miércoles, 24 de mayo de 2017

La Ballena Azul



Víctor Hugo Prado




Hace unas semanas, supimos por un video que se hizo viral de cómo se arroja desde el segundo piso de uno de los edificios de una secundaria de Guadalajara, una adolescente de 12 años, en un hecho que por fortuna no perdió la vida. Sobre el acontecimiento hubo versiones que dicen que la niña estaba cumpliendo un reto de un fatídico juego llamado La Ballena Azul generado en Rusia que incita a los adolescentes a irse haciendo un daño físico y emocional progresivo hasta terminar en el suicidio. Al parecer no fue así, pero por su mente, por las razones que aún se desconocen decidió hacerse daño. 


El juego de la Ballena Azul, no ha sido ajeno a autoridades mexicanas, al menos no en la Ciudad de México donde se había realizado una alerta sobre sobre estos desafíos popularizados en redes sociales que no tienen otra intención más que atentar contra la integridad y vida de niños y jóvenes. Esa misma alerta señala que existe una red social rusa llamada Vkontakte, en dónde los grupos que promueven este reto piden a los jóvenes realizar distintas pruebas durante 50 días. También se menciona que una vez iniciado el juego no se puede salir, ya que amenazan con matar a la familia del participante. Son cincuenta retos, uno por día, de los cuales a manera de ejemplo leeré uno: Día 1: córtate con un cuchillo escribiendo “f 57” en tu mano y luego enviarle la foto al administrador del grupo que te invitó. Confieso que estoy al frente de una escuela que en 4 planteles tiene 1600 alumnos y que no conocía la existencia de este juego. Sin duda muchos otros directores de escuelas, maestros y padres de familia también lo ignoran. Lo que obliga a los actores referidos a echar mano sobre esa problemática. Iniciando por conocer el ambiente escolar en el que se desenvuelven los alumnos y cómo se relaciona entre sí. Observar la conducta bajo el cumplimento de las normas Implícitas y explícitas con las que revelan las conductas, tareas y actividades. Revisar los valores como el respeto a la diversidad, la autoestima. Saber de sus expectativas sobre sí mismo. Se trata de que la escuela conozca sobre la seguridad de sus estudiantes, cómo se sienten respecto a otras personas, si se sienten aceptados y apoyados. Estamos obligados a brindar y desarrollar la seguridad emocional, que incluye la posibilidad de compartir reflexiones e ideas personales sin ser juzgados o castigados. También, la posibilidad de sentir alegría y felicidad. Y por supuesto de brindar seguridad física para que puedan sentirse libres de ser víctimas de violencia y acoso escolar. No solo se trata de observar e identificar solo el ambiente, también de intervenir, con la participación de docentes, administrativos, padres y madres de familia, y para ello existen herramientas profesionales que pueden abatir problemas de niños y jóvenes que se exponen cada vez más a una agresivo contexto, pero si me lo permiten será ello tema de otra participación. 2a parte Estimados amigos Les comparto el comentario realizado para Radio UDG en el 94.4 de fm en Ciudad Guzmán. Martes 16 de mayo de 2017. La semana pasada comenté sobre un video que se hizo viral en el que se exhibe como se arroja desde el segundo piso de uno de los edificios de una secundaria de Guadalajara, una adolescente de 12 años. El hecho no es un caso aislado, ahora los adolescentes juegan y se retan a hacerse daño físico y emocional progresivo que puede culminar en el suicidio.

 Me referí que ese y otros actos de violencia en la escuela deben ser analizados por autoridades escolares, maestros y padres de familia, iniciando por conocer el ambiente escolar en el que se desenvuelven los alumnos y cómo se relaciona entre sí. Observar la conducta bajo el cumplimento de las normas con las que revelan sus conductas. Revisar los valores como el respeto a la diversidad, la autoestima y conocer sus expectativas sobre sí mismos y sobre lo que les ofrece la escuela. 

Se trata pues de que la escuela conozca, cómo se sienten respecto a otras personas, si se sienten aceptados y apoyados, las tendencias de los juegos pro-violencia que circulan en la red. Estamos obligados a brindar y desarrollar la seguridad emocional. También, la posibilidad de sentir alegría y felicidad. Es evidente que un sujeto feliz, es más equilibrado y tiene un mayor respeto para sí y para los demás. La escuela debe ser un espacio seguro donde alumnos y profesores puedan sentirse libres de ser víctimas de violencia y acoso escolar. Mencioné que no solo se trata de observar e identificar el ambiente, también de intervenir, con la participación de docentes, administrativos y papás, con herramientas profesionales que pueden abatir problemas de niños y jóvenes que se exponen cada vez más a una agresivo medio social. 

En la página de la Subsecretaría de Educación Media Superior de la SEP, existe un programa que se llama ConstruyeT, un programa del Gobierno Mexicano, diseñado e implementado por esta Subsecretaría, en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cuyo objetivo es fortalecer las capacidades de la escuela para desarrollar habilidades socioemocionales en las y los estudiantes, y así mejorar el ambiente escolar en los planteles del nivel medio superior. El aprendizaje socioemocional se refiere a la capacidad del joven para enfrentar de manera positiva y asertiva los distintos riesgos a los que se enfrenta por su edad, su contexto familiar, su condición socioeconómica y las vicisitudes de la vida en general. Este programa busca que alumno pueda conocerse, manejar emociones, establecer metas positivas, relacionarse sintiendo y mostrando empatía por los demás y por supuesto establecer y mantener relaciones positivas y finalmente saber tomar decisiones responsablemente. En la página podrán encontrar más de 230 fichas bien elaboradas que expresan técnicas para desarrollar habilidades socioemocionales de manera participativa: la autoconciencia, la autorregulación, la determinación, la conciencia social, la relación con los demás, la toma de decisiones responsables y positivas. Me parece que echarse un clavado a ellas nos abrirá la mente y las posibilidades de trabajar con los adolescentes como actores centrales de un entorno seguro.

1 comentario:

  1. El problema radica que el mundo está revolucionando con rapidez mientras que nosotros lo hacemos más lentos. Y esto incluye la educación escolar y familiar. Curiosamente ahora las parejas tienen en promedio menos hijos pero no alcanzan a atenderlo debidamente mientras que en las escuelas no hay presupuestos para dedicar más personal profesional para la atención de los estudiantes. Para empezar muchos alumnos atendidos por un maestro. Hay mucho que hacer todavía.

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