jueves, 21 de julio de 2022

El templo de la merced y su gran bienhechor don Mauricio Gómez

 


 

Fernando G. Castolo

 

 

La leyenda cuenta que el templo de La Merced fue originalmente construido en agradecimiento por haber salvado la vida un rico hacendado de la región. Se trata del terrateniente decimonónico don José María Mauricio Dolores de la Alta Gracia Gómez de Cárdenas y Gómez-Dávalos (propietario de la Hacienda de San Marcos, muy cerca de Tonila, Jalisco), conocido en el medio social simplemente como don Mauricio Gómez.



Era el año de 1875 y retornaba de un viaje por Europa, acompañado de su hijo Miguel, cuando el barco en el que cruzaban el Atlántico penetró en un clima tormentoso que amenazaba con hacerlos naufragar. En ese momento, don Mauricio, sumamente acongojado, se encomendó a la Virgen de la Merced, solicitándole que les salvara de perecer en esas aguas turbulentas y, a cambio, como una muestra de agradecimiento, él le mandaría construir un hermoso templo para honrarla. Así fue.


Después de ese terrible episodio, don Mauricio finalmente llegó a Zapotlán, donde radicaba, y emprendió las obras de reconstrucción de una vetusta capilla de barrio que ya existía desde la primera mitad del siglo XIX, en donde se veneraba a Nuestra Señora de las Mercedes, bella escultura fabricada por el notable escultor queretano don Mariano Perusquía, aquel que también realizó la hermosa escultura de Nuestra Señora del Rosario (que acompaña a Señor San José en las procesiones públicas).





La novedosa edificación se le encomendó a un alarife tapatío de apellido Aguilar, quien proyectó una iglesia de planta arquitectónica en forma de cruz latina, misma que contenía un hermoso retablo neogótico basado en el diseño del alarife zapotlense Hermenegildo Lepe. El templo fue solemnizado y puesto al servicio del culto público el 24 de octubre (día de la solemnidad a esta advocación mariana) de 1883, por el entonces Cura de Zapotlán don Pantaleón Tortolero.


Este pequeño y original templo fue demolido por los franciscanos (a quienes se le sede para sí en 1945), a fin de adaptar el recinto a algo más digno y moderno, en el año de 1949. Don Mauricio Gómez nació en Zapotlán hacia el año de 1820, y casó con doña María Teresa de Jesús Adame Galindo el 20 de julio de 1841. Encabezó la mayordomía de las solemnidades juramentadas en honor a Señor San José en 1859 y 1870. Su hijo, Miguel Gómez, casó con una mujer de la alta aristocracia poblana de nombre Ángela de Ulloa, quien fue dama de honor de la Emperatriz Carlota de Habsburgo.


Otra de sus hijas, doña María Carlota Gómez, casaría con el hacendado (y primo hermano de ella) don Severo Vizcaíno Adame (propietario de la hacienda de El Rincón). Fallecería don Mauricio en su natal Zapotlán el 27 de mayo de 1892.




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