lunes, 7 de agosto de 2017

Ponche de granada y palanqueta de nuez


Un momento por favor    

J. Jesús Juárez Martín





El mosaico policromo de diversidad nacional se inició en las múltiples etnias y pueblos prehispánicos y la inculturación de los conquistadores sobre la nueva España que presentó unificación; ahora más de sesenta grupos luchan en México por su identidad por prevalecer en un mundo globalizado y atropellador de identidades.

La flora y fauna con especies diferentes son fundamento en la gastronomía múltiple que se enriquece evoluciona e intercambia bebidas y alimentos que degustamos, nos permite el disfrute de sabores, exquisitez e intercambio. La identidad del Sur de Jalisco focalizada en Zapotlán, lidera y se distingue con el “ponche de granada y las palanquetas de nuez”, son factores de identidad sureña con una memoria viva que se remonta al  final del siglo XIX, hasta ahí visualiza la tradición oral familiar. Sus tres ingredientes  esenciales, la granada, tal ver originaria de Persia, recorrió mucho mundo y llegó con los españoles conquistadores de la Nueva España, el azúcar de Nueva Guinea, llegó primero a la India,  y de ahí su diáspora, llega a la China,  España y como los conquistadores, aventurera llegó en sus galeones y México pródigo en magueyes proporciona en principio la raicilla, el mezcal o simplemente el alcohol o el aguardiente en proporciones adecuadas esa bebida espirituosa, agridulce, tomada en exceso levita pensamiento y sentimiento y  diluye la realidad, sin embargo es  aperitivo apreciado que ahora se profana con otras bebidas.

En el libro más conocido de Juan José Arreola “La feria” relata del domingo primero de octubre en el reparto de “Décimas” o programas de las fiestas Josefinas, la población degusta la bebida con ritual alegría y en el convite al “Toro de Once” va un carro de mulas adornado con banderas de papel y ramas verdes con dos barriles de ponche de granada con pólvora y alumbre para que haya resultados, festejan con música y sólo necesitan un jarro donde les compartan esta bebida antes del jaripeo.    

El descubrimiento de América y conquista de ella, trastornó el mundo, se dio un intenso y gran intercambio de animales domésticos, productos agrícolas, la alimentación se trastoca, el comercio se intensifica los sistemas de dominación se intensifican y la gastronomía se enriquece y transforma la alimentación, azúcar, huevo, ganado vacuno, bobino, equino etc., modifican la alimentación de los pueblos, los sometidos en especial y aunque se quiera guardar recetas,  sabor  e ingredientes la descubren, de los dulces las palanquetas de nuez ocupan sitial de honor aunque su precio sea elevado en comparación de otros dulces pero su sabor, Jairo González, egresado de Nutrición del CUSur y coautor del Capítulo XI escribe: “Quien prueba las delicias de la nuez fundida lentamente con el azúcar y mezclada con la leche, se da cuenta que después de eso no hay vuelta atrás, simplemente se sucumbe ante su encanto...”.

Otros frutos durazno: pera; semillas regionales amaranto, calabaza, en las cocinas tradicionales de hacendados y conventos que empleaban utensilios mejores y cazos de cobre dieron variedad de conservas, rompope y ponches, pero sin duda el lugar de honor en el gusto popular conocedor la palanqueta de nuez y el ponche de granada son dijéramos, punto, y aparte los nombramos.

Los créditos son para Jorge Arturo Martínez Ibarra: Dr. en Recursos Bióticos por la Univ. de Qro. Profr. Asociado del Departamento de Desarrollo Regional del CUSur Numa Horacio Barbosa Sánchez y Georgina Rodríguez del Toro, Estudiantes de la Licenciatura: Desarrollo Turístico sustentable del CUSur, Jairo González  Osorio. Egresado de licenciatura de Nutrición del CUSur Y Adela Isabel Correa Corona, Egresada de Periodismo CUSur.
     
Post data: Me permito comunicarles al margen del texto comentado “algo más del ponche de granada” tomado del libro “Crónica de una Mayordomía Esperada 2011 de J. J. J.”

* “Una mención de agradecimiento al Sr. Héctor Bernardo Cobían que desde hace años dedica una parcela especial en Atequizayan para la producción de la granada necesaria para el ponche que dona desde hace tres años a la Familia Cárdenas Galván para el “Reparto de décimas” a la población guzmanense.

* “Regalo con mucho gusto la granada necesaria, para dar testimonio con ese signo de cortesía, como invitación a amigos, paisanos o visitantes a celebrar las fiestas con respeto.

* Aproximadamente seiscientos litros de ponche se repartieron en 2011 en más de diez mil quinientos jarritos especiales de cincuenta mililitros, más tres mil vasitos  y cinco mil quinientos programas que la Mayordomía entregó a la población el último domingo de septiembre.

* La familia Cárdenas Galván comprometida con la Mayordomía en turno si acepta, desde hacía trece años más seis que han transcurrido, por cumplir la voluntad del finado Sr. Benjamín Cárdenas Valencia y su esposa Clara Galván Fuentes, seis hijas, seis hijos, sus descendientes que sumaban  setenta personas en el reparto gozoso del ponche en el anuncio de las “Fiestas Juramentadas al Señor San José. Díganos: ¡Salud y hasta luego!


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