miércoles, 25 de abril de 2018

El vendedor más grande del mundo




Samuel Gómez Patiño


Hace años me llamo la atención un libro titulado “El milagro más grande del mundo” del escritor italiano Augustine Mandino conocido por el seudónimo de Og Mandino, fallecido en 1996 e inicie una cruzada que me llevo a adquirir y leer casi todos sus títulos traducidos al español (tengo en espera “La universidad del éxito”) todos exitosos, aunque me parece que el primero que leí junto con “El ángel número doce” y “El vendedor más grande del mundo” fueron los que tuvieron un gran impacto en mi persona.


             Este libro fue publicado por primera vez en 1963 y se convirtió en un Best Sellers y hasta la fecha es un referente de los escritores de motivación actuales y de lectura obligada en grandes escuelas y organizaciones. En mi caso, para mis alumnos del área de mercadotecnia es una lectura obligatoria.

              A través de historias nos involucra en la narrativa de sus libros y en este caso, la historia del camellero que se convierte en el vendedor más grande del mundo logra envolver al lector para enseñarnos la filosofía del éxito, y aunque en un principio nos parece que nos va a enseñar las mejores técnicas para vender, al final nos ayuda a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Nos entrega los diez pergaminos del éxito de los cuales te menciono los que a mi parecer son los más interesantes.

              Me formare en los buenos hábitos, y seré esclavo de esos hábitos.

             ¿Cómo podemos ser exitosos, sino cambiamos de hábitos? Según las teorías de la conducta, un mal hábito lo aprendemos desde la primera vez, como no saludar, lavarnos las manos después de ir al baño o simplemente fumar, por el contrario, los buenos hábitos son cuestión de mucha práctica, como levantarse temprano o comer saludable. Algo que me ha caracterizado todo el tiempo es ser responsable con mi trabajo, no me gusta faltar, algo que mis alumnos de vez en cuando resienten, pero a lo largo de mi vida me acostumbre a cumplir, ya sea en los equipos que he jugado, futbol, béisbol o softbol, como en las actividades laborales que he tenido.

             Saludare este día con amor en mi corazón.

             Nadie da lo que no tiene, es un dicho que me gusta mucho. Para mi significa que quien tiene amor es lo que da, en cambio quienes guardan odio o rencor es lo que reparten. De seguro alguna vez has recibo un buen trato y te han hecho sentir especial, entonces te has encontrado con alguien que tiene mucho que dar, ellos son quienes dan un servicio al cliente de calidad.

             Persistirás hasta alcanzar el éxito.

             ¿Alguna vez has hecho un inventario de tus habilidades o talentos? Todos nacemos para triunfar, pero nos falta decisión para lograrlo. A veces conozco historias de personas con discapacidades físicas que logran ser sobresalir, por ejemplo, Nick Vucijic sin pies ni manos y nadando con tanta facilidad y convicción y yo ni siquiera me meto a la tina porque me ahogo.

             Soy el milagro más grande del mundo.

             Dice Mandino somos únicos e irrepetibles y debemos creerlo. Nacimos con cualidades, virtudes y defectos que nos hace personas especiales, debemos aprender a explotarlas. Decidir ser los mejores, no dejar que el ambiente en el que vivimos destruya nuestras posibilidades de triunfar. Me recuerda la frase “no somos culpables de nacer pobres, pero si de morir en la pobreza”.

             Viviré este día como si fuese el último día de mi vida.

             Si el futuro no ha llegado ¿Por qué me preocupa?, el pasado ya no lo puedo cambiar y me molesta en el presente. Para mi es grandioso que al amanecer y al abrir mis ojos pueda sentir el aire que respiro, escuchar los pájaros cantar y estar otra vez con mis seres queridos. Trato de vivir cada segundo, si estoy en casa disfrutar de la compañía de mis hijos y esposa, si estoy en el juego divertirme y hacer mi mejor esfuerzo, si estoy impartiendo mi clase disfruto de compartir conocimientos, escuchar sus comentarios y resolver sus dudas y hasta mi tiempo en el club Toastmasters se vuelve indispensable para mi crecimiento como en el último concurso que me deja una gran satisfacción por lograr el objetivo de lograr un buen lugar. Vivo como si fuera el último segundo de vida, hasta el último aliento.

            Me reiré del mundo.

            Huelga decir que como mexicanos tenemos un gran sentido del humor, y lo que más me gusta es la facilidad de reírnos de nosotros mismos, de lo que nos pasa, bueno o malo. Nunca falta la oportunidad, pero me parece que hasta de la muerte nos gusta reírnos, aunque sabemos que quién ríe al último ríe mejor.
             La próxima semana “El mejor discurso siempre lo das cuando vas a casa”.

             Me gustaría leer tú opinión, puedes escribirme al correo samuelgomez@uabc.edu.mx o en Facebook: Samuel Gómez Patiño

*Vicepresidente Educativo del Club Toastmasters Ejecutivos de Tijuana
Licenciado y Maestro en Administración de Empresas
Catedrático en la Facultad de Contaduría y Administración, en Tijuana
Universidad Autónoma de Baja California

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