Pedro
Valderrama Villanueva
Desde
hace algunos años, algo inusitado está ocurriendo más allá de
Guadalajara. Un movimiento editorial se está observando desde
diferentes puntos de la entidad, ya sea desde Autlán, Cajititlán,
Chapala, Puerto Vallarta, Zapotlán el Grande y, más recientemente,
Lagos de Moreno. Desde cada uno de estos rincones, diversos proyectos
editoriales están surgiendo continuamente, ya sean libros,
plaquetas, ediciones artesanales o revistas literarias, la avanzada
viene por todas direcciones y su presencia es cada vez más palpable.
Guadalajara
ha dejado, en muchos sentidos, de ser el epicentro literario y
editorial en Jalisco —aunque allí aún se concentra la mayor
cantidad de actividades. Los municipios aquí señalados le han dado
un toque de frescura —que ya le hacía mucha falta— al medio
cultural de Jalisco. Algunos de los protagonistas son: Berónica
Palacios y Dante Alejandro Velázquez quienes encabezan la revista y
editorial Papalotzi; Juan Azuara es el fundador de la Editorial
Garrobo; Juan José Rosales Hernández encabeza la revista Humus;
Andrea Reynoso dirige Brevaria
y la editorial Aotli; Elba María Ventura y Carlos Axel Flores
Valdovinos fundaron la Editorial Cartonera Ateneo Tzapotlatena; Pedro
Mariscal y Martín Adalberto Sánchez Huerta dirigen la revista
Alasletras;
Karina Matuz encabeza Ecatoco ediciones; Yadeli Arroyo dirige la
editorial Libros de Arena, y, más recientemente, la editorial
Malayerba, dirigida por Jaime Jordán Chávez, asimismo, forma parte
de este panorama editorial fuera de la capital jalisciense.
Lagos
de Moreno — “La ciudad literaria”, bautizada así por la
investigadora Sara Velasco—, aunque tiene una larga tradición
dentro de las letras desde el siglo XIX, con figuras sobresalientes
como Agustín Rivera y José Rosas Moreno, y, a inicios del siglo
pasado, de la mano de la Generación de 1903, integrado por los
escritores Francisco González León y Mariano Azuela, entre otros, a
través de revistas como Kalendas,
también le dieron renombre a este rincón de la patria chica.
Después, otros poetas y narradores como Adalberto Navarro Sánchez,
Alfonso de Alba y Alfredo Márquez Campos, continuaron dándole fama
y renombre a esta ciudad. Sin embargo, en décadas posteriores, dicha
escena inquieta, progresivamente, vino a la baja. Sin dejar, desde
luego, de dar a conocer algunas figuras excepcionales como Sergio
López Mena, quien dirigió, por ejemplo, la revista Tinta
Nueva.
Y, posteriormente, surgieron otras publicaciones periódicas como El
Tlacuache,
de Dante Alejandro Velázquez; Mientras
pasa la tarde,
de José Miguel Becerra López, y husocrítico,
editada en los dos mil desde el Centro Universitario de los Lagos de
la UdeG, una importante revista que, asimismo, estimuló a una nueva
generación de escritores alteños.
Es en julio de 2025
cuando aparece el primer número de Hojasanta.
Revista del Taller del Centro de las Artes Manuel González Serrano.
Éste es un esfuerzo que reúne a un grupo de poetas y narradores
jóvenes que coincidieron en dicho laboratorio dirigido por José
Miguel Becerra López, en Lagos de Moreno. En el primer número se
esclarece el propósito de ésta: “En un entorno que guarda su
propia tradición literaria. Hojasanta
intenta ser alimento espiritual desde la pluma y la singularidad de
cada integrante del taller […] Esperamos, atento lector, que
Hojasanta
sea
de tu agrado y sea, también, una señal de buen augurio para
nosotros. Que nuestras voces se decanten en su propia esencia, como
la planta de la hoja santa se da en su aroma, su sabor y su fruto.”
En
la primera entrega contribuyen con sus creaciones Ana Patricia
Becerra Martínez, Abigail Noriega, Norma Ávila, Andrés Acosta,
Roberto Amézquita Velázquez, Ana María Muñoz Martín, Ofelia
Hernández Pérez, José Miguel Becerra López y María Natividad
Mena Martínez. A partir del segundo número, correspondiente al mes
de noviembre, la publicación se vuelve monotemática. El tema
central, en esta ocasión, es la muerte. Su nombre, asimismo, se
modifica a Hojasanta.
Revista Literaria Independiente.
En la presentación leemos: “Vuelve Hojasanta
a las calles, al encuentro de sus lectores. Quiere hallar sitio
seguro para contemplarse, para ser cabal mensaje en el circuito de
comunicación […] El tema propuesto ha sido «la muerte». Tema
universal ante el que nadie puede ser indiferente o ajeno.” En esta
entrega participan, además de varios de los miembros antes
señalados, Marcos Mata, Andrés Acosta, Camila Aidé Martínez
Veloz, Ofelia Hernández Pérez, Cempazziel, Norma Ávila y Adriana
Gómez Gutiérrez.
Hojasanta
es una evidencia más de la inquieta escena literaria que se está
viviendo en el interior del estado más allá de la zona
metropolitana de Guadalajara. Lagos de Moreno se suma ahora con esta
revista al panorama actual. Ojalá, en un futuro no muy lejano, se dé
un posible encuentro e intercambio de ideas y experiencias entre los
responsables de los diferentes proyectos aquí citados, además de
generar una red de editores independientes para promover entre el Sur
y los Altos de Jalisco estas editoriales y publicaciones periódicas.
Para concluir, les comparto un fragmento del
poema “Luna Santa”, incluido en el primer número de Hojasanta,
y cuya autora se describe de la siguiente manera: “Soy Abigail
Noriega, poeta autodidacta, apasionada de la lectura. Amo la poesía
y todo lo que he encontrado en ella. Escribo, porque la lectura me ha
dado la libertad de expresar mis emociones y compartir mis ideas.”
Te
invoco luna que naces de las
montañas,
necesito tu claro dentro
de
mis pupilas.
El
bosque será testigo.
Las
sombras, la noche, el río que duerme.
Todos
unidos, consumidos por el
Fuego.
El fuego que llora sangre.
Esta
será la noche.
La
última.
La
única.
[…]
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