jueves, 18 de mayo de 2017

La Ex Perla Tapatía: aire y salud ambiental



Noé Rodríguez Patiño


La universidad de Guadalajara el instituto de miedo ambiente y comunidades humanas el cuerpo académico de Salud Ambiental y desarrollo sustentable, con el apoyo del programa integral de fortalecimiento institucional para la educación superior, de la Secretaría de Educación Pública, nos regalaron un libro que fue aceptado en el 2008 y publicado en el 2009 a través del Centro Universitario de ciencias biológicas agropecuarias instituto de medio ambiente y comunidades humanas bajo la coordinación de María Guadalupe Garibay Chávez editar un libro que para mí es muy importante y ha sido guía personal en los programas educativos, que me ha tocado impartir de educación ambiental y de geografía y cuidado del entorno, del cual Les comparto unas breves notas de este gran libro aire y salud.


Aire y salud es uno de los muy pocos libros en México qué explora está indisoluble relación con un enfoque pragmático y haciendo reflexionar al lector sobre el estrecho vínculo que deberíamos tener, conceptos como indicadores en salud y percepción de riesgo con la toma de decisiones en materia ambiental. Estos tiempos en donde parecería que el estudio de la contaminación del aire y su relación con la salud está ya pasado de moda, Esta obra nos muestra con conciencia que el problema es una megalópolis Cómo Guadalajara sigue siendo muy grave, aunque la atención que le brindan los medios masivos de comunicación, ¿y por consecuencia?, los políticos y tomadores de decisiones en es francamente magra.

El capítulo I, indicadores de salud ambiental en materia de calidad del aire para la zona metropolitana de Guadalajara, plantea una serie de indicadores pertinentes y yo diría necesarios para evaluar la Salud Ambiental de la población en relación con la calidad del aire. Hoy en día ha sido demostrada de forma contundente que inequívoca la asociación directa, aunque no lineal de la continuación contaminación por partículas (más recientemente de ozono también) con el incremento en la mortalidad de todas nuestras grandes ciudades incluyendo Guadalajara. La relación con la morbilidad (presencia de diversas enfermedades principalmente respiratorias) ya había sido demostrada desde hace décadas.


El capítulo II, contaminación del aire en la zona metropolitana de Guadalajara y el cáncer de pulmón, se concentra en uno de los padecimientos más preocupantes {cáncer de pulmón} indudablemente relacionados con el respirar o inhalar aire contaminado, ya sea el aire del tabaco (fumadores activos y pasivos) yo bien contaminantes emitidos por la quema de combustibles en vehículos e industrias. Los resultados son consistentes con la literatura internacional y respaldan la aplicación en México de normas y lineamientos para proteger a los no fumadores en nuestra sociedad.

El capítulo III, calidad bacteriológica del aire en el centro histórico de la ciudad de Guadalajara, uno de los aspectos menos estudiados tradicionalmente, la calidad bacteriológica del aire. Sabemos que en Guadalajara igual que en otras grandes ciudades, además de los derivados de la combustión, también estamos expuestos día a día con muchos otros agentes de origen biológico, incluyendo un sinnúmero de bacterias que pueden causar diversas enfermedades.
El capítulo IV factores sociales que influyen en la percepción de riesgo por la contaminación del aire en la zona de Miravalle, los presenta un estudio de caso. Este es el sector había percepción generalizada yo diría un conocimiento por responder adecuadamente a la realidad de que existía un serio problema de contaminación en el aire. Uno de los más importantes resultados de este estudio, es que contar con información oportuna o buscar activamente el acceder a la información disponible tenía un efecto modulador en el nivel de riesgo que se percibía, situación no siempre apreciada por los tomadores de decisiones.

El capítulo V análisis de un esquema de participación interinstitucional en intención a la calidad del aire en la zona metropolitana de Guadalajara, encontramos una evolución crítica del funcionamiento del comité Metropolitano para la calidad del aire en Guadalajara. Especialmente útil resulta la revisión de algunas experiencias internacionales en el diseño de foros o instituciones que traten de atender la institucionalidad del tema en forma transversal, mostrando lo diverso de los resultados.

Finalmente, el capítulo VI comunicación de riesgos: análisis de la gestión gubernamental, nos habla de la importante tarea de la comunicación de riesgos. El caso Miravalle demuestra que se trata de una tarea pendiente por encontrarse en opinión de los autores en un estado de buena intención a nivel gubernamental. Políticas aisladas en vez de integrales, superficiales en vez de rigurosas, con poca coordinación y a un menor seguimiento. Queda Pues el reto en el que se debe desarrollar desde la autoridad un programa de comunicación de riesgos ambientales o al menos por contaminación atmosférica diseñado para atender de forma diferencial a diversos grupos poblacionales objetivo, especialmente a los más vulnerables y superficiales para prevenir los daños.

Quise compartirles la presentación de este libro, porque en el año 2005 en el Congreso iberoamericano Estrategias para la conservación de áreas naturales protegidas de designación internacional: Reserva de la Biosfera, Sitios del Programa Mundial y sitios Ramsar en Iberoamérica con sede en el instituto de Ecología en el estado de Veracruz, en la ciudad Xalapa de Enríquez, tuve la oportunidad de participar entre biólogos, ingenieros ambientales y solamente dos personas Mexicanas con formación profesional en el turismo, una persona era la Lic. En turismo Carmelita Vázquez Gildo y un servidor y que hablamos sobre las actividades sustentables en el área turística, la reflexión viraba, en que en una ciudad puede presentar no sólo un patrimonio cultural, sino también en el natural. La contaminación del aire y del paisaje urbano en Ciudad Guzmán es un tema que nos debe llevar a meditar en lo sucedido en ZMG, el desarrollo de las Industrias terminó con el patrimonio natural de Guadalajara y su imagen, sigue teniendo una variedad inmensa en cultura e historia, pero recuerden que hace unos años era llamada la Perla Tapatía, eslogan asignado porque era una de las ciudades más limpias, en sus calles, y sin contaminación visual (grafitis), pero no sólo era una ciudad pulcra, sino de su también su aire, ya que el pulmón de dicha ciudad, era el bosque la primavera, estaba debidamente protegido, era un centro de recreación para muchos turistas nacionales e internacionales, pero entre incendios y nuevos predios el bosque se ha ido debilitando, en Ciudad Guzmán, nos negamos en tomar alternativas para el cuidado del aire, y sobre todo sobre su aspecto urbano, cada vez es más frecuente ver riñas entre los vecinos, porque después de que pasó el recolector de basura otros vecinos pocos responsables, sacan la basura de su casa, pensando que ya no estando sus residuos en casa ya no es su problema, y posteriormente debido a esta práctica se desprenden malos olores y de una mala imagen, la contaminación que estamos generando como sociedad no sólo en el aspecto urbano,  sino en el aire, hoy invito a que todos los lectores de este artículo, busquemos una alternativa para solucionar este tipo de problemas, de otra manera nos puede llegar a pasar lo ocurrido en la Ex Perla Tapatía, parecería que a los responsables de generar políticas públicas  en pro del medio ambiente, los invade la miopía,  y confunden el progreso de una ciudad, basándome en engordar los bolsillos de unos cuantos, a consta del daño de todos, una ciudad que no se desarrolla de manera sustentable está destinada al cataclismo ecológico.



El Dato


En anteriores artículos hemos venido hablando que para que exista un desarrollo económico debe seguir un pentágono de sustentabilidad, primeramente, debe ser socialmente justo, ya que debe responder a las necesidades básicas de las comunidades que poseen el recurso, elevando su nivel de vida para que surja un verdadero desarrollo. Segundo, debe ser ecológicamente responsable, tratando de causar el menor impacto en las áreas naturales, para que otras generaciones puedan gozar de ellas. Tercero, debe ser económicamente redituable, para que el desarrollo se sostenga por sí mismo. Cuarto, debe ser políticamente respetuoso porque se debe acatar a las leyes mexicanas y a las del sitio que visitamos, con políticas públicas con sanciones específicas, sin dejar lagunas para que no se genere la corrupción ni la impunidad y no se haga parte del sistema de corrupción que ya vivimos, en pocas palabras sin fugas de ley y quien las aplique. Quinto, debe ser culturalmente responsable del intercambio que vive el turista con las personas que habitan dentro del sitio visitado. A esto nos exhorta la teoría del desarrollo turístico sustentable

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