martes, 4 de abril de 2017

Federico Munguía, la incansable pasión

>Los conjurados





Ricardo Sigala

El pasado 30 de marzo murió don Federico Munguía Cárdenas, tenía 89 años y había dedicado prácticamente toda su vida a investigar, pensar, reflexionar, discutir, escribir, en fin, a intentar comprender y difundir la historia y la identidad de nuestra región, en particular de Sayula, su ciudad natal. Federico Munguía fue uno de esos hombres que tanta falta nos hacen en nuestros días, un ciudadano que comprende que estamos hechos de nuestra historia, que sin ella no somos más que una circunstancia ocasional, sin brújula en este mundo. Federico Munguía sabía que nuestra realidad no nació con nosotros, que somos una continuidad y que en la medida en que sabemos de dónde venimos, cómo fueron y qué pensaron nuestros antepasados, entonces podemos entender quiénes somos nosotros y a dónde debemos dirigirnos.

Fue el cronista de Sayula durante muchos años. Entre los libros que escribió destacan “La Provincia de Ávalos”, Memoria gráfica del carnaval de Sayula (1917-1969), publicado por la Secretaría de Cultura de Jalisco; Música y músicos sayulenses; Los Montenegro, una familia distinguida de Jalisco y Antecedentes y datos biográficos de Juan Rulfo. Fue miembro de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística, del Estado de Jalisco capítulo sur, y miembro distinguido del Seminario de Cultura Mexicana. Derivado de esos y otros méritos su ciudad natal lo homenajeó al incluir su nombre en letras de oro en la sala de cabildo. Además, fue propuesto al Premio Jalisco en 2015. Pero Federico Munguía no sólo fue escritor e historiador, también fue periodista, fundador del periódico El Tzaulán, e incansable promotor cultural.

Quizás uno de los puntos clave de su vida y obra tenga que ver con la amistad que tuvo con Juan Rulfo, Munguía llegó a agradecer públicamente al autor de Pedro Páramo por su ayuda para la publicación de su primer libro La provincia de Ávalos… Otro hecho de suma importancia en torno a esta figura es haber localizado el acta de nacimiento de Juan Rulfo en el Registro Civil de Sayula, fechada el 16 de mayo de 1917. Un documento clave en torno a la vieja discusión sobre el lugar de nacimiento de Juan Rulfo. Aunque el mismo Munguía reconoció que a Rulfo no le gustaba aceptarlo y que siempre que tenía oportunidad, se asumía oriundo de San Gabriel. Federico Munguía estaba contemplado para participar en las actividades sobre el centenario del natalicio de Juan Rulfo, suponemos que ahora pasará a ser también homenajeado.

Más allá de estos méritos, llama la atención la cantidad de gente de la cultura que lo respetaba, lo admiraba y le profesaban una amistad sincera: pienso en los nombres de Dulce María Zúñiga, Felipe Ponce, más allá de la región Sur; y en Vicente Preciado Zacarías, Héctor Olivares, en Ciudad Guzmán.  Don Federico Munguía, desde su pasión y amor por Sayula, su historia y su cultura, ha hecho una contribución de la que todo somos indudables deudores.




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