jueves, 24 de diciembre de 2020

Qué pasó con la literatura en Zapotlán en 2020. Los libros


 

Los conjurados

 

 

Ricardo Sigala

 

 

Termina el año y es un buen momento para hacer recuentos y balances en torno a la vida literaria en nuestra región. Este 2020 fue implacable en lo relativo a las actividades culturales, y las que tienen que ver con la literatura no se salvaron, así pues, muchas de las que tradicionalmente se hacen en nuestra ciudad fueron canceladas, como es el caso de los Juegos Florales de Zapotlán, otras fueron realizadas de manera virtual, el día de la poesía y el día del libro, así como las Jornadas de Letras Hispánicas y el Coloquio Arreolino.



A pesar del difícil panorama que planteó la prolongada cuarentena debido a la pandemia de Covid 19, la literatura en el sur de Jalisco tuvo algunos muy buenos resultados, el mejor ejemplo de eso es el incomparable año que experimentó Hiram Ruvalcaba, quien obtuvo dos premios nacionales y una beca del Fonda Nacional para la Cultura y las Artes en la categoría de Jóvenes creadores para escribir una novela. Otro aspecto inesperado tiene que ver con la publicación de libros, pues en este año aparecieron casi una decena de nuevas publicaciones, casi todas ellas proyectos editoriales independientes.


El libro más difundido y que más impacto causó fue, sin duda, 27 escritores del sur de Jalisco. Una antología desde el confinamiento (Amate Editorial) de la doctora Silvia Quezada Camberos, una muestra del crisol de voces que se manifiestan literariamente en nuestra región; quien quiera darse una idea de los temas, los estilos, las voces, los géneros que se cultivan en la zona, tanto de los escritores maduros como de las jóvenes propuestas, el libro de Silvia Quezada es la mejor, y única, opción.





Otro libro en el que vale pena detenerse es La memoria de lo indecible (2020) de Octavio Hernández, publicado en España por la editorial Ápeiron. Se trata de un volumen de poemas que resultó finalista del concurso internacional de poesía Álvaro Tarfe en el país ibérico, de ahí que una casa editorial española se haya detenido en él. Este es el primer libro que publica su autor, Octavio Hernández entra en el mundo del libro de manera especial, con un reconocimiento en un certamen internacional y con un libro publicado en el extranjero. Por desgracia el poemario no ha tenido la atención debida por parte del público y de los medios. No obstante, es un autor al que no hay que perderlo de vista.


En los últimos días octubre, Diario El Volcán publicó una entrevista con Ramón Elizondo, autor de uno de los libros más relevantes en nuestra región. Se titula La expedición olvidada, crónica y testimonios de la expedición Francisco de Orellana, de Vital Alsar, Amazonia 1977 (2020) publicado por Puertabierta Editores. Como el subtítulo lo dice, Elizondo cuenta la crónica del viaje que él y otra docena de aventureros y científicos hicieron para repetir la travesía que hace 500 años el Conquistador español Francisco de Orellana realizó desde las fuentes del río Amazonas hasta su desembocadura en el océano Atlántico. Ramón Elizondo es el único zapotlense del que se tenga noticia que ha hecho este viaje, de eso ha dejado testimonio en este libro.





Este año fue muy productivo para Epilef Ed Susej, pues en febrero presentó Habitación 45. Poemas afrodisiacos (Ediciones LeArte), y a finales de octubre No mires detrás de ti, (2020), por parte de Ediciones El Viaje de Guadalajara. Estos libros se suman a una bibliografía que ha crecido de manera vertiginosa en los años recientes. Por otra parte, en enero se presentó el libro póstumo Bajo la misma arcada de José Armando Cuevas Preciado, un poeta que en 1987 ganó los Juegos Florales de Zapotlán y tuvo una presencia importante en la vida cultural de nuestra ciudad. Alejandro Moreno Merino, un viejo conocido de la literatura actual de Zapotlán, publicó su tercer libro, bajo el título Archivaldo el monstruo y otras historias que contar, con el que ingresa en el mundo de la literatura infantil y juvenil. Un punto a destacar es el papel que hizo este año Ediciones LeArte, pues además de publicar un libro de Epilef Ed Susej, también sacó a la luz la novela Todas las cosas, el primer libro de Sergio Elizondo, y Vicente y el altar de muertos de la tía Julia de J. L. Salazar, quien además funge como responsable de esta empresa prestadora de servicios editoriales. Finalmente, hay que mencionar la tradicional publicación del libro ganador del Concurso Nacional de Cuento Juan José Arreola, que en esta ocasión correspondió a Los tiempos de Dios de José Luis Valencia, publicado por el Centro Universitario del Sur y la Editorial Universidad de Guadalajara.


Varios puntos habrá que acotar derivado de este recuento de los libros publicados en Zapotlán en 2020. Que la literatura del Sur de Jalisco tiene un interés más allá de nuestras fronteras regionales, así lo prueba la antología realizada por Silvia Quezada; que los nuevos talentos de Ciudad Guzmán pueden ser apreciados y editados en el extranjero, como sucede con el caso de Octavio Hernández; que en nuestro ámbito se guardan historias únicas que claman por ser escritas, veamos el caso  de la Expedición olvidada de Ramón Elizondo; que desde aquí se convoca un premio nacional desde hace diecinueve años: que un discreto sello editorial puede hacer una labor que urge en el ámbito de la creación literaria en nuestra región, como lo demuestra Ediciones LeArte; que aquí es posible publicar una  primera novela, como es el caso de Sergio Elizondo; y en términos generales que el sur de Jalisco es un lugar propicio para el desarrollo de la literatura, como lo constatan los libros de Epilef Ed Susej, J. L. Salazar y Alejandro Moreno Merino.

 




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