jueves, 9 de diciembre de 2021

Corona de adviento


 

Un momento por favor   

 

J. Jesús Juárez Martín

 

 

Medio confinados estamos desde marzo del año 2020 y casi al término de este histórico año de Pandemia, donde parece que el Mandón y Señor fue el COVID19. Que se resiste a desaparecer y que, aunque haya estados de la República Mexicana con el Semáforo Verde, los cuidados higiénicos deben de prevalecer.



Las fechas cívicas e históricas del calendario escolar y de Gobierno, simplemente, se suspendieron. Desfiles, eventos deportivos y aunque en la Capital hubo Desfile Militar el 16 de septiembre correspondiente al inicio de la Independencia de 1810, y en noviembre también conmemoraron con desfile Militar y Deportivo el inicio de la Revolución Mexicana del 20 de noviembre de 1910.


En la totalidad de los Santuarios, se suspendieron fiestas Patronales Religiosas, peregrinaciones y aunque no hay seguridad, por ahí parece reiniciarse una nueva normalidad con la convivencia, vacunas y riesgos derivados de la pandemia.


Pues el mes de diciembre, históricamente de jolgorio,  encuentros, celebraciones  familiares  y todo por la celebración de Navidad: Nacimiento del Niño Jesús, hace más de dos mil años y que   las  Religiones Católica y Cristianas le consideran de estirpe divina y humana, que vino a rescatar a la Humanidad  con su propia muerte, y que según los Evangelios resucitó al tercer día después para ascender al Cielo, destino definitivo de los justos y siervos por siempre, donde se gozará de dicha perene, en esa grande comunidad de elegidos.





Pues los que asistieron el domingo 28 de noviembre, encontramos en muchos de los templos cristianos y católicos la Corona de Adviento, que nos anuncia que el Nacimiento de Jesús, Cristo. Está cercano y nos disponemos a celebrarlo, proclamando su Palabra, viviendo la fraternidad predicada y obedeciendo sus mandatos en el servicio y la esperanza que avala el mismo Cristo, Redentor de la Humanidad.


Se dice que la Corona de Adviento tiene su origen hacia el siglo XVI en Inglaterra y de ciertas costumbres de los pueblos nórdicos, que su forma circular, se asemeja a la eternidad, que no sabemos ni cuando empezó y que siempre estaremos insertos en ella, si cumplimos con los mandatos...


Y como me quedo con el tema de la Corona de Adviento, nos dicen los entendidos que cada uno de los cuatro domingos anteriores a la Navidad se enciende una nueva vela, de color morado. el día 28 de noviembre y el 5 de diciembre, porque es tiempo de espera, de penitencia y de esperanza, de ahí que el domingo 12 la vela será rosa. significando certeza de esperanza, por la esperada Navidad, y la cuarta vela del domingo, el día 19 se enciende la última vela morada. El día de navidad, podrá encenderse una vela o cirio central de color blanco porque ya es Navidad, quedando hacia el centro del círculo.


La Navidad es una celebración Universal y los diversos pueblos, de acuerdo a su historia y tradiciones, se hacen los festejos, aunque el comercio es una empresa que propone el intercambio, el acercamiento, la celebración donde se demuestre los afectos entre los participantes y entre más grande es el círculo de la celebración, se hace más importante.  


Hay otro personaje mítico de la Navidad:  Papá Noel, Santa Claus  de color Rojo que surca los espacios en la noche del 24 de diciembre, llevando los regalos  esperados y míticos y aunque hay consenso para recibirlo a la salida de las chimeneas, con frecuencia, digamos siempre que falla, pero tiene tantos diplomáticos que hacen su trabajo en nombre del Señor de la Risa ronca y prolongada, porque los hermanos, los papás, mamás, tíos o abuelos, se hacen presentes como enviados por el citado personaje que tal vez con los deshielos de los polos, no puedan tomar altura los renos... pero que habrá regalos, los habrá, para los niños en especial y a los más queridos de cada hogar...  Así se apoya el personaje de bonete largo y rojo y de risa potente y audible en la idílica noche de Navidad. De la pascua de Navidad es San Nicolás, son algunos de los nombres con los que se conoce al personaje legendario que según la cultura occidental trae regalos a los niños por Navidad.


Finalmente a la Navidad la significamos con Coronas de Adviento, con Nacimientos como San Francisco nos mostró y los misioneros en los siglos XVI en la Nueva España llegó la historia de Navidad, hasta las posadas se inventaron para dar techo a los peregrinos que no tuvieron albergue en Belén, y hasta un puño de cacahuates, pedazo de caña o un dulcecito obtuvimos en las noches del siglo pasado a la mitad del siglo  XX, así se aseguraba que no faltara albergue a la Familia de María y José, aunque los que se presentaban eran vecinos, niños de las cercanas casas y del barrio desde luego los familiares, que esperábamos el Nacimiento del Niño Jesús.



                                                                                          

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