sábado, 23 de octubre de 2021

Viejos


 

Cine sin Memoria


José Luis Vivar

 

Desde sus primeras películas M. Night Shyamalan demostró ser un director diferente. Original es un término demasiado arriesgado porque ninguna obra de arte aparece de la nada. Todo parte de otras visiones, de otros modelos. Aun así, este realizador de origen hindú siempre ha sabido sorprendernos con películas como El Sexto Sentido (1999); El Protegido (2000); Señales (2002); La Aldea (2004); o más recientemente Los Huéspedes (2015) y Glass (2019).



          

  Obras que pueden o no gustar, pero que tienen el sello inconfundible de su autor, quien además suele imitar a Alfred Hitchcock, al hacer pequeños cameos en todos sus filmes. Una manera sutil de divertirse y al mismo tiempo hacer acto de formar parte de la trama como un personaje secundario que es de importancia para el desarrollo de la historia.


            En esta ocasión presenta Viejos (2021), una cinta que desde antes de su estreno dio mucho de qué hablar porque se dio a conocer que el argumento se basaba en la novela gráfica Castillos de Arena de Pierre Oscar Levi, y Frederik Peeters. Una historia que podría ser atractiva o nefasta para el público.


           

La trama es sencilla: una pareja conformada por Guy (Gael García Bernal) y Prisca (Vicky Krieps) y sus dos hijos llegan a un lujoso resort a pasar unos días. Apenas están instalándose cuando el gerente del hotel les propone que vayan a una playa exclusiva, donde podrán pasar mejores momentos. Un lugar exclusivo para huéspedes importantes. Ellos sin dudarlo aceptan y se unen a otras tres parejas: un rapero y su novia; un cirujano, la madre de éste; su esposa y su pequeña hija. Así como un enfermero y una psicóloga.


            El chofer del autobús (M. Night Shyamalan) que los lleva, promete volver por ellos al atardecer, y lo que aparenta ser un día común en esa playa paradisíaca y comienza a convertirse en algo inesperado. Los niños de Guy y Prisca de pronto se convierten adolescentes, lo mismo sucede con la otra hija del cirujano, y para colmo ocurren dos inexplicables muertes: la pareja del rapero y la anciana madre del cirujano.





            La tensión entre los personajes comienza a aumentar, ya que conforme pasa el tiempo cada uno de ellos comienzan a sufrir la transformación en sus cuerpos y en su forma de pensar. Es decir, envejecen, de ahí el título de la película. Aunque no se trata solo de eso, porque fiel a su estilo Shyamalan disecciona la línea dramática y establece en determinados minutos una sorpresa para los involucrados y para el público.


           

Contrario a lo que sucede en otras historias, aquí no es el encierro lo que pone al borde de la locura a los involucrados, sino ese espacio abierto que es la playa, y ese infinito representado por un mar embravecido que impide salir. Nadie puede abandonar ese lugar, quien lo intenta corre el inevitable riesgo de perder la vida.


            Lo interesante de esta película es contemplar las etapas de crecimiento y desarrollo de los tres niños, y el deterioro físico y mental de los adultos. Envejecer cambia la manera de pensar, de ver la situación que están enfrentando, pero también acelera patologías y manifiesta otras.


            Quizás el único punto en contra que tiene Viejos sea el último acto que se extiende un poco más de lo debido, pero se agradece que al final no queden cabos sueltos y por fin se conozca el misterio del por qué todos los que llegan a esa playa envejecen aceleradamente.


            Una vez más M. Night Shyamalan vuelve a sorprendernos con otra perturbadora historia.




1 comentario:

  1. Habrá que ver la película. Suena interesante. Lástima que cuando estuvo en cartelera no me llamó la atención la premisa y desconociera los méritos del director.

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