jueves, 7 de mayo de 2020

Lichita, la muñeca fea. Pre-escolar









Dra. Sandra Gómez         
 

Estimado maestro, te comparto una de mis memorias como asistente docente de pre-escolar en el año 1980; muy significativa por la lección de vida que me dejo.

Tal vez compañero docente aun no habías nacido (…). Pero si, ya había pre-escolar; en esa época yo cursaba segundo de secundaria con 14 años de edad. La maestra del grupo era una profesora jubilada del nivel primaria, incluso había sido maestra de sexto grado de uno de mis hermanos. Yo me dejaba guiar, y ella me dejaba expresarme, ser yo misma (…) debo acotar que soy la menor de cuatro hermanos en donde ellos tres son del género masculino. Mi niñez transcurrió visitando San Diego CA, y el Estado de Jalisco México, principalmente.  Nací en Tijuana B.C. y mi madre es orgullosamente Jalisciense, mientras mi padre es orgullosamente Californiano, así que mi amor por la educación nació dentro de una diversidad cultural y creo que al no tener a mis “primitos” cerca, se me desarrollo de manera instintiva el servicio a la niñez, en otras palabras, jugaba a ser maestra.




Una compañera de la secundaria que era mayor, fue invitada a trabajar como asistente, cuando estábamos en primero de secundaria, así que fui con ella en nuestro siguiente ciclo escolar, ella dejo de ir cuando se dio cuenta de que la maestra de grupo había cambiado; por mi parte, todos los días sin excepción llegaba puntual a recibir los niños, les cantaba, les contaba cuentos, y hacíamos muchos trabajos manuales. Un día, se me ocurrió poner una pequeña obra de teatro, ya que teníamos a una niña muy inquieta de nombre Alicia Esther a la que cariñosamente se le llamaba Lichita. La profesora María Luisa, me dio su apoyo y para el día de la asamblea presentamos la escenificación teatral de la muñequita fea de Gabilondo Soler Cri-cri.   Recuerdo que los padres de familia nos apoyaron mucho vistiendo muy bonito a los niños, recuerdo al ratón, a la araña; Oh Dios que maravilla de trajes, que ingenio de las madres. Por supuesto la estrella era Lichita a quien yo misma le confeccione el vestido de muñequita, cabe decir que los niños tenían 4 años de edad. Un mes de ensayos mínimo (…), los participantes que eran como ocho entre niños y niñas empezaron muy tímidos y Lichita muy desenvuelta, yo diría “perfecta”. Que gran lección aprendí ese día de la asamblea. Todos los participantes lo hicieron excelente, se desenvolvieron mucho mejor que en los ensayos y lucían preciosos, excepto Lichita que se quedó paralizada al ver la gente, y yo sorprendida.  

Me sentí decepcionada como maestra, y muy inteligente la Profesora María Luisa me dijo, que a esa edad los niños pueden actuar así (…), el director de la escuela Prof. Gilberto Aguilar y otros maestros me felicitaron, eso marco mi inicio de clases de expresión oral en público.

Hoy cercano al día del maestro, quiero agradecer a quienes confiaron en mí, y hoy puedo decir que sigo aprendiendo y poniendo mis conocimientos e investigaciones a la orden de quienes como yo amamos ser profesores #amoserdocente.

Las cosas no siempre salen como las planeamos, y es porque trabajamos con seres humanos quienes tienen emociones; desde muy temprana edad ya nos muestran su personalidad y algunas veces nos sorprenden para bien y otras simplemente nos sorprenden. Mi función como maestra formadora de docentes, es sembrar dudas y trabajar con sus silencios; dejar que reflexionen sobre sus actuaciones y en conjunto lo superemos. Para el caso de Lichita, se siguió trabajando con su expresión oral en público; para el festival del día de las madres en un teatro lleno, ella abrió el festival, iniciando con el telón abajo con su hermosa voz cantando las mañanitas, acto seguido y en representación de la secundaria, dije una poesía, una al lado de la otra, y ella Alicia Esther estuvo a la altura; lo superamos juntas.

Feliz día del maestro, recuerda que como dice mi mentora la Dra. María Esther Uriegas: “los maestros cambian vidas”, y sí que cambiamos, a la vez que nosotros nos transformamos.  Haz que recuerden sus días como alumnos (…), “La educación es para siempre cuando la incorporas a tu vida (Uriegas, 2002)”. Un abrazo fuerte de tu compañera Sandra.



 


3 comentarios:

  1. Felicitaciones por tu historia, espero leer muchas otras.

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  2. Que hermosa anecdota, felicidades querida amiga, te mando un fuerte abrazo.

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  3. Más que hermosa, es una ilustración interesante de como en la vida, nos dejamos llevar por las percepciones y no nos sometemos al escrutinio complejo de las personas. Claro que a la edad que tenías es imposible saberlo, pero como docentes a veces (si no es que la mayoría)nos dejamos llevar por la primera impresión o por lo que otro compañero nos dijo. Me encanto y espero con amplia expectativa tu siguiente columna. ¡EXITO!

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