jueves, 11 de marzo de 2021

Ganadería bovina, un emblema del campo


 

  

El Volcán/Tecalitlán

 

 

El campo jalisciense tiene un activo de gran peso económico, social y cultural en su ganadería bovina. De entrada, el hato ganadero estatal confiere a Jalisco el primer lugar nacional en la producción de leche y el segundo en carne de res.



De ahí se deriva, que la ganadería tenga un papel prioritario en las políticas públicas para fortalecerla con medidas de fomento y de atención en materias de sanidad e inocuidad, según lo expresó el responsable del despacho de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER-Jalisco), Salvador Álvarez García, al expresar esto a propósito del Día Nacional de Ganadería de este año.


Como muestra de las acciones de apoyo a este sector durante la presente administración, el funcionario estatal citó los programas enfocados al sector lechero y a los centros de servicios ganaderos que cada vez más dejan resultados muy satisfactorios que redundan en una ganadería competitiva, sobre todo de parte de pequeños productores.





Un ejemplo señalado por Salvador Álvarez es el módulo de servicios de la Asociación Ganadera Local (AGL) de Tecalitlán, recientemente puesto en operación y que trae grandes ventajas para esta organización de productores: “De parte de la SADER Jalisco los apoyamos, este año pasado, con un camión, con los corrales, con el remolque, con la planta forrajera”.


En el sector lechero, trajo a colación los avances en fortalecer la infraestructura de acopio y producción con recursos canalizados a varias AGL, como la de Encarnación de Díaz, Lagos de Moreno y Valle de Guadalupe, por citar algunas.


También hizo notar los apoyos canalizados a través de los extensionistas en bovinos, tanto en el tema de la leche, como en la producción de carne, y los incentivos económicos dirigidos para las compras de animales de registro para el mejoramiento genético a base de razas europeas, como Angus, Charolais, Simental y Limousin, entre otras; y de cebuinas, como el Brahman, según las condiciones de los ranchos ganaderos. Por cierto, estos programas se han sostenido a pesar de que la federación ya no ha aportado los recursos que antes se tenían en esquemas de concurrencia con el gobierno estatal.





Álvarez García resaltó que, ante el aumento de las exigencias de sanidad pecuaria, como en el caso de la reclasificación por parte de Estados Unidos de las zonas de exportación de ganado en pie, en Jalisco se asume tal reto y se reforzarán acciones a través de la Agencia se Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (ASICA) para que la ganadería jalisciense mejore su estatus sanitario.


Durante 2020 se canalizaron 29 millones de pesos en proyectos que incidieron en cuatro mil 500 ganaderos lecheros. Mientras que, en el mismo año, se beneficiaron 22 AGL con proyectos de los Centros de Servicios Ganaderos.


Una mención especial en la ganadería jalisciense merece el ganado de lidia. Su crianza se remonta a raíces centenarias que se originaron en los tiempos de la introducción de la ganadería en el Occidente del país. Jalisco es de las entidades líderes en el número de ranchos de toros bravos, los que, por cierto, se concentran en la laboriosa región de Los Altos de Jalisco.


El sector jalisciense de bovinos leche, carne y doble propósito, aporta 15.1% del valor de la producción nacional con más de 238 mil 586 toneladas de carne en canal, ocupando el segundo lugar a nivel nacional, con un valor de producción de carne de bovino de 17 mil 739 millones de pesos, gracias a la calidad y al manejo de los ganaderos del estado, sacrificándose un promedio de 836 mil cabezas de ganado al año, de acuerdo con datos de 2018 del SIAP.


Por otra parte, el hato lechero jalisciense aporta 20% de la producción nacional con un promedio de producción diaria de 6.7 millones de litros.


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