Mtra.
Rosa María Chávez Hernández
La
primera cuestión para empezar es entender que es leer. Leer es comprender mensajes escritos. Esto
puede ser fácil y divertido o toda una tortura. El primer paso de este
aprendizaje es reconocer palabras cotidianas escritas que el niño ha visto en
numerosas ocasiones.
Hay
niños que descubren entusiasmados que saben leer porque reconocen su nombre,
nombres de artistas o marcas comerciales cotidianas según los gustos de cada
cual.
El
niño percibe que leer es fácil y está a su alcance. Poco a poco ira
reconociendo letras, empezando por las vocales y se dará cuenta de que están en
esas palabras. Y más tarde, puede incorporar consonantes asociadas a un sonido
primero, y posteriormente, dentro de una sílaba que tiene un sonido. Juntando las
sílabas obtenemos palabras. Felicidad completa. Leer tiene sentido, es
sencillo… si respetamos este ritmo y la forma natural de aprender del niño.
En
la etapa infantil se enseña a leer y escribir a la vez y es complicado que
todos los niños logren ambos procesos con facilidad y de forma paralela.
Algunos niños no avanzan en la lectura lo que podrían por frustración o
desánimo ante una escritura difícil de lograr.
Les
comparto algunas sugerencias y actividades a los padres de familia que pueden
facilitar este aprendizaje.
Léele
a tu hijo/a todos los días en voz alta.
Permite
que el niño a veces elija el libro que quiera que le leas. No olvides
introducir juegos de rimas, poesías para niños, adivinanzas, chistes y
trabalenguas.
Haz
ver a tu hijo/a que se lee del principio al final de la línea, de izquierda a
derecha y que entre las palabras hay un pequeño espacio. Puedes señalar estos aspectos utilizando el dedo o un lápiz que avanza a lo
largo de las líneas. Relaciona los contenidos de los libros con experiencias de
la vida diaria del niño.
No
cuentes siempre el final de la historia, pide a tu hijo que adivine lo que va a
pasar al final.
¿Y
qué te puedo decir de los beneficios que tiene el hacer de los niños grandes
lectores?
Un
niño que lee es más independiente, logra un mejor dominio del lenguaje; por lo
tanto se expresa mejor e interactúa fácilmente con las personas, se enseña a
reflexionar, a entender y comprender, echa
a volar su imaginación y creatividad. El niño que siente placer al leer
un libro será un adulto capaz de utilizar la lectura como una herramienta
básica para desarrollarse con éxito.
*Asesora
del Centro de Actualización del Magisterio de Cd. Guzmán
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