miércoles, 9 de diciembre de 2020

El carrito rojo. Regalo #12 de Navidad

 


 

Sandra Gómez

 

Estimado lector de la lista de regalos, el regalo #12 tiene una gran historia. Cuando eres tío soltero y no sabes que darle a tu sobrina-ahijada.  En su cumpleaños #2 el tío Miguel Ángel le trajo a Cristina un auto-móvil rojo y amarillo a mi niña; ella ya para ese entonces no usaba pañal y estaba estrenando su vestido de fiesta, estaba tan contenta con su “automóvil” que no fue capaz de bajarse de su super vehículo y cuando vi agua debajo de ella pregunté ¿Ya hiciste pipi?, y se fue corriendo al baño; ¡Oh Dios! pregunté tarde pensé, como cualquier madre le cambie de ropa y limpie el carrito. Así la mayor parte del tiempo en su fiesta se la paso arriba de su auto; ese mismo día recibí una gran lección de mi prima Claudia quien acudió a la fiesta de cumpleaños, llego tarde por cuestiones de trabajo de Polo, la lección fue la siguiente…



Cuando eres padre primerizo es común que, a la fiesta de cumpleaños de tu hija, la mayoría de los asistentes no tengan hijos, y de la familia paterna tampoco había niños al ser la primera nieta de la familia paterna; solo algunos pocos los tenían como era el caso de mi prima con su hija Stephany tres años mayor que Cristy. Ella llego cuando estábamos terminando de abrir los regalos, cada paquete era de ropa, hasta que llego el de su madrina Minerva en una “bolsa de regalo”, a lo que la niña de dos años saco el trajecito y se fue muy contenta con la bolsa…la niña recibió con agrado su “bolsa como regalo”, en eso llego la tía Claudia con sus hijos con una aspiradora y un paquete enorme de juguetes  y le dije, haz salvado la fiesta, Claudia respondió ¡ya sé a los niños no les gusta recibir ropa!, yo sé que a los padres si nos gusta pero a ellos definitivamente ¡NO!, por eso le traje su juguete. En ese cumpleaños #2 únicamente recibió esos dos juguetes.


Cuando Cristina tenía cuatro años, nacieron sus hermanos gemelos, y a sus 18 meses en su Navidad recibieron de Santa Claus un “Little Tikes Cozy Coupe 30th Anniversary Edition”, con ambos coches ya se podían hacer carreras. El primer vehículo ya tenía tres años y seguía muy fuerte y sólido. A decir de ellos, tienen gratos recuerdos y créanme, algunos en el vecindario también recuerdan esas carreras, particularmente quienes vivían cercanos a la rampa.





Más adelante fueron donados al Oratorio y se siguieron usando, sin duda una buena inversión para que los niños salieran a jugar al patio y convivieran.  Este tipo de juguetes ayudan a que los niños compartan, se organicen, pasen y esperen turno, además de que pueden canalizar sus energías entre gritos y carreras al empujar el carrito.


El carrito rojo, no es cualquier carrito; recuerda padre de familia que la seguridad es importante, estos vehículos tienen un diseño atractivo, de uso rudo y seguro; como cualquier juguete requiere supervisión y una guía de uso con reglas claras; por ejemplo, les compre unos conos anaranjados que colocaba para limitar el espacio, de esa forma aun cuando la calle es privada los vecinos podían percatarse que los niños estaban jugando.  Más adelante mi vecina Ana puso un tope frente a su casa para mayor seguridad de los niños jugando. Asimismo, las vecinas y yo nos turnábamos para estar siempre por lo menos una viendo directamente a los niños.


Cuando compres un regalo piensa en por lo menos tres usos de este. Sé feliz, comenta y comparte tus experiencias, felices fiestas te desea Dra. Sandra Gómez Patiño.

 



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