domingo, 24 de julio de 2022

La primera "primera dama" que registra la historia de los gobernantes de Zapotlán



 

Fernando G. Castolo

 

Así como los actores que han desempeñado la alta responsabilidad de ser Alcaldes o Presidentes Municipales de Zapotlán el Grande, desde 1813 en que se instala el primer Ayuntamiento Constitucional, han sido estudiados a profundidad y, hoy en día, se cuenta, inclusive, con una sucinta relación de los mismos, así mismo debemos de destacar a sus consortes o esposas, todas ellas Primeras Damas que han tenido que soportar el peso de las acciones y determinaciones, buenas o malas, de sus respectivos compañeros de vida.




Estas damas, por supuesto, son menores en número en la gran relación de gobernantes municipales, dado que muchos de ellos fueron solteros o eclesiásticos. La primera de estas Primeras Damas que tenemos registrada en la historia es doña María Manuela de Gil y Calatayud, hija de don Lorenzo Gil (originario de los reinos de Castilla) y doña María Mariana Calatayud, quien estuvo casada con don José Gerardo de Palafox-Lozano y López de Oliva, personaje que se desempeñó como el segundo de los Alcaldes Primero, después del Dr. José Mariano Fernández de Castro, en el período comprendido del 1 de febrero al 24 de septiembre de 1814.


Nuestra primera, Primera Dama, registrada en la historia fue una mujer heroica, como también lo fue su esposo y su interesante prole. Toda su familia se unió a las causas de la insurgencia, apoyando incondicionalmente, tanto de forma económica como física, dado que todos alcanzaron altos rangos en la milicia al lado de los insurgentes.





Don Gerardo de Palafox-Lozano fue un destacado comerciante de algodón, cuya producción a gran escala, se mercaba, principalmente, en la importante plaza de Querétaro. Hijo, entre otros, de este matrimonio fue José Guadalupe de la Navidad de Palafox-Lozano y Gil (Alcalde primero del 2 de enero al 8 de mayo de 1821), quien casó con una dama de gran linaje de nombre doña María Josefa Antonia Nabora Feliciana de Garibi y López de Lara (quien, a su vez, fue Primera Dama), teniendo entre su descendencia a doña María de la Gracia Felipa Josefa de la Trinidad de Palafox-Lozano y Garibi, dama que llegó a ostentar el grado de Primera Dama de la nación, dado que fue la esposa del Presidente Félix María Zuloaga y Trillo.


Doña María Manuela de Gil y Calatayud, fue hermana, por cierto, del rico hacendado y terrateniente don Benito Gil y Calatayud, poseedor de la hacienda más extensa del territorio de la Nueva Galicia como lo era Huescalapa, así como fue el principal concesionario de la explotación de la sal en la Laguna de Sayula. Las dos únicas hijas del matrimonio Palafox-Lozano Gil, fueron internas en conventos de Guadalajara.


Zapotlán el Grande tiene una enorme deuda histórica con todas nuestras Primeras Damas, empezando con doña María Manuela de Gil y Calatayud, una mujer que entregó a toda su familia en la defensa de la naciente patria mexicana.




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