lunes, 30 de agosto de 2021

Portaleando en Ciudad Guzmán


 


 

J. Jesús Juárez Martín

 

 

La cotidiana vida en nuestra Ciudad Guzmán, vive con alegría y comparten sus habitantes la belleza arquitectónica de la ciudad con los visitantes y turistas que recorren los lugares icónicos, en especial los encontramos en el centro, disfrutando de la vista de edificios y portales con admiración desde el Jardín 5 de Mayo, los portales que circundan este grande y cuidado espacio urbano, donde están la Plaza de las Fuentes, y otro lugar para diversidad de eventos comerciales, políticos, culturales, hacia el lado suroeste  cercano Portal Herrera y Cairo que termina en la parte oeste de Catedral; si los visitantes se desplazan.


Por la parte media del basto jardín pasan a un lado del monumento a Presidente don Benito Juárez, que mira hacia el Kiosco en la parte central y al frente de la Presidencia Municipal; aunque me gusta escuchar Palacio Municipal, en especial cuando se refieren en las grandes ciudades, refiriéndose a momentos de la historia cuando desde ahí los representantes de su majestad y gobernaban a la población, como en México en tiempos de la colonia antes de la consumación de la Independencia en siglos XVI; XVII y XVIII donde estaban los Gobiernos Virreinales en la Colonia  y en los fallidos Imperios Mexicanos de Don Agustín de Iturbide y de Maximiliano de Habsburgo del Siglo XIX.


El elegante, bello y sobrio Kiosco zapotlense, tiene en su bóveda una  reproducción del Hombre en Llamas, o de Fuego del singular muralista originario de esta Ciudad Guzmán, Don Clemente Orozco;  buena reproducción del pintor Vicente Graciano Rocha; existió hace años un Columnario, a Personajes  Ilustres zapotlenses, significativo como reconocimiento y homenaje,  pero fue desaparecido hace un trienio... encontramos otras esculturas además del ilustre Benito Pablo Juárez García, están las de Juan José Arreola y José Clemente Orozco... cerrándose  el pasillo central de Sur a Norte con el Foro y Teatro al aire libre Mtro. y Músico Luis Guzmán Velasco, lugar de eventos culturales y recreativos en el corazón de la ciudad y la cercanía de cuatro jardineras reverdecidas y floreando en las esquinas del gran rectángulo.





En el extremo norte del Jardín, al frente está el Portal Miguel Hidalgo y Costilla, que se inicia en la Calle Cristóbal Colón y termina en la calle Federico del Toro, soberbios edificios y casas de los siglos pasados que cobijaron la provinciana vida de los siglos idos,  al pasar la Calle Federico del Toro hacia el Poniente nos encontramos con el significativo Palacio de los Olotes, el cual nos recuerda al fértil Valle de Zapotlán cuando se significaba como productor de maíz, porque hay la tradición que fue construido con la venta de lo olotes de la cosecha, autentico granero de Jalisco que se significaba con la producción de maíz.


Encontramos circundado el Jardín Principal de coloniales portales y de sólidas columnas la Calle Federico del Toro se adosa hasta la empequeñecida calle de Clemente Orozco, mostrando magnificencia, aristocrática arquitectura y permitiendo el fluir de personas que van, vienen por los amplios espacios de sus portales que dan espacio para el caminar por el gusto de hacerlo o de  la realización de actividades, en especial este de mayor extensión hasta la calle Reforma, aunque cambie de nombre como Portal Morelos llegando hasta la Calle Reforma, uniéndose con el Portal Ignacio Zaragoza, rumbo a la Estación.   


Respetuosos pasamos por enfrente de la Catedral guzmanopolitana y al frente está el Templo del Sagrario, caído y derrumbado en 1806, y ahora una confortable jardín donde se ubica la estatua del michoacano Sr. Cura Silviano Carrillo de hace un siglo, benefactor guzmanense, al lado, norte las oficinas del Obispado y luego el histórico portal de Sandoval, asiento de las primeras casas de hace 488 años   cuatro o cinco arcos hasta la Calle Lázaro Cárdenas  y pasando la Calle, el recuerdo de la presencia virtual  de Fray Juan de Padilla donde se ubica la espaciosa Presidencia Municipal de largos portales en derredor de su Jardín 5 de Mayo.   

Así como no pasa desapercibida que Catedral no tiene sus torres completas, tampoco se ignora la majestuosidad de los portales que circundan su Jardín 5 de Mayo, en homenaje permanente a la defensa de Puebla en 1862 ante los invasores francesas.


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