La autoridad, paró oreja

Juan José Ríos Ríos

El gobierno municipal de Zapotlán el Grande, está marcando un rumbo diferente a lo que los ciudadanos han tenido de las pasadas administraciones. Hay un alcalde atento a la problemática de la ciudad, a los reclamos ciudadanos, los cuales ha sabido no solamente atender en tiempo y forma, sino dando soluciones firmes, que dejan satisfechos a los quejosos y que, de plano, dejan ver su congruencia en lo que dice y en lo que hace.

            El más reciente episodio que enfrentó el Presidente Municipal Pepe Guerrero, pese a que no era de su cabal competencia, no echó en saco roto las peticiones de los ciudadanos, atenderlos y ayudarlos en un problema que vino a crear a la ciudad la Dirección de Movilidad del recién terminado gobierno encabezado por Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, con la modificación de rutas, con la sacada del servicio de varios autobuses de una de  las tres empresas que otorgan el transporte o servicio urbano y con la implementación de la llama Ruta Empresa.

            El reclamo de la gente era que se dejaran las rutas como estaban, y no por gusto, sino por los problemas que estaban sufriendo como usuarios del transporte urbano al desaparecer rutas y con ello verse obligados a caminar varias cuadras para tomar el camión, tener que trasbordar unidades para poder llegar a su destino y, con ello, pagar doble pasaje. Además del mal trato que en manifestación dijeron recibir de los conductores, del rechazo al pago del servicio mediante el sistema de bienevales, pérdida de tiempo esperando el paso del camión, entre otras afectaciones que, incluso, padecían las personas con problemas de discapacidad o por su condición de adultos mayores.

            La autoridad, paró oreja en los señalamientos y ni tardo ni perezoso convocó a los concesionarios de la prestación del transporte urbano, de las tres empresas, para dialogar y concertar acuerdos y con ello darle solución a la solución de las afectaciones que estaban padeciendo sus representados, la gente del pueblo, de los cual surgieron tres acuerdos que tienen que ver con la reincorporación de 15 unicidades de los Ochoa o Cafés, como se les conoce, que el servicio se siga prestando como estaba funcionando antes de la intromisión de la Secretaría de Movilidad en el estado y, no menos importante, que no se aumente el costo del pasaje como el ejecutivo del estado aprobó, de 6.50 a 9.50 pesos.

            Pudiera decirse que el alcalde se metió en terreno que es competencia del estado, pero lo importante es que le resolvió, con el apoyo de los permisionarios del servicio urbano, el problema que estaba viviendo la gente, los usuarios, dando muestras de carácter y responsabilidad en tiempo y forma y no dando falsas expectativas a los ciudadanos, una forma de cumplir con el mando dado que en otros tiempos era falsas promesas o como dice el dicho: atole con el dedo.

            En otro tema y aunque no lo ha dicho de manera oficial, quien esto escribe recibió el comentario del alcalde de que este año y a lo mejor dentro de su administración, ya no habría pista de hielo sobre la losa de concreto del jardín principal, lo que no se ha visto hasta la fecha, y sí en cambio se le está dando al centro histórico una imagen más amable, acorde a los tiempos, con los adornos navideños que ya penden de la fachada del palacio municipal, del kiosco del jardín Cinco de Mayo, por algunas de las calles y, en la plaza ya mencionada, se ha instalado un enorme figura de Papá Noel o Santa Claus, así como una figura en plástico de un animal considerado como salvaje, en los que los niños y los adultos se toman fotografías.

            Son otras actitudes, son acciones más congruentes con lo que dice Pepe Guerrero quiere hacer con su compromiso como alcalde, un gobierno amable, abierto a la gente y a las pretensiones de que Ciudad Guzmán sea una urbe limpia, con el cambio de horario en la recolección de la basura, también se hacen mejores trabajos en el mantenimiento de las calles entre otras acciones, lo que seguramente continuará en el período que le corresponde como Presidente Municipal de una tierra que obliga a ser grande y culta, con hechos.