Juan
José Ríos Ríos
El
Volcán/Guzmán
Quien obtiene un beneficio mediante un engaño
comete una estafa, o bien un fraude, ambos actos catalogados como ilícitos por
la ley, y, en este sentido, los contribuyentes del Municipio de Zapotlán el
Grande están siendo objeto de ello, pues mediante publicidad engañosa prometen
aplicar descuentos del 50 por ciento, por pago oportuno, a personas mayores de
60 años, como lo establece la misma legislación al respecto, lo que no se
aplica en los hechos, independientemente de que, pese a lo anunciado
oficialmente, se siguen aplicando
incrementos en el pago de las contribuciones municipales y recortando
tiempos para el cumplimiento de las obligaciones y lo que ello implica para los
ciudadanos.
Si los ciudadanos que ya cumplieron
con su obligación de pagar su impuesto predial, sobre todo aquellos que son
mayores de 60 años, revisan sus recibos oficiales de pago, que no son facturas
para el efecto de deducir la erogación hecha, en el apartado de conceptos de
pago se establece “Impto predial s. urbano-año corriente 202301-202306”, expedido
por Hacienda Municipal, se plasma una cantidad, por ejemplo: $ 2,745.60, el
descuento a los mayores de 60 años, no
es en la proporción prometida y que por ley se debe de aplicar, que debe ser
del 50 por ciento de ese total, sin embargo el monto de ese descuento aplicado
es por $ 1,282.77, faltaron $90.03 pesos, es decir no se respetó lo establecido
y ofrecido.
Esta diferencia, que puede parecer
pequeña para algunos, pero no deja de ser un engaño, estafa o fraude, como se
le quiera denominar, y si es generalizada la aplicación, porque este dato lo
obtengo de un recibo oficial que obra en mis manos, pues resulta algo todavía más cuestionable, ello
independientemente de que tampoco se respetó el no incrementar los impuestos
durante la presente gestión municipal ofrecida en campaña y por los tres años
de su duración, y aunque el año anterior se trató de justificar señalándose que
sólo se trataba de nivelar el costo de la inflación, que también afecta a todos
los contribuyentes, no fue ni ha sido lo prometido, aunque es bien sabido que
la política se hace a base de engaños y ha sido una práctica común de todo
aquel que ha llegado a ocupar cargos públicos.
En cuanto al pago del servicio de
agua potable, en el 2021, inicio de la
actual administración municipal, un contribuyente al pagar recibió en el
documento oficial en el que se establecen los costos del mismo, en ese tiempo
fue por $3,286.03 y ahora la cifra ha subido a $4,099.70, es decir $813.67
pesos más ya para el ejercicio 2023, que el ciudadano que se interese en sacar
los porcentajes aplicados para saber con exactitud el monto, pero a ojo de buen
cubero, dice el refrán, el incremento supera la presunta nivelación de
inflación que tanto pregona, como justificación, sus actos la autoridad.
Tampoco se ha respetado la promesa
de gobierno de austeridad, pues en la realidad los hechos contradicen los
dichos, como ejemplo de ello y de manera casual, no dimos cuenta que ya la
administración municipal abrió un oficina de turismo (¿?), atendida por
cuando menos tres personas, misma que se
ubica en el ingreso de la presidencia municipal, lado izquierdo, al igual de la
renta de espacios en la plaza comercial denominada Plaza Zapotlán, en donde se
reubicó la oficina expedidora de pasaportes, entre otras tal vez dependencias,
aperturas y desplazamientos que sin duda tienen un costo, adicional, a lo que
ya pesa en las arcas municipales con una administración obesa, con salarios muy
generosos para regidores y funcionarios de primer nivel, lo que tal vez
justifica el engaño de no subir impuestos y de no cumplir el monto de los
descuentos, por lo que resulta conveniente que el alcalde Alejandro Barragán
Sánchez investigara quién está haciendo estas acciones, que engañan al
contribuyente y sin duda a él, por los hechos, salvo que de su boca o decisión
así se apliquen, le duela a quien le duela.
¿Y la denominada oposición? Con su
silencio al respecto, los hace cómplices.
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