En los años anteriores a la
publicación del libro Alcohólicos Anónimos, no teníamos nombre…
Por un escaso margen, se decidió titular nuestro libro “La
Salida”… Uno de nuestros primeros miembros solitarios…
descubrió doce libros publicados con ese título… Así fue que
“Alcohólicos Anónimos” se convirtió en el título de
preferencia. Y así fue que conseguimos un título para nuestro
libro, un nombre para nuestro movimiento y, como ya estamos
comenzando a ver, una tradición de la más alta importancia
espiritual.
¡Cuántas veces un Poder Superior se ha hecho
sentir en momentos cruciales de nuestra historia! En aquellos
primeros días, la importancia que el principio de anonimato
adquiriría fue, si acaso, vagamente percibida. Parece que el azar
contribuyó aun en la selección de un nombre para nuestra Comunidad.
Dios no desconoce el anonimato y frecuentemente aparece en los
asuntos humanos disfrazado de “suerte”, “azar” o
“coincidencia”.
Si el anonimato, algo fortuitamente, se
convirtió en la base espiritual de nuestras Tradiciones, quizá Dios
estaba actuando anónimamente en nuestro beneficio.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario