lunes, 2 de mayo de 2022

La penosa manía de mostrar el cobre


  

Pedro Vargas Avalos

 

 

 

En todos los ámbitos es frecuente que las personas dicen una cosa y cuando actúan, hacen otra. La gente que está al tanto de esas conductas, suelen exclamar que esos individuos, “mostraron el cobre”.



La frase tiene innegables raíces mexicanas: se asegura que surgió, porque siendo el país rico en plata, cuando un minero buscaba este valioso metal, y en vez de él encontraba cobre, la decepción era tremenda. De allí deriva que, al desengañarse uno de cualquiera persona, esta lo que hace es “mostrar el cobre”. A veces la expresión registra ciertas variaciones, como la de “enseñar el cobre” o la de “sacar el cobre”, que a final de cuentas significan lo mismo: que alguien saca a relucir mañas o actitudes que escondía, y, por tanto, no sabíamos las tuviese.


Esas maneras de ser, suelen ser muy condenables, especialmente si las ponen en práctica los políticos, los servidores públicos, los empresarios, los intelectuales, los periodistas, y en general todo sujeto instruido o importante.


Entre los políticos es muy común que muestren el cobre. Y la gente suele concluir lacónicamente que esos personajes mentirosos, operan así porque “son políticos”. En pocas palabras, para el grueso de nuestro pueblo, los políticos son embusteros por sistema. Pero no se crea que solo tales tipos tienen tal calificación; también suele considerarse como mendaces habituales, a los potentados y a no pocos pensadores.





Entre los que viven del presupuesto, políticos y servidores públicos, como botones de modelo podemos citar a expresidentes como Carlos Salinas, Vicente Fox,  Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto o políticos como Roberto Madrazo, Ricardo Anaya, Gabriel Quadri, Lily Téllez, Germán Martínez y para no alargar demasiado la lista, cualesquiera de la veintena de exgobernadores de Estado, que unos en la cárcel y otros muy bien escondidos, gozan de tal evaluación y por sus abusos, cabalmente podemos afirmar que “mostraron el cobre”.


A Salinas, por la serie de atropellos que cometió, se le bautizó como “el villano favorito”, e incluso cientos de diputados y políticos priístas, pidieron hace muchos años, que se le expulsara de su partido; pero casi todos los tricolores de ese tiempo eran lobos de la misma loma, por lo que nada le hicieron.


Fox, el ignorante y frívolo mandatario que decepcionó a los mexicanos, ha sido catalogado como el “vendepatrias”, y como botón de muestra se recuerda su “Cenas y te vas”, que en la reunión cumbre de Monterrey (marzo de 2002) vergonzosamente le dijo a Fidel Castro, todo para no enojar a W presidente de Estados Unidos, y sumiendo a México en delicada crisis con la isla caribeña.





Calderón tiene motes a Dios dar. Desde que llegó al poder por una elección truculenta (haiga sido como haiga sido), luego su afamada gasolinera que terminó en impúdica barda; enseguida la estela de luz que significó carretadas de inversión y mentiras, y finalmente, su infame “guerra “contra el narco, que ensangrentó a la nación (de allí su apodo de “comandante Borolas”), sin mencionar su afición etílica, hizo que le llamaran “el licenciado del fraude”.


De Peña Nieto, el portaestandarte del nuevo priismo, se le sentencia como el “mandatario de la corrupción”. Y de su correligionario, Madrazo Pintado, se dice que fingía hasta cuando pensaba, no solo al hablar; y dio un tremendo ejemplo cuando participó en el maratón de Berlín (septiembre de 2007), donde alteró el tiempo y dizque un primer lugar de llegada, por lo que fue expulsado.


Del excandidato presidencial panista Anaya, señalado por sus mismos afines por enriquecimiento ilícito en Querétaro, y luego señalado como “maiceado” para respaldar la reforma de Peña Nieto en 2013, por lo que ahora anda prófugo, por relación con su apellido se le dice peyorativamente “canallín”.


De Quadri, ahora diputado panista, la verdad son muchos los casos en que “enseñó el cobre”. El más elocuente y lamentable, fue cuando sostuvo: “Si México no tuviera que cargar con Guerrero, Oaxaca y Chiapas, sería…potencia emergente”. (twitter de 11 de enero 2019). Este señor es pues, “Lord falacia”.

De María Lilly del Carmen Téllez García, alias Lily Téllez, se sabe por todo mundo que logró ser senadora por el respaldo que le dio el actual presidente del país. Por ello MORENA la postuló y tras el triunfo electoral, se sumó inicialmente a la bancada senatorial guinda, de la que defeccionó por sus ideas conservadoras, dejándola para según dijo ser independiente, lo cual rompió en pocos días y se afilió al grupo blanquiazul, desde donde ha criticado acerbamente al mandatario, de quien ahora afirma nunca recibió apoyo. Además, se hizo célebre por una ambulancia que prometió en Ures, Sonora, en 2005, y nunca la entregó; en 2021 lo hizo, echando la culpa a MORENA por la tardanza; como el vehículo resultó ser usado, se le denominó a la senadora, “Lady Chatarra”.


Parecido a la anterior, es el senador Germán Martínez, exlíder del panismo en tiempos de Felipe Calderón, y luego sumado en 2018 a las huestes lopezobradoristas, arribó a la Cámara Alta. Se le distinguió como director del IMSS y a unos meses dimitió; ahora se salió de la bancada morenista y liderea una micro alianza de 5 senadores, desde donde se ha lanzado contra el presidente y la Cuatro T. Es pues taimado y por ello, enseña el cobre cada que puede, de donde se le apodó “el renegado”, pues desertó del calderonismo, traicionó al panismo y ahora mal paga a quien le tendió la mano.


            De la hornada de gobernadores de estados de la república, todos con el común denominador de ladrones y arbitrarios, mejor ni hablar porque ocuparíamos un volumen para ello. Pero es del dominio público, tanto lo que perpetraron para enriquecerse indebidamente, como la serie de actos desmedidos que los caracterizaron en sus períodos de gobernantes, o sea: sacaron el cobre.


Finalmente señalaremos como ejemplo de los acaudalados, al dueño de tv azteca y otros grandes negocios, que a diario da motivos para “mostrar el cobre” por sus modos impropios de conducirse. Y entre los “instruidos”, tomamos como prototipo el caso de Denise Dresser, la comentarista que se expresó en días pasados, de manera impublicable, por lo soez y obsceno, del primer magistrado de la nación. Este solo aludió el hecho, y tras plantear que debería dar disculpas por su vulgaridad, puntualizó: “ahora como son tiempos de definiciones, pues muchos -como Aguilar Camín o Loret de Mola- están mostrando el cobre”.


Así pues, concluimos, que los mexicanos deberíamos esforzarnos por nunca “enseñar el cobre”, y a cambio, elevar nuestros debates y mejorar la conducta, para colaborar en la cruzada por afianzar el destino nacional, papel que a todos los que vivimos o nacimos en esta bella república, nos corresponde.


 

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