente en un entorno social y ambiental que necesita ser transformado. Celebro que haya poetas que renueven las palabras y que nos den otros mundos. Celebro la vida.
Te celebro a ti, Víctor Manuel, y a tu familia.



 







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