jueves, 13 de abril de 2023

Encuentran residuos tóxicos en alimentos de la región

 


 

El Volcán/UdeG

 

 

Alimentos que forman parte de la dieta básica de los mexicanos tienen altos niveles de residuos tóxicos provenientes de plaguicidas contra insectos, los cuales representan riesgo a la salud humana.



Así lo dieron a conocer investigadores de la Universidad de Guadalajara tras un muestreo a verduras, frutas, legumbres y tubérculos de la región Sur de Jalisco, en particular del municipio de Ciudad Guzmán.


En él detectaron presencia de neonicotinoides, principalmente en productos como: chayote, cebolla, aguacate, elote amarillo y blanco, frambuesa, fresa, frijol, guayaba, jitomate, mandarina, manzana, naranja, papa, pepino, plátano y uva verde.


El muestre estuvo a cargo de investigadores del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), quienes explican que los neonicotinoides son plaguicidas contra insectos y plantas, pero además de adherirse al vegetal, al aire, al agua y suelo, también permanecen en el cuerpo humano de quien lo aplica en los sembradíos y de quien consume el producto.





“Los neonicotinoides son buenísimos como pesticidas, pero son altamente tóxicos. Son siete los tipos de neonicotinoides permitidos para utilizarse en México, no obstante, en otros países están sumamente prohibidos tras identificar la toxicidad, sobre todo en polinizadores como abejas, pero también en la salud humana”, dijo la coordinadora de la maestría en Ciencias de la Salud Ambiental del CUCBA, Silvia Lizette Ramos de Robles.


Explicó que son tan efectivos que se traslocan en toda la raíz, tallo, flor y fruto, se filtran al subsuelo y contaminan el agua de ríos y lagos, además de que pueden ser diez mil veces más tóxicos que el diclorodifeniltricloroetano (DDT), un plaguicida utilizado después de la segunda guerra mundial.


Cabe señalar que en el estudio se tomaron muestras de frambuesa, fresa, manzana, naranja, plátano, guayaba, mandarina, uva verde, aguacate, cebolla, chayote, jitomate, elote blanco y amarillo, pepino, papa, frijol y tortilla.





Fueron dos muestras de 50 gramos de cada una por cada alimento, mismas que fueron enviadas al Laboratorio de Alimento y Agricultura de la Universidad de Guelph, en Ontario, Canadá, resultando con presencia del plaguicida.


“En total fueron 31 muestras de 18 alimentos diferentes. El resultado fue que 61% tuvo presencia de neonicotinoides, el 26% de otros plaguicidas y sólo 13% sin plaguicidas. El neonicotinoide más tóxico, el imidacloprid, fue el que tuvo mayor presencia y estuvo en chayote, cebolla, aguacate, elote amarillo y blanco, frambuesa, fresa, frijol, guayaba, jitomate, mandarina, manzana, naranja, papa, pepino, plátano y uva verde”.


Sobre los riesgos a la salud, expuso que dichas sustancias químicas tienen efectos tóxicos en el ser humano, como neurotoxicidad, hepatotoxicidad, inmunotoxicidad, genotoxicidad y alteraciones del sistema reproductivo.


También pueden causar inflamación del sistema nervioso central, efectos en el desarrollo del cerebro, similares a los causados por la nicotina, posibles efectos cancerígenos, temblor postural en los dedos, pérdida de memoria reciente, dolor de cabeza, fatiga general, síntomas torácicos, abdominales y musculares.


Además, dicho contaminante no se quita desinfectando, lavando o hirviendo, pues es de naturaleza persistente. “Son peligrosos para el medio ambiente y la salud humana”, agregó la investigadora de la UdeG.

 

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