lunes, 3 de noviembre de 2025

María Cristina Pérez Vizcaíno, a 109 años de su natalicio

 


Ricardo Sigala


María Cristina Pérez Vizcaíno nace en Ciudad Guzmán el 29 de octubre de 1916. Recibe una educación esmerada y ambiciosa, desde pequeña convivió con el mundo de la cultura: la música y los libros serán parte de su destino. Para 1932, se encuentra ya en España, se establece primero en Madrid y luego en Barcelona, en donde se enfoca en los estudios de filosofía, música y francés. Esto que parece mera información curricular, es en verdad algo que linda con la excepción. Si pensamos en lo improbable que resulta imaginar a un mexicano estudiando en Europa hace 90 años, que se trate de una mujer zapotlense de menos de 20 y centrada además en los estudios humanísticos, hace que podamos dimensionar el tamaño de nuestro personaje. Cuando reflexionamos esto encontramos verosímil que María Cristina Pérez Vizcaíno haya comenzado a publicar sus primeras obras con tan sólo dieciséis años. Desde aquel abril de 1932 en que el periódico Plus Ultra de Ciudad Guzmán, publicó su primer poema”¡Ya deja de soñar!”, Cristina Pérez Vizcaíno emprendió una constante disciplina como colaboradora en periódicos primero en su tierra natal, más tarde en Guadalajara y en la Ciudad de México, después en España; gran parte de su obra se encuentra aún dispersa en hemerotecas y archivos.



Hacia mediados del siglo XX, Cristina Pérez Vizcaíno publicó su dos primeros libros, Atabal (1948) y El asalto (1952), ambos prologados por el influyente crítico literario Julio Jiménez Rueda. Con estas aportaciones, nuestra poeta se posicionaba en la cabeza de la generación del medio siglo en Zapotlán, el más alto momento de nuestra literatura en el siglo XX, solo después del fenómeno Juan José Arreola. Ese grupo de intelectuales que bajo la mentoría de Alfredo Velasco Cisneros había primero fundado los Juegos Florales de Zapotlán en 1942, y en el primer lustro de la década de los años cincuenta dio tres premios Jalisco a Ciudad Guzmán: la triada que encabezó ese momento de esplendor de nuestras letras estaba conformada por Félix Torres Milanés, Roberto Espinoza Guzmán y, por supuesto, María Cristina Pérez Vizcaíno, la que yo considero la más relevante en la medida en que sus publicaciones alcanzaban no sólo el occidente de México sino la capital del país y la península ibérica.





Entre los años 40 y 60 María Cristina Pérez Vizcaíno vivió en Guadalajara, ahí formó parte de la vida literaria al participar en veladas, recitales y publicaciones periódicas, su actividad se extendía constantemente a la Ciudad de México a donde terminó por partir el año 1977. Su actividad no sólo incluyó la poesía, por Ada Aurora Sánchez sabemos que publicó un buen número de relatos y cuentos, en particular del género policiaco y del humorístico. También publicó un ensayo bajo el pseudónimo de Erick Bergen, quién había sido personaje de alguna de sus narraciones.


En muchos sentidos María Cristina Pérez Vizcaíno fue una mujer de otra época: decidió no ser madre, y dedicarse a su obra, entre sus veinticuatro y sus cincuenta y cinco años vivió sola y de manera independiente, primero en su casa de Guadalajara en el Barrio del Santuario y más tarde en la Ciudad de México. Podría ser considerada una pionera del relato policial en nuestro país, a tiempo que su poesía evitó los lugares comunes a los que se orillaba a la literatura escrita por mujeres en su tiempo. No hay en Cristina Pérez Vizcaíno los poemas dedicados a la maternidad, a la familia, la cocina ni el amor romántico, por el contrario encontramos en ella los temas metafísicos, históricos, culturales, cívicos, incluso la guerra se filtra en ese catálogo inesperado en la poesía de una mujer en el siglo XX.





Sabemos que Pérez Vizcaíno tuvo una intensa vida periodística, social y literaria, pero a su muerte un silencio se posó sobre su vida y obra. Fue en 1999 que Vicente Preciado Zacarías publicó su Poesía Reunida. En 2019, el escritor español Antonio Rivero Taravillo firmó en el ABC de España un artículo titulado “Sevilla en Jalisco”, que reavivó el interés en nuestra escritora, el resultado fue la reedición corregida y aumentada de su Poesía Reunida, en esta ocasión con la colaboración de Ada Aurora Sánchez. Estos dos acontecimientos resultaron relevantes, en la medida en que 2016, el centenario de su natalicio nos pasó prácticamente invertido.

El pasado miércoles 29 de octubre se cumplieron 109 años del natalicio de María Cristina Pérez Vizcaíno, esta poeta zapotlense que incluso ahora parece más contemporánea que muchas y muchos de nosotros.


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