lunes, 23 de julio de 2018

Ramón Rojas Chávez (1933-2018)


















Los conjurados


Ricardo Sigala




El sábado 14 de julio recibí un mensaje de Milton Iván Peralta en el que me decía que don Ramón Rojas Chávez acababa de morir. Pronto confirmé la noticia en las redes sociales. Hacía muchos años que no tenía noticias del poeta de Gómez Farías. Lo había conocido veintidós o veintitrés años atrás, en el taller literario de la Casa de la Cultura de Ciudad Guzmán. Formó parte de aquella primera generación de asistentes, entre quienes recuerdo los nombres de Juan José Elizondo (+), Jesús Juárez, Jesús Vázquez, Teresa Gómez Cervantes, Cecilia Villagrana, Antonio Vázquez Clavel y más tarde se incorporaría la poeta chilena Marianela Puebla, entre los jóvenes tengo muy presentes a Gandhi y Omar Magaña, a Marcela Moreno y al mismo Milton Iván Peralta.

Sin duda, Ramón Rojas Chávez era el miembro más avanzado de ese grupo. Contaba con un dominio del oficio por encima del resto de nosotros. Conocía más que bien las formas poéticas tradicionales: la silva, el soneto, el alejandrino, la décima... Pero además ejecutaba sus versos con una soltura y naturalidad inesperadas. La métrica y la rima le eran connaturales. Por supuesto, técnicamente era un escritor tradicional e incluso conservador, como podía esperarse de un poeta de provincia; pero eso no era un obstáculo para la manifestación de sus necesidades de comunicación estética.

No recuerdo haberle hecho correcciones a sus poemas; sí que le sugerí que experimentara el verso libre, más siempre volvía a la seguridad de las formas clásicas. Creo también recordarle algún intento narrativo. La verdad es que cuando Ramón Rojas Chávez se integró a nuestro taller literario ya era un escritor, más tarde comprendí que él no necesitaba de las enseñanzas del grupo, lo que tenía era una gran necesidad, y un gusto también, de compartir sus composiciones, como él las llamaba. Siempre reconocí en él un asiduo asistente y un animador indiscutible del taller literario en su primera etapa.

En cierta ocasión leí su currículo y me quedé sorprendido de la cantidad de premios y reconocimientos literarios que había obtenido. Decenas de galardones y menciones en certámenes municipales, estatales y nacionales, incluso había ganado concursos de poesía en alguna ciudad norteamericana. Ramón Rojas Chávez publicó los poemarios Musa Kaleidoscópica (1971), Grageas (1993), Romancerillo del Tepeyac (1995) y Homenaje a Zapotlán (2012). Por Víctor Aranda me entero que, Ramón Rojas ,también realizó investigación histórica y antroplógica en sus libros Cuauoteponahuastitlan, San Sebastián (1981) y Desde puertas adentro (1989), que perteneció a la “Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco”, y que estuvo vinculado a grupos culturales como el “José Clemente Orozco”, “Arquitrabe” y “Calmécac”.

Don Ramón Rojas Chávez murió el sábado 14 de julio a los 85 años de edad en su natal Gómez Farías. Hoy lo recordamos y lo reconocemos.



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